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Mara Llamedo
Santander
Lunes, 3 de abril 2023
«Orgullo». Esa es una de las principales palabras que se vienen a la boca de Rubén Cuesta Valparís cuando habla de los vericuetos de su trabajo, el cual tiene escenario principal los tres macizos de los Picos de Europa. «Soy afortunado de trabajar ... aquí haciendo lo que me gusta. Tantas montañas, tan juntas, tan altas, tan agrestes en tan poca extensión... Rutas y rutas que van de la vertiente norte a la sur y aglutinan características únicas, todas juntas, que no te encuentras en otros sitios. Es un orgullo ser anfitrión de estos lares. Nunca me canso de caminarlos ni de mostrarlos», cuenta este guía, un enamorado de las cordilleras que unen Cantabria, Asturias y León y que donde desde hace ya casi una década «pegó una patada al caldero», dejando atrás su formación universitaria y su trabajo para atreverse a hacer lo que de verdad le movía por dentro: estar en la montaña.
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No le ha ido mal. Quizás porque los empeños que se forjan desde el corazón siempre son acertados. Y Rubén Cuesta Valparís, de raíces asturleonesas -o como a él le gusta decir, «de Picos»- tuvo que verse trabajando en Madrid para darse cuenta que su corazón latía mejor cuando caminaba entre rocas, canales, colladas y cumbres. O quizás porque ha sabido crear una oferta diferente, basada en organizar auténticos viajes de aventura, de varios días de duración, por la soledad de las montañas.
«Cada temporada diseño una programación anual de viajes de trekking. El escenario principal por el que nos movemos son los Picos de Europa, sobre todo en los meses estivales, y siempre buscamos trayectos largos por lugares increíbles en los que puedes estar días sin encontrarte a nadie. Pero también diseñamos viajes por Pirineos, Alpes, Atlas, Nepal... Cada año se meten al programa rutas y destinos nuevos pero todos tienen el mismo fondo: inculcar el amor por las actividades de montaña y acompañar a la gente a conocer y vivir lugares impresionantes».
En su calendario de este mes de abril tiene programados ya cuatro viajes: uno de once días a Nepal que combina trekking, yoga y ascensiones a casi 4.000 metros de altura; otro de media semana a Marruecos, con expedición al monte Toubkal, el más alto del norte de África; también, un viaje de siete días para conocer el desierto del Sahara; y uno de dos semanas para llegar al campo base del Annapurna.
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Ya, a partir de mayo la programación ideada por Rubén Cuesta Valparís discurrirá por los Picos de Europa y alrededores, abarcando desde marchas a través de los Anillos, la ruta de la Reconquista, el trazado de la mítica Travesera o excursiones largas que abarcan recorridos que van desde la costa a lo más profundo de los Picos. Además, también ofrece salidas de un par de días en las que el yoga, la observación de las estrellas o el pastoreo y los quesos son temáticas extra que acompañan al trekking, completando la experiencia y haciéndola aún más intensa, siempre intentando modificar el concepto que se tiene de un guía de montaña, ofreciendo algo más que ir detrás de alguien, sobretodo ahora en tiempos de GPS.
«La planificación del calendario siempre tiene en cuenta a un público que busca unos días de retiro en la montaña, conectando con la naturaleza y desconectando de las rutinas. Para diseñarlo, se tienen en cuenta los distintos perfiles: personas con experiencia en caminatas largas pero también gente que quiere probar ese tipo de viaje por primera vez, incluso niños y gente mayor. Por eso, hay rutas de siete días pero también otras de dos o tres, haciendo vivac o durmiendo en refugios, destinadas a que toda la gente que quiera pueda probar esta opción de viaje de aventura en los Picos de Europa, independientemente de su experiencia previa en la montaña», explica Cuesta Valparís.
Sobre lo de buscar rutas poco masificadas o lugares apartados, Cuesta Valparís lo tiene claro: «Picos es un territorio agreste y peligroso, cargado de belleza y sorpresas paisajísticas pero también de trampas para las personas que no lo conocen bien. Teniendo en cuenta el boom actual de actividades de naturaleza, la masificación es un problema pero también lo es que mucha gente se mete a hacer rutas exigentes sin experiencia, sin unos conocimientos mínimos, una mínima planificación o simplemente sin el material adecuado. Nosotros buscamos rutas apartadas para potenciar la sensación de retiro y huir de masificaciones. Además, consideramos que ir acompañado de un guía titulado es vital y enriquece la experiencia. Igual que a la gente se le recomiendan alojamientos rurales o restaurantes según sus intereses, las oficinas de turismo debería recomendar siempre la compañía de un profesional y ofrecer un listado de los registrados en Turismo. Somos muchos, bien preparados, y cada uno ofrece algo que se puede adecuar a las necesidades de todos los que nos visitan, ahorrando así accidentes, rescates, sustos o malas experiencias», apostilla haciendo referencia a la cantidad de rescates que se han llevado a cabo en los últimos veranos a cuenta de personas que se meten a hacer rutas complicadas sin seguridad, equipo, acompañamiento o conocimientos reales del terreno.
Así las cosas, todos los oriundos y forasteros que quieran acercarse a Picos de Europa de manera intensa, pernoctando entre sus rocas y conociéndolos de cerca durante varias jornadas, tienen en Picos Outdoor y en Rubén Cuesta Valparís una opción perfecta para realizar un viaje de aventura inolvidable en el que la naturaleza, la seguridad, la cultura del lugar o los conocimientos sobre orientación acompañan una experiencia de trekking distinta, destinada a «perderse» de forma guiada por senderos apartados de un paisaje único y especial que tiene mucho que ofrecer para unas vacaciones diferentes.
«Llevo toda la vida caminando por los Picos y sigo sorprendiéndome en cada ruta de la inconmensurable belleza que acumulan. Cuando acompaño a la gente me convierto en uno más, alucinando con los desniveles enormes y todo lo bueno e increíble que acumulan estas montañas. En un sitio así, enamorarte del montañismo y de los deportes al aire libre es sencillo. Y en parte ese es mi objetivo: que la gente disfrute, que aprenda, que desconecten… pero también promulgar respeto por la naturaleza, el paisaje y sobretodo por la gente que lo trabaja y lo habita, poniendo una semilla para que prospere la afición montañera respetuosa y segura».
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