Un desprendimiento destroza un tramo del canal de la central de Urdón

El motivo de la actuación ha sido que el temporal de nieve y agua ha producido la rotura de un trozo de la pared del canal, no permitiendo que el agua pueda discurrir por el mismo. Por este motivo, Repsol, propietaria de la central, ha contratado los servicios de la empresa Construcciones y excavaciones José María Pardo, del municipio asturiano de Arenas de Cabrales, para que sus obreros realicen las tareas de reparación de la pared.

La primera intención de la empresa fue transportar agua y materiales con ayuda del helicóptero, hasta el lugar donde se produjo la rotura, ya que es de difícil acceso debido a la nieve acumulada. El destino del agua era para proceder a la limpieza del desprendimiento antes de actuar. Para ello, al no poder recogerla del pequeño embalse de Lebeña, debido a que se encontraba helada por las bajas temperaturas, lo tuvo que hacer desde Poncebos (Asturias). Lo que sí se hizo desde el lugar de la Estación, entre los barrios de Bejes, de La Aldea y La Quintana, fue trasladar las sacas de arena y cemento hasta la rotura. También, trabajadores de la empresa de Arenas de Cabrales accedieron desde Urdón a la caseta de la central, para desde allí poder llegar al lugar en el que se había producido el desprendimiento.

El trozo de pared afectado por el derrumbe se localiza en el lugar conocido como Roñonuevo, cerca del nacimiento del río, en terrenos de Bejes.

La central de Urdón fue construida por Hidroeléctrica Ibérica a inicios del siglo XX, finalizando las obras, así como la construcción del canal, en el año 1912. En el año 1952 sufrió un importante incendio y se reconstruyó, y en 2018 la empresa fue adquirida por Repsol, después de muchos años de Electra de Viesgo al frente de ella. La central está automatizada y se controla desde la localidad cántabra de Puente San Miguel.

El canal construido tiene siete kilómetros de longitud y 4,200 de ellos discurren por terrenos de Bejes, desde donde nace en la cueva de Roñonuevo, hasta el lugar de la Planchada de Cuetolluengo. Desde ahí, hasta Cueto Dave, discurre ya por terrenos de Peñarrubia. Desde lo alto, el agua baja a la central de Urdón por una tubería, en un plano casi vertical, y la fuerza del agua mueve las turbinas. En los años de construcción del canal, varios obreros, entre ellos cinco lebaniegos, fallecieron por accidentes, debido a la peligrosidad de la zona por donde discurre.

La concesión que la localidad de Bejes hizo en el año 1906 a la empresa Hidroeléctrica Ibérica fue de 3.000 litros por segundo. En los años 60, Electra de Viesgo, recreció todo el canal en unos 10 centímetros.