Un fin de semana de esquí en Alto Campoo

Y es que, los aficionados a la nieve llevan todo el invierno soñando con descender por las pistas de Alto Campoo y ahora, aguantar las inclemencias del tiempo es poca penitencia para poder esquiar, siempre y cuando, claro está, se puedan abrir las instalaciones. Cuantos más remontes y más pistas mejor.

No hicieron mal del todo los que apostaron por este fin de semana de esquí, sobre todo si su apuesta se centró en el domingo, puesto que, las cosas fueron mejorando con el tiempo. Así, el sábado amanecía Alto Campoo con sólo dos pistas abiertas, las verdes Calgosa I y II. Por lo tanto sólo la zona baja de la estación estaba disponible para la práctica del esquí, por lo que la estación puso a disposición de los usuarios tarifas especiales. Y aunque no es el escenario ideal para una práctica deportiva de alto nivel, tampoco es mal caldo de cultivo para familias o aprendices que tuvieron la oportunidad de conocer el mundo del deporte blanco por un precio de 16 euros los adultos y 11 los niños. Pero la cosa fue mejorando, y ya por la tarde las condiciones permitían abrir el telesilla de Pidruecos, lo que aumentaba considerablemente el área esquiable. Así, al disminuir el viento en las cotas medias, quedaron abiertos cuatro remontes con acceso a un total de seis pistas.

El domingo amanecía tal y como había finalizado el sábado, con sólo las pistas de debutantes y la silla de Pidruecos abiertas. Pero ya a las 10.30 horas la cosa mejora, el viento disminuye y permite abrir el telesilla de Río Híjar y las perchas de Tobogán I y II. Quedaron abiertas en ese momento todas las líneas verdes y la mitad de las azules, aunque aun no había disponible ninguna pista para los esquiadores expertos. Sólo una hora después, y gracias al descenso del viento, arranca la silla de Río Híjar y ya se pueden abrir pistas para todo tipo de públicos, también para esquiadores espertos, que tienen a su disposición el acceso a Cuchillón.

Así ha sido este fin de semana de esquí en Alto Campoo, en el que, para compensar ha habido una calidad de nieve excelente, polvo de entre 50 y 70 centímetros de espesor medio. Quizás esto no consuele del todo a los esquiadores más expertos, que siguen con ganas de deslizarse por las laderas nevadas de Tres Mares, Los Asnos o El Chivo; pero sí ha ofrecido una gran experiencia para algunas familias que han podido disfrutar de las zonas de principiantes, en una temporada en la que la nieve en la estación cántabra no ha permitido disfrutar en exceso de la práctica del deporte blanco.