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No es la preciosa Copa del Mundo de fútbol. Ni la gran 'orejona' de la Liga de Campeones. O ese estiloso trofeo que se da ... al ganador del Giro de Italia. La Copa del Príncipe del voleibol español es un trofeo sencillo. Pero la que ya reposa en las vitrinas del Textil Santanderina no puede ser más especial. Porque está llena de toneladas de trabajo las más de las veces desinteresado, de cariño por un equipo humilde pero orgulloso y que es la envidia de todo el voley español por una cosa. Porque ese trofeo también está lleno de ánimos, de cánticos, de explosiones de alegría. Pocas veces una grada es tan importante para un equipo. El Textil Santanderina es campeón de la Copa del Príncipe 2024. La segunda en su palmarés tras la conseguida en Canarias en 2022. Aunque esa frase es injusta. Porque toda la plantilla, todo el pabellón y todo Cabezón y su comarca son campeones. El enésimo éxito incomprensible de un equipo que se ha pegado en esta competición con Tarragona, Ibiza, Leganés, Utrera... Sitios con muchísima más población y más recursos para encontrar dinero para un equipo. No por reiterado el logro de los de Cabezón tiene menos valor.
Textil Santanderina y Leganés se citaban el domingo a mediodía en el Matilde de la Torre. Los de Cabezón a buen seguro con unas 'patas' que les pesaban toneladas, después de haber jugado sus tres partidos anteriores –los dos de la fase de grupos y el de semifinales– a cinco sets. Mientras, los madrileños se presentaban sin tanto deterioro físico y habiendo dado una imagen de equipo de lo más solvente. Se preveía un partido a cara de perro entre las dos plantillas. Pero junto a los seis de la escuadra local en el 'prao' del Matilde de la Torre había un 'jugador' más. Un millar de personas que rozaba el paroxismo. Desde el primer punto que clavó el 'Pantera' Vasquez fue ya imposible casi oír los pensamientos propios.
Los de Daniel Gallardo salieron enchufados. Con semejante griterío no era difícil estarlo. Y pronto cogieron el mando en el luminoso. Tres, cuatro de renta... Un bloqueo cabezonense abrochaba el 7-12. A los madrileños no se les veía cómodos. Un doble bloqueo de Chema Hernández –nombrado mejor jugador de la Copa– y el capitán Fran Calzón ponía un concluyente 11-17. Y con esa inercia al Textil le bastaba con aguantar el intercambio de puntos. Con el 19-24, resonó por primera vez el famoso 'Últimoooo' de todo el público del Matilde de la Torre puesto en pie. No hizo falta más. Una infracción de los madrileños subió el 19-25.
Los de Álvaro Tejero salieron algo más entonados en el segundo parcial. Varios remates y bloqueos al campo cabezonense les hacían ir por delante, aunque sin rentas apreciables. Con el empate a once, el Textil volvió a coger la dinámica de ir lanzado. Dos bloqueos consecutivos ponían el 11-13 y el pabellón patas arriba. Y una larguísima jugada, con dos defensas locales, derivó en un remate de Javi Vega para el 13-18. El siguiente del Textil llevó la firma de un 'Pantera' que siempre es más que espectacular.
Parecía que los cabezonenses se iban a cerrar el set con comodidad, pero al Leganés le iba mucho en el empeño. Los madrileños tiraron de arrestos y apretaron para ajustar el luminoso a 22-23. Fue Vasquez, con un remate al bloqueo rival, el que propició la bola de set. «Últimooo...», se oía ya en media comarca. El remate del Leganés se encontró con el capitán. Fran Calzón impuso su enorme humanidad para meter con un bloqueo imperial el balón en campo madrileño. Al bajar a la tierra, mirada a la grada y grito que jamás se oyó porque los mil chillaban mucho más. El 0-2. Solo faltaba un set.
Al Leganés no le quedaba otra que el riesgo máximo. Porque tal y como pintaba la cosa, la empresa estaba casi imposible. Los madrileños empezaron a intentar ajustar sus remates al milímetro. Pero tras el cinco iguales las esperanzas de los madrileños –cosas del deporte, figuraban como el equipo local– se empezaron a desvanecer. El Textil, como a lo largo de todo el encuentro, tenía dos marchas más. Y entre aciertos de los de Cabezón y errores del Leganés, el marcador se fue hasta el 8-12. Tras otra larga jugada, Vega abrochó el punto. Más delirio. Y de facto, media Copa del Príncipe.
El Leganés no encontró forma de taponar la vía de agua. Y a los de Cabezón les salía todo, sobre todo al bloqueo. Uno de ellos, con hasta tres jugadores del Textil, sellaba el 13-24. Demasiadas bolas de set, de partido y de Copa. Los mil 'locos' del Templo del Norte entraron en éxtasis. Los madrileños tuvieron la cortesía de prolongarlo un punto más. Pero eso, solo uno. Con el Leganés al saque, el balón cayó al campo del Textil. Recepción, toque de dedos y... Al igual que ocurrió en el partido de semifinales ante el San Sadurniño, Juan Miguel Vasquez se dispuso a entonar el último rugido. El 'Pantera' armó su brazo derecho concentrando toda la energía de la grada. Y eso era mucho. Su manotazo fue sin freno a rebotar contra un jugador rival y el balón se perdía por uno de los fondos. Del otro salían todos los suplentes del Textil a abrazar a sus compañeros. La segunda Copa del Príncipe ya estaba conseguida.
Abrazos en la pista, ese bombo para animar como si todos fueran uno... Y la entrega de la Copa. En 2022, Fran Calzón admitía que nunca había izado un trofeo al cielo. Esta vez, ya tenía experiencia. Pequeño recorrido ante todos y cada uno de sus compañeros y luego, a levantar la Copa para culminar tres días de voley con una fiesta que no había hecho más que empezar. Pero al punto, esa familia invisible del Textil empezó a currar. A recoger, desmontar... En la pista, inadvertido, había el mayor tesoro. Varios chavales jugaban al voley con globos que había por el pabellón. La Copa del Príncipe 2024 ya es la semilla perfecta para que otras la acompañen en las vitrinas del Templo del Norte.
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Ana del Castillo
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