El escalador Bernabé Aguirre prepara un libro homenaje a los pioneros del Picu Urriellu

Escalador, miembro en la reserva de los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil -adscrito diez años a Mieres y otros treinta como profesor en Jaca-, de Bernabé Aguirre se puede decir que es la memoria del Urriellu, cuyas paredes glosan la esencia del alpinismo: las conquistas, pero también los dramas.

Desde la ascensión de Pedro Pidal, marqués de Vilaviciosa, y Gregorio Pérez, 'el Cainejo', aquel 5 de agosto de 1904, el Urriellu viene a ser una de las cumbres más emblemáticas de la geografía nacional. La montaña considerada inaccesible, la montaña, como decían mucho tiempo atrás, a la que no subían ni los rebecos, fue finalmente conquistada aquel día. No obstante, su gran 'boom' en la comunidad montañera llegaría años más tarde, en los setenta, con episodios de escaladas invernales, de dramáticos rescates y de lamentables pérdidas.

Desde entonces, el Urriellu ha sido escenario de nuevos retos, de la apertura de vías en sus cuatro caras -más de un centenar-, que han obligado a sus protagonistas a un esfuerzo inhumano para establecer nuevas marcas de dificultad y a convertir la cumbre en referente del horizonte de los Picos de Europa.

Bernabé Aguirre, nacido en Cofiño, a la falda de Sueve, no es un extraño en el Picu Urriellu. Con 665 ascensiones a la cumbre de este mítico coloso en la mochila de su vida deportiva, cree llegado el momento de recuperar, con la colaboración de la escritora Esther Canteli, una vieja iniciativa que guardaba en su cajón desde hace años: rendir un merecido homenaje a los protagonistas de su historia, a los actores de aquellas gestas, a los intrépidos que abrieron nuevos itinerarios e, incluso, a los escaladores de las primeras repeticiones.

Además, el Picu Urriellu es el escenario del documental 'Orbayu' de Roberto Mendoza y Gorka Karapeto, en el que relatan el ascenso por esa vía, considerada una de las más complejas. En la presentación, los montañeros hicieron una defensa de la denominación de 'Urriellu' frente a la de Naranjo de Bulnes. Fuera de Asturias, recordó Karapeto, el emblema de los Picos de Europa sigue conociéndose como Naranjo. «Al Urriellu hay que llamarlo como tal», sostuvo el escalador. Mendoza añadió, por su parte, que «el sitio y los lugareños merecen un respeto». Esa es precisamente la vocación del documental, rodado en 2017 a lo largo de siete jornadas, con Mendoza como realizador y Karapeto como protagonista.