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Laura González
Santander
Lunes, 16 de octubre 2023, 16:32
Después de estar ingresado en el hospital de Cruces varios días al final ha sido en Madrid donde el porteador paquistaní Murtaza Ghulam ha sido intervenido de las graves heridas que le había producido la congelación en sus dedos. El joven fue abandonado por ... sus clientes en el Himalaya después de haber sufrido un accidente a más de ochomil metros de altura.
Un equipo encabezado por el alpinista Alex Txikon y el cocinero paquistaní Isahq Muhammad, afincado en Vizcaya desde hace una década, le trajo al País Vasco para ser tratado. Pese a haber recibido las primeras atenciones en Cruces, en la noche de este martes fue operado en la capital de España. Le han amputado las falanges de seis de sus dedos, que estaban ya necrosados. ¿El motivo del cambio? «La celeridad y principalmente el coste de la intervención», según explican a este periódico.
Y es que en el Hospital Ruber Internacional, donde suelen prestar sus servicios a distintas ONGs, no dudaron en atender al paquistaní cuando tuvieron constancia de su historia. «Me pidieron que si podía ayudar a este hombre y lo hemos hecho», confirma a este periódico Ignacio Roger de Oña, el encargado de llevar a cabo la intervención quirúrgica, que arrancó sobre las 21.00 horas y duró aproximadamente hora y media. Una intervención que ha costado unos 1.500 euros.
«Como se podía ver en las fotos, el paciente ya tenía totalmente definido lo que estaba vivo de lo que estaba muerto, y lo que intentamos fue, con la piel que le quedaba, cortar lo mínimo a la distancia de los dedos para que tuviera los muñones lo más largo posible, para lograr que su mano fuera lo más funcional», explica el doctor. Murtaza tendrá que volver al centro sanitario el próximo martes para revisar una infección en uno de sus dedos.
El porteador recibió más de sesenta puntos en sus manos, y aproximadamente en dos semanas está previsto que inicie la rehabilitación. «Está contento y está bien. Al principio de la operación estaba un poco ansioso, quería que le intentara preservar la máxima longitud posible de los dedos, pero con el traductor se lo pude explicar, que nuestra idea era intentar ser lo más conservadores posibles, y no ha tenido ningún problema», añade el doctor.
El paquistaní, que tiene 24 años y es padre de dos niños pequeños, llegó a Bilbao hace unos días con visado sanitario. Para cubrir todos los gastos derivados de la operación se había puesto en marcha una campaña de ayuda económica, que aún sigue abierta. Según explica el grupo que le está ayudando, se trata de reunir todo el dinero que se pueda «para costear la intervención y que Murtaza tenga un futuro digno». «Ha venido con dedos, se va a ir sin ellos pero que por lo menos con el dinero que le quede se pueda abrir un negocio ya que no va a poder trabajar más», apuntan.
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