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El oficio de guía está dejando de ser una novedad en nuestras montañas. Encarna a esa persona que, gracias a su sensibilidad, formación y capacitación, puede hacer que las experiencias en el agreste mundo vertical sean seguras y satisfactorias. Desde hace un tiempo, esta labor ... nacida hace 200 años en las faldas del Montblanc, en los Alpes franceses, está presente con fuerza en la geografía montañosa de la península. Aporta toda la confianza que el incipiente visitante no es capaz de obtener por sí mismo. Entre los que trabajan en los Picos de Europa destaca Víctor Sánchez, con más de 23 años de experiencia y descendiente de una familia de pastores de alta montaña. Ha escalado un sinnúmero de montañas en todo el mundo, es también técnico del Grupo Asturiano de Espeleosocorro y un gran aperturista de vías de alta dificultad. También ha participado en las restauraciones de vías históricas de escalada, siendo la última el 'Pilar del Cantábrico' al mítico Picu Urriellu.
Hoy estará en el rocódromo Quality Center de Viérnoles impartiendo un taller sobre escalada en solitario, donde proyectará uno de sus últimos audiovisuales, una actividad que queda enmarcada en las Jornadas de Montaña que organiza el centro deportivo de Torrelavega los días 9, 16, 23 y 24 de este mes.
– ¿Cómo ve el panorama actual de la escalada, en general?
–No cabe duda de que la escalada ha crecido mucho durante éstos últimos años, en especial tras la victoria de Alberto Ginés en los primeros Juegos Olímpicos. En la actualidad, hay nuevos y muy buenos rocódromos o salas de escalada, como el Quality Center, con profesionales muy bien formados y muchos avances en los sistemas de entrenamiento, algo de lo que se carecía hasta hace pocos años.
¿Qué líneas de evolución observa en este deporte?
–La escalada como deporte ha ganado con amplia diferencia a la tradicional de montaña. Los nuevos escaladores se centran más en la dificultad de los movimientos que en el riesgo o compromiso. Así se podría decir, que a día de hoy el grado de dificultad es el principal objetivo, por encima de disfrutar de un bonito día escalando en la montaña. También, y continuando la tendencia de la sociedad hacia el consumo, pienso que cada vez hay más consumidores de vías que escaladores que aporten de manera altruista a la comunidad, como tradicionalmente ocurría, al menos cuando yo comencé a escalar.
–La afluencia de gente a este deporte es notoria en los últimos años y ha hecho posible que empresas y profesionales puedan dedicarse a ello como trabajo. ¿Cómo valora esta demanda?
–Es bonito e interesante ver cómo la gente invierte en deporte y ocio, algo para mí muy importante de cara a nuestra salud mental. Desgraciadamente, en España hay un caos inexplicable en cuanto a que cada comunidad autónoma tiene su propia legislación a la hora de regular ciertas cosas. Esto da lugar a competencias desleales, intrusismo y una competencia de precios que no hacen otra cosa que romper el mercado. La norma tendría que ser una, y la misma en todo el país.
–Se empiezan a ver problemas derivados del aumento de afluencia e interés, como la reciente polémica por una famosa ruta de escalada en el Picu Urriellu. ¿Qué ha pasado en esa vía, 'Sueños de Invierno'?
–Es un tema delicado aún por aclarar. Es indudable que en Picos de Europa tenemos una ética en cuanto al respeto de las vías antiguas. En esta ocasión, un grupo de escaladores madrileños han venido con taladro y chapas a la Vega para escalar una vía ya abierta, 'Sueños de Invierno', con la idea de restaurarla e intentar repetirla en libre. El problema de esta vía es que durante el paso de los años, los escaladores que han ido pasando han añadido anclajes, y esto no respeta el sentido de la escalada original. El objetivo de una restauración correcta es devolver las vías a su estado original, pero con nuevos anclajes equivalentes a los de la época: ni uno más ni uno menos. Nadie está obligado a escalar una vía, es una elección personal, al igual que la de asumir o no el riesgo y compromiso de ciertas escaladas.
–En esta faceta formativa, ¿cree que ahora hay más facilidades para recibir formación y más interés por parte de los usuarios? ¿Qué importancia le da?
–Pues claramente, sí. Cada vez hay más oferta, más variedad de cursos, tanto 'indoor' como 'outdoor' y lógicamente ésta ha de ser de calidad, sobre todo en las maniobras de seguridad. Cuantos más usuarios, más mercado habrá, además de que, como anteriormente he mencionado, la calidad de los centros de escalada ha aumentado de manera increíble.
–Háblenos un poco del taller que va a impartir en el Quality Center de Viérnoles. ¿Qué va a mostrar?
–La idea es acercar los principales rudimentos de la escalada en solitario a quien esté interesado. Hablaré sobre técnicas de aseguramiento, trucos y detalles que he aprendido durante estos años de actividad. Sobre todo, quiero dejar claro los conceptos básicos. Es una modalidad peligrosa y la gente se suele formar en algunos casos viendo vídeos que encuentran por la red. Escalar en solitario ya es de por sí arriesgado, aunque muy completo porque tienes que hacer todo tú solo, pero quiero incidir en la necesidad de no cometer errores elementales y graves. Hay cosas que se aprenden a base de fallar, y yo aquí puedo aportar mi experiencia y desarrollos técnicos, ya que he inventado algo de material específico.
–Este deporte tiene en origen un gran componente emocional. ¿Cree que las nuevas generaciones necesitan también de una formación 'en valores' para que no pierda su esencia y respeto a la naturaleza?
–¡Por supuesto! Yo siempre digo, que formarse con la vieja escuela quizás no influyese tanto en el grado o dificultad que pudieras hacer, pero sí en la educación y respeto al medio natural. Para mí, la gran culpa de esto es que el deporte ha ganado a la aventura. Tenemos que partir de la base de que, en líneas generales, la sociedad como tal ha perdido el norte en lo que son los valores y el respeto. Que a día de hoy sigas viendo a personas tirar basura en el monte, es increíble.
–Con una actividad dedicada en los últimos años a abrir vías de alta dificultad de manera altruista, ¿Cómo quisiera ser recordado como escalador y persona que ha nacido y vivido en las montañas?
–Sinceramente, no espero ser recordado, es algo que me da igual, solo deseo que las vías que abro se disfruten. Todo esto que hago es por una razón muy personal, diría que es una terapia y una manera que he tenido de superar ciertos problemas en mi vida, como un accidente o la pérdida de varios seres queridos. En la actualidad, me ayuda a sobrellevar unos problemas de salud extraños que tengo, para mí es lo más parecido a un psicólogo.
–¿Qué enseñanza le gustaría transmitir a quien decide hoy empezar a escalar?
–Que disfrute, que se olvide del grado y que vea la escalada como una manera de superación personal. Que no tenga prisa, que salga a la montaña siempre que pueda y, sobre todo, que vuelva.
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