Conquistan el reto de las 16 cimas pasando por Cantabria

Después de conquistar en un solo año los ocho picos más altos de cada provincia andaluza, decidieron ampliar su horizonte y abordar el desafío a nivel nacional. Esta odisea de casi dos años los ha llevado a recorrer España de norte a sur, un logro del que se sienten «superorgullosos», según palabras de Rosario Jimena. «Comenzamos como una experiencia más subiendo los ocho picos de Andalucía, pero ya sabes, al final nos fuimos picando y hemos acabado recorriendo España», añade esta aventurera que no se pone límites y que sabe que siempre puede conseguir un poquito más.

La travesía comenzó el 18 de septiembre de 2021 con la ascensión al Pico de los Obispos (2.014m) en Murcia. A lo largo de ese año, conquistaron el Alto de las Barracas (1.838m) en la Comunidad Valenciana, Peñalara (2.428m) en la Comunidad de Madrid, y el Pico del Lobo (2.274m) en Castilla-La Mancha.

El 2022 los llevó a enfrentarse a desafíos como el Mulhacén (3.479m) en Andalucía, el Teide (3.715m) en Canarias, Monte San Lorenzo (2.271m) en La Rioja, y Aketegui (1.551m) en el País Vasco. El 2023 les reservó la culminación con cimas como Pica d'Estats (3.143m) en Cataluña, Puig Major (1.445m) en Islas Baleares, el pico Aneto (3.404m) en Aragón, y el Torrecerredo (2.648m) en Castilla León, siendo este último el último en ser conquistado. Es interesante señalar que este pico es el decimoséptimo en subir, aunque se hable comúnmente de «las 16 cimas» debido a la división política de este punto entre Asturias y Castilla León, pero que pertenece a ambas regiones.

«Ha sido una experiencia muy intensa, pero muy bonita. Puede parecer fácil, pero no lo es, porque además de muchas horas, hemos hecho muchísimos kilómetros. Además de una experiencia deportiva, ha sido una experiencia humana, pero claro, hay que estar preparados físicamente porque hay que enfrentarse a las inclemencias meteorológicas«, asegura José Manuel Rosa.

En total, la pareja ha recorrido más de 15.000 kilómetros en su furgoneta camperizada, aunque además les ha tocado tomar numerosos vuelos para llegar a las diferentes islas que conforman el mapa de España. Todo ha sido costeado por ellos mismos, demostrando su compromiso con la realización de este desafío personal en el que también han tenido que invertir todas sus vacaciones de trabajo.

«Han sido 300 kilómetros de senderismo, con rutas en las que hemos tenido que convivir con el frío, con el calor... y no es fácil. Porque hay picos que se pueden subir con relativa normalidad, pero hay otros, sobre todo la cornisa del norte, que son complicados», explican los jerezanos. Además, que algunas de las subidas se han terminado con «trepadas y a cuatro patas porque era la única forma de llegar a la cima». «La bajada es mucho más difícil porque se cargan las piernas, y la parte final de los grandes picos es desescalada, ahí sí que da más vértigo», explican.

Chary destaca que el ascenso más largo fue «el de Pica d'Estats en Cataluña, porque fueron casi 14 horas de subida, y la verdad es que nos llovió, tuvimos que afrontar partes con nieve... Lo normal han sido 10 horas de media y 7 horas la que menos, por eso digo que es difícil».

Los aventureros señalan que los picos más difíciles de subir fueron «el Aneto en Aragón, de hecho, ha sido el único en el que nos acompañó un guía porque nos daba respeto; y Torre Blanca en Cantabria, que costó bastante». «También no resultó fácil el Teide y el Mulhacén, porque pasando de los 2.800 metros, cuesta respirar», matizan los protagonistas.

Este reto lo han compartido parcialmente y hasta donde han podido con un compañero muy especial para ellos, su perro Custodio un ratonero andaluz que tal y como describen se siente como una cabra en las alturas. «Nos ha acompañado a muchas de ellas, aunque no a todas. Es un bodeguero que adoptamos en una protectora y al que le encanta la montaña. Aunque tiene ya diez años, está en forma«, relata José Manuel entre risas.

Tras completar este desafío monumental, la pareja, que están juntos desde hace 30 años, no puede dejar de maquinar y estarse tranquilos, por lo que ya piensan en una nueva aventura: subir también al pico más alto de Portugal, cerca de Lisboa, para de esta manera expandir su reto al de subir todos los picos de la península ibérica. La historia de José Manuel Rosa y Chary Jimena es un testimonio inspirador de perseverancia, pasión por la naturaleza y la determinación de alcanzar nuevas alturas. Su legado deja una huella imborrable en Jerez y en la provincia, demostrando que las montañas, aunque desafiantes, son escalables con dedicación y espíritu aventurero.

José Manuel y Chary, dos personas sumamente deportistas que han encontrado a través de su afición por el deporte una forma de conocer destinos, nuevos retos, de superarse, de sentirse orgullosos de lo que han ido consiguiendo y conservar en sus retinas impresionantes paisajes. Nos confiesan que lo que han llegado a ver, es más impactante que muchos de los monumentos más famosos del mundo que también han tenido la suerte de visitar. Se sienten unos privilegiados por lo que han logrado, pero eso no habría sido posible sin la perseverancia, la entrega y las ganas que han puesto a este «reto de los 16 picos», que tal y como definen ha sido muy enriquecedor a pesar del esfuerzo que les ha supuesto.

Los jerezanos tienen un proyecto ilusionante a la vuelta de la esquina y que pronto verá la luz, aunque prefieren ser cautos y no decir nada aun, pero nos han asegurado que va a gustar mucho a los aficionados a este tipo de retos y a los enamorados de la naturaleza.