El cueto Agüeros y la belleza de Liébana, protagonistas del programa de Calleja con Revilla
CANTABRIA EN TV ·
El presidente invitó al aventurero a conocer una cavidad de difícil acceso en la que se refugió Segundo Bores, uno de los últimos guerrilleros lebaniegos, que se conserva en el mismo estado en el que la dejó en 1944
La belleza de Cantabria ha vuelto a ser objeto de la atención de miles de espectadores (1.334.000) que el domingo por la noche se sentaron delante de la televisión. Jesús Calleja volvía con su programa en Cuatro con la región como destino inicial y Miguel Ángel Revilla como primer invitado de la temporada. Pero esta vez la llamada no partió del aventurero, ya que fue el propio cántabro quien le propuso el reto: «Tienes que venir a Liébana porque tengo algo como no has grabado en tu vida». El pasado mes de octubre, el equipo del programa se desplazó a Liébana para ascender a la cueva en la que vivió Segundo Bores, uno de los últimos guerrilleros lebaniegos y que se conserva en el mismo estado en el que la dejó en 1944.
A pesar de que acceder hasta allí es sólo apto escaladores profesionales, el programa mostró el complicado ascenso del presidente, de 77 años, que con la ayuda de guías expertos intentó ascender para llegar al lugar del hallazgo. «Lo que montamos allí arriba para que subiera Revilla -cuerdas, sistemas, pasamanos, tirolina…- ha sido un hito en el programa. Nunca habíamos hecho un despliegue de ese nivel», confesaba Calleja.
La historia que ayer se emitió en Cuatro gira en torno a Segundo Bores, nacido en Bejes en el año 1908. Después de la guerra 'se echó al monte' con varios compañeros, como los hermanos Mauro e Ignacio Roiz, Ceferino Campo 'Machado', Santiago Rey o José Campo, nacidos en su pueblo, así como otros que, poco a poco, se fueron incorporando.
Francisco Caso, del Greim de Potes, explica a Calleja cómo descubrió la cueva.
CUATRO
La cueva Agüeros fue muy utilizada por aquel grupo que, desde la collada Celis, instalaron peldaños de madera de enebro, cables, alambres y cuerdas. Aquel lugar era conocido por pastores de la zona, principalmente de Lebeña, y hace unos años fue descubierta durante una expedición por Francisco Caso, uno de los guardias del Greim de Potes.
Caso intervino también en el programa de Calleja recordando que «estaba buscando por ahí cuevas y unas zonas para escalar, y me encontré un lugar inaccesible donde había habitado alguien». Ese alguien era Segundo Bores, un maqui que se ocultó durante cuatro años en aquella cueva de Liébana tras la Guerra Civil.
«Estaba casado con una mujer de Lebeña y la cueva estaba en un punto estratégico desde el que divisaba ese lugar», explicaba el agente del Greim. «Hay unos 25 metros que son verticales que hay que escalar», aseguraba el experto, dejando claro que era todo un reto para Revilla subir hasta allí. Calleja era consciente de la dificultad y de que el presidente cántabro era el invitado de mayor edad que ha pasado por el programa.
Imagen. Revilla y Calleja charlando durante la subida.
CUATRO
A sus 77 años, el de Polaciones tiró de carácter y se presentó en camisa para grabar el programa. «¿No tenías otra más deportiva?», le decía Jesús Calleja. «Es que soy un dominguero», espetaba el presidente. Durante la subida, Revilla se mostraba muy seguro de sí mismo y hasta se acordó de la oposición: «Esto a los rivales políticos les desmoraliza muchísimo porque piensan que estoy acabado».
Debido a las condiciones climatológicas y el fuerte viento, el cántabro se quedó a los pies de la parte más vertical de la ruta y dejó que fuera Calleja quien llegara hasta la cueva. Durante el camino vertical, el aventurero no dejaba de sorprenderse imaginando cómo aquellos hombre podían subir por aquella pared con los medios que tenían. Una vez en la meta Calleja descubrió la cantidad enseres que todavía permanecen allí: moldes de calzado, latas, palos...
Imágenes de la subida de Calleja a la cueva y detalles de lo que encontró allí.
CUATRO
Segundo Bores falleció a los 36 años, en 1944, en el Salto de la Cabra, muy cerca del Dobrillo (Bejes) donde, junto a su compañero Daniel Rey, fue localizado por unos guardias civiles que abrieron fuego sobre ellos y acabaron con su vida.
El presentador quiso sorprender a su invitado con una videollamada a Ramón, el hijo de Segundo Bores Otamendi que vive en México. Con la voz entrecortada los tres se emocionaron mucho al leer dos cartas que el guerrillero lebaniego escribió a su mujer mientras ella estaba en la cárcel y en las que destacaban el amor que sentían hacia su hijo. «¿Me dejas que acabemos en un tono un poco alegre y que no lloremos tanto?», le pedía Revilla a Calleja para terminar cantando un tema típico lebaniego.
En su viaje a Cantabria, Calleja también recorrió de la mano de Revilla los lugares que marcaron su infancia, incluyendo un paraje donde tuvo un encuentro fortuito con otro maqui cuando tenía tan solo nueve años. «Me quedé marcado tras conocer al maqui. En ese momento pensábamos que eran bandidos, pero nos equivocamos. Ahora lamento no haberlo podido ayudar porque esas personas pasaban verdadero terror», explica. Salceda, el pueblo natal del político, y Las Llampizas, un monte donde Revilla vivió el ataque de una manada de lobos mientras cuidaba de un rebaño de ovejas, fueron otros de los lugares que se mostraron en el programa. Si quiere verlo completo, pinche aquí.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.