Campoo espera la llegada del oro blanco

La falta de nieve y de vacaciones en el calendario escolar han provocado, a juicio del responsable de esta y otras casas rurales de la zona de Campoo, que el puente sea «bastante flojo». En su caso, en años anteriores este periodo «es normalmente un puente garantizado de cuatro o cinco noches por reserva y ocupación completa». Este año, por contra, «son de dos o tres noches y tenemos menos del 50% de las plazas reservadas».

Con una clientela eminentemente familiar, los turistas vascos representan «un 60% de los ocupantes de las casas», a los que siguen los ciudadanos «de otras comunidades como Castilla y León o Madrid». En cuanto a los cántabros, «representan un 10 o 15% de los clientes». Aunque «la temporada fuerte del año coincide con el verano», el comienzo de la temporada de invierno, cuando las condiciones acompañan, supone un importante impulso para el negocio. PAra el propietario del complejo Las Casonas de Don Pedro, «la nieve es una garantía de que el grupo familiar se va a mover, y cuando hay una buena temporada las casas del valle se garantizan un 90% de ocupación durante los fines de semana». En su caso, trabaja con un equipo fijo y no requiere de contrataciones en los picos de demanda.

Responsable de Alquiler Brañavieja, negocio de alquiler de material y de clases y actividades relacionadas con el esquí y la montaña, Óscar Ruiz cree que la meteorología no va a acompañar para el puente, que marca el inicio de la temporada de invierno. «Las previsiones apuntan a que no va a haber suficiente nieve como para poder abrir», destaca. En su caso, el puente de la Constitución juega un papel relevante en el balance anual: «No te voy a decir que sea un tercio, pero se nota bastante».

Ruiz destaca que en este momento «Este deporte se ha popularizado y la gente tiene muchas ganas de esquiar al principio de temporada», a lo que se suman factores como «el cobro de la paga extra y el hecho de que al ser un puente largo las familias lo aprovechan para moverse y hacer planes». El responsable de Alquiler Brañavieja resalta que el impacto de este periodo se deja sentir en los negocios de toda la comarca, «desde el panadero hasta el que pone las ruedas a los coches». En su caso, el grueso de los clientes provienen del resto de Cantabria y de las comunidades limítrofes. Su equipo base, formado por cinco trabajadores, puede superar los 25 cuando están a pleno rendimiento.

Es uno de los negocios con más solera de la capital campurriana, y por ello conocen bien el puente de diciembre y el impacto que el inicio de la temporada de invierno tiene en la comarca de Campoo. Según la experiencia de su propietario, Anselmo Lázaro, «se nota porque es una ayuda extra respecto a lo habitual». La afluencia de «más visitantes de los que suelen venir en un fin de semana habitual repercute en todos los negocios de la zona», destaca. Se trata, fundamentalmente, «de familias que tiene aquí una segunda residencia y vienen los padres, los abuelos y los nietos», explica Lázaro, quien destaca que su presencia se traduce «en un mayor consumo».

El comerciante cántabro resalta que durante la temporada «se notan mucho los fines de semana que hay competiciones», así como las fechas más señaladas: «Navidades, Semana Santa, carnavales...». En el caso de Alimentación Lázaro, el incremento del trabajo durante este periodo no requiere de nuevas contrataciones. Entre sus clientes más habituales destacan «muchos portugueses y gallegos, así como gente que viene de Castilla», un público que «cada vez tiene más presencia en la comarca», concluye Anselmo Lázaro.

Para este guía de montaña y actividades deportivas de Reinosa, propietario de Picos Guías de Montaña, el inicio de la temporada llega marcado por la incertidumbre. «Dependemos tanto de la nieve y es algo tan aleatorio que este año, como tantos otros, las expectativas están muy abiertas», explica Pablo Santiago Mata. En su caso, dadas las características de sus actividades, depende más si cabe que el resto: «El esquí de montaña requiere de una nieve más reciente, mientras que para el alpinismo o la escala en hielo nos hace falta una nieve más dura y transformada». Pablo Santiago Meta reconoce que su punto álgido es «la temporada de verano debido fundamentalmente a que la gente tiene más tiempo libre». En invierno, por contra, «el volumen de trabajo es menor y se centra más en los fines de semana».

En invierno, explica, «se nos tienen que alinear muchos astros: que haya nieve suficiente pero que a la vez la meteorología permita realizar las actividades», resalta. Entre sus clientes se cuentan «muchos extranjeros y gente de otras comunidades, especialmente las limítrofes». Aunque en su caso suele trabajar solo, cuando la temporada lo demanda se apoya «en otros compañeros, y viceversa», explica.

En la Sidrería Avenida de Reinosa, regentada por Ramiro Gonzalo, este puente «es muy importante porque, aunque suelas trabajar bien, te da un plus». En su caso, ese añadido se traduce en «dar más comidas y cenas, tener más gente en la barra, atender a quienes se aloja en los hoteles....», resalta. Llevados a las cifras, este escenario «implica un aumento del trabajo del 20% en el restaurante, mientras que en el hotel puede llegar al 80%», explica. «Y eso es aquí, en Reinosa, porque en Campoo significa pasar de estar cerrado a estar abierto». Por ello Gonzalo también destaca la importancia de que llegue la nieve: «Si caen aunque sea cuatro copos y se abre el puente, eso significa una transformación total del inicio de temporada», ensalza. Tanto es así que no duda en afirmar que «este puente, con nieve, es el mejor del año».

«Son los momentos que te hacen ganar dinero», añade, tras resaltar que «aquí la temporada de verano es buena pero no se puede comprar con la costa». Sus clientes, explica, se dividen entre los que vienen de fuera, que son los que mayor gasto realizan, y quienes llegan del resto de Cantabria para pasar el día. De cara a la temporada ha contratado a dos camareros.

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