«Escalar en estas montañas con un amigo es una suerte»

-Aquí en Campoo nació su pasión por la montaña, ¿Cómo fueron sus orígenes?

-Comencé a escalar con 14 años. En aquel momento mis amigos y yo íbamos a los Scouts y allí tuvimos los primeros contactos con la escalada. En verano escalábamos en Los Peños y Recuevas y en invierno tocaba ir alrocódromo y subir a esquiar a Alto Campoó para comenzar con alguna actividad de alpinismo. Otros amigos más mayores de Reinosa nos ayudaban en el aprendizaje, por lo que por suerte no todo fue de manera tan autodidacta.

-Es un alpinista polivalente y un guía concienzudo, pero ¿en qué terreno se encuentra más cómodo?

- La verdad que la disciplina de la montaña que siempre me ha gustado más es la escalada en roca. Lo bueno es que no hace falta decantarse por ninguna disciplina y todas se complementan. Aún así, la escalada en roca siempre está más presente ya que se puede practicar todo el año y para mí es la base tanto física como técnica en buena parte de todo el resto de actividades más alpinas.

-Un alpinista profesional ¿busca más montañas en vacaciones?

-Para mí un día de trabajo y un día libre no difieren demasiado. Mi trabajo principalmente lo desarrollo por temporadas siendo más marcadas la de primavera con el esquí de travesía y la de verano con el alpinismo y escalada en roca. Pero sí, casi todos mis días libres, esté donde esté, habitualmente los paso haciendo actividad con amigos. Mi trabajo para nada me quita las ganas de salir a escalar.

-Se ha ido junto con su compañero y amigo Roberto Muñoz a escalar 'Eternal Flame' en Pakistán.

-Si, era un reto que nos motivaba. Esta via se abrió en 1989, por un equipo mítico de los escaladores más fuertes del momento y marcó el devenir de lo que sería el futuro de las escaladas en grandes paredes alpinas. Es un lugar remoto con todo lo que conlleva. Nosotros hemos contratado la logística de la expedición a nivel de campo base, pero por encima, es decir, al empezar a escalar la montaña, hemos estado solos y en autosuficiencia. Ha sido una escalada increíble y realmente hemos disfrutado de la escalada aquí arriba, sólo nosotros y la pared.

-¿Y cómo ha sido escalar con Roberto?

-En este tipo de actividades, donde puede haber momentos duros por muchos motivos, es importante conocer bien a tu compañero para que hasta lo difícil pueda llegar a no serlo tanto. Hacer esto con un gran amigo es una suerte. De hecho tampoco me imagino realizarlo de una manera que no sea esa. Hemos gestionado toda la escalada como hacemos habitualmente y en este caso la dificultad añadida a la propia de la ruta, es la altura a la que transcurre, que inevitablemente pasa factura. Escalar en pared a 6.000m de altitud no es cosa baladí.

-¿Cómo ve la evolución y futuro de la escalada/alpinismo?

-La evolución de la montaña y el alpinismo tiende a separar un poco más cada una de las disciplinas. Antes era más común que todos hicieran de todo. Ahora se está viviendo un boom en cuanto a la especialización en estos deportes como la escalada. Cada vez hay más escaladores que sólo escalan y entrenan en rocódromo y gimnasio y se lo toman como sus ratos de practicar algún deporte para mantenerse en forma. Y era la evolución natural que iba a llegar ya que es un ámbito más seguro y accesible. Escalar en rocódromo y al aire libre yo lo considero casi dos deportes diferentes. Desde luego son complementarios si practicas ambas, pero en caso contrario, no hay apenas transferencia de una a otra disciplina. La escalada en el medio natural involucra muchos otros aspectos que hay que aprender además de jornadas más largas de dedicación. Al final cada deportista, en función de sus intereses o ambiciones se quedará practicándolo hasta el punto en que le aporta algo, eso es lo único que debe buscar cada persona.

-¿Qué le diría a los jóvenes que empiezan?

Que la montaña es increíble; elige lo que más te guste y hazlo porque realmente te motiva y te inspira, no te preocupes de números porque llegan a causar frustración. Disfruta con intensidad de todo lo que hagas.