«Al Asón viene mucha gente a hacer vías ferratas y tenemos en mente construir dos más»

-Un verano un tanto atípico este...

-Sí. Estamos intentando retomar el ritmo. Es un lío, entre medidas de seguridad, de protección, extranjeros que no vienen, que solo puedes trabajar con grupos unifamiliares... Es algo nuevo y hay que adaptarse. Estamos muy por debajo de lo normal, pero se está trabajando poco a poco. Ahora lo estamos haciendo todo on line y hay menos cancelaciones.

-¿Cómo afecta el covid-19 al turismo de aventura?

-Estamos trabajando con grupos unifamliares o que vienen en el mismo grupo. No mezclamos grupos de clientes diferentes.

-¿Está beneficiando a la comarca este cambio de modelo del turismo de masas al turismo de aventura?

-Nosotros siempre hemos tenido un planteamiento muy personal del cliente y eso no lo vamos a cambiar. Nos puede beneficiar en cuanto a la demanda de esa gente que va a venir a buscar a los que trabajamos con grupos pequeños. Que no vengan extranjeros no nos está afectando y sí estamos detectando que está viniendo mucho cliente nacional.

-¿Cree que se mantendrá en el tiempo?

-Tenemos una buena oportunidad de que nos conozcan y de que sepan nuestra forma de trabajar. Si lo aprovechamos yo creo que puede ser beneficioso. Siempre hemos tenido la misma forma de trabajar y ahora es lo que se está demandando.

-Esocan habrá tenido poco trabajo en el confinamiento

-Rescates cero, porque no ha habido movimiento, pero también nos ha fastidiado nuestro plan de formación y de entrenamiento. En cualquier caso el contrato que teníamos con el Gobierno de Cantabria caducó el 5 de julio y están intentando renegociar, pero no sabemos nada. Ahora mismo el tema del rescate en Cantabria está en el aire.

-Imagino que el confinamiento se lleva mejor cuando uno está acostumbrado a estar en cuevas.

-No crea, porque lo que nos gusta es escapar, salir de casa y meternos en otro sitio. El haber estado encerrados en casa se ha hecho duro, sobre todo porque hizo muy buen tiempo durante el confinamiento y nos fastidió la parte final de la temporada de nieve y de esquí de travesía. Estar en casa vuelve loco a cualquiera que está acostumbrado a salir al monte.

-La candidatura de la Fundación Espeleosocorro Cántabro ha sido seleccionada por la European Cave Rescue Asociation como sede para el encuentro de grupos de espeleosocorro.

-Nosotros pertenecemos a la European Cave Rescue Asociation (ECRA) y todos los años piden candidaturas para organizar el congreso en países de los miembros. Presentamos nuestra candidatura y ganamos. Hemos estado con el impás del virus, que no se sabía que iba a pasar, y ahora estamos a pleno rendimiento organizándolo para noviembre, porque va a ser un curso internacional de espeleosocorro, un simulacro internacional y el congreso propiamente dicho. Si el virus nos deja, la primera quincena de noviembre esto va a ser el referente europeo del espeleosocorro.

-¿Qué opina del proyecto del Geoparque de los Valles de Cantabria?

-Estamos trabajando con ellos a tope. Nosotros ya teníamos un proyecto de Geokarst, de crear rutas turísticas sobre la geomorfología kárstica. Se la propusimos y les ha encantado. Ahora estamos trabajando en ella y ojalá salga. Hay competencia dura. Es extraño que en esta región haya dos candidaturas cuando debería haber solo una, porque la propuesta de Costa Quebrada es una copia casi exacta del Geoparque vasco y en cambio en la nuestra la diferencia importante es que se ofrece conocer la geomorfología externa, pero también la interna.

-¿En qué consiste el proyecto de Geokarst?

-Se trata de crear rutas con teléfono móvil que te va llevando de un lugar a otro en los que estás viendo distintos elementos geomorfológicos y el teléfono te interpreta lo que estás viendo. Luego en unas rutas circulares te va llevando por los distintos elementos geomorfológicos de un karst que aquí los tenemos todos, incluso glaciares. Esto es en el exterior, pero si quieres conocer el interior te pondrá en contacto con empresas o guías profesionales para contratar una ruta subterránea en la que ese guía te va diciendo lo que estás viendo en el interior y que relación tiene con el exterior.

-El año pasado se inauguró la cuarta vía ferrata de la comarca y pronto se construirá una tirolina en Soba. También hay cuevas, rutas de senderismo, escalada, descenso en canoas... ¿Se potencia como merece?

-Sí. Se esta notando. Las ferratas están funcionando muy bien. Está viniendo muchísima gente y están repitiendo, y ya tenemos en mente otras dos. Como consecuencia ya están empezando a venir empresas del norte de Burgos y del País Vasco a traer aquí a sus clientes. Ellos captan sus clientes donde los capten, pero les traen aquí a gastar el dinero.

-¿Y qué hay del Centro de Alto Rendimiento de Arredondo?

-El edificio está hecho y solo falta la construcción de un depósito de agua antiincendios en Arredondo. Llevamos cinco años así, con la infraestructura terminada y una inversión realizada para que se vuelva a deteriorar cuando podíamos tener allí ya la escuela, el grupo de Espeleosocorro, el congreso europeo y programas europeos a los que nos estamos presentando.