Eduardo Marín: «La escalada es un medio de inclusión social»

–Han inaugurado las jornadas de la Semana de Montaña de Reinosa, contando su experiencia. ¿Cuáles son sus orígenes en el deporte de la escalada?

–Yo era un niño con sobrepeso, problemático en los estudios y no tenía ninguna pasión en especial. Que mi padre me llevara a la montaña liberó un resorte en mi cabeza y me fui metiendo en ello poco a poco, para ya nunca dejarlo. Comencé de esta manera con mi padre en Montserrat, haciendo vías de varios largos y a mí me gustaba toda la idiosincrasia de la escalada; la aventura, el compartir vivencias con un compañero; pero un incidente ocurrido cuando empecé a escalar hizo que cambiara a la escalada deportiva, por seguridad, y ahí despegó mi carrera.

–¿Qué supuso ese cambio de modalidad?

–Empecé a competir y a lograr buenos resultados, ganando pruebas, títulos; fui el primer escalador en la historia en ganar los títulos de campeón de España de Boulder y dificultad en un mismo año, 2006, y le dediqué todos mis esfuerzos durante 12 años. Esta etapa llega a su fin también de manera natural, y en ese momento reseteé mi cabeza para volver al origen de la escalada; la aventura. Propuse a mi padre volver a las montañas con el proyecto de escalar vías de dificultad en grandes paredes significativas de todo el mundo y al principio no estaba convencido, pero rápidamente cambió de opinión. Se formó nuestra cordada entre padre e hijo y comenzamos viajando a escalar 'Panaroma', en los Dolomitas Italianos.

–Una de sus características más reconocibles es que escalan juntos, padre e hijo, en una dupla que rememora algunas de las más conocidas en el mundo de la montaña, como los hermanos Huber en Alemania, o ya en España los también hermanos Iker y Eneko Pou ¿Cómo es su relación?

–A nivel de relación padre e hijo es peculiar, lo considero más amigo que padre. Siempre estamos de cachondeo, incluso en los momentos de tensión colgados en una pared hay unas risas. Él siempre saca la parte más divertida de todo y en esos momentos transmite calma, ayuda a serenarse, a templar los nervios y encarar las dificultades relajados. En ese aspecto, como equipo, funcionamos compenetrados y yo estoy feliz de compartir mi hobby y trabajo con las personas que quiero.

–Sus proyectos de escalada son significativos. Aunque 'Valhalla' es el último y más difícil por su impresionante techo en China, ¿hay algún otro al que le dé un valor emocional especial?

–Sí, por motivos obvios, la vía que abrí en Montserrat, 'Tarragó Plus', siendo el sitio donde comencé a escalar, es muy sentimental para mí.

–Además de mostrar su nivel y estado de forma, ¿qué aporta al mundo de la escalada?

–Sobre todo creo que con mi ejemplo quiero dar un poco de inspiración a los escaladores que nos observan y siguen a través de las redes sociales. Mis proyectos me gustan a mí, son mi sello personal y no los planeo pensando en nadie más que en mí, pero me gusta que esta trayectoria ayude a las nuevas generaciones a plantearse retos. El hecho de motivarse y dar ideas a los demás.

–El nivel de España en las diversas modalidades de escalada es alto, pero, ¿qué cree que se puede mejorar en este deporte?

–Seguramente nos hacen falta mejores instalaciones; nuestro oro olímpico, Alberto Ginés, no tiene un lugar oficial para entrenar en buenas condiciones, en las mismas que se encontrará en sus pruebas competitivas, esa es la gran diferencia con Europa.

–Acuden a esta llamada de la Semana de la Montaña en Reinosa ¿Qué importancia tiene la divulgación y la educación?

–Hay cada vez más afición y cultura de montaña y escalada en España. La diferencia es que se está llevando esto a las grandes ciudades, a un público más generalista, a través de los rocódromos, y las nuevas generaciones quizá no necesitan o no saben que hay unas montañas al otro lado de la puerta, y no pasa nada. Ahora hay más ramificación en este deporte, y veo sobre todo una división entre escaladores indoor y outdoor, pero no hay que subestimar los beneficios de la escalada como deporte, y como medio de inclusión social. Las nuevas generaciones quizá no conocen los orígenes de este deporte, esos viajes que hacíamos con amigos para descubrir paredes de roca, pero ahora hay colectivos sociales, niños con problemas de cualquier tipo que pueden verse beneficiados de los valores de la escalada como deporte. Así, veo nuestra labor divulgativa como ofrecer una chispa que pueda prender en quién sabe qué personas.