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Los participantes, poco después de tomar la salida. Pedro Álvarez
Lucía Ibáñez, como en casa

Lucía Ibáñez, como en casa

El Campeonato de España de Snow Running reúne en Fuente Dé a cientos de raquetistas en una jornada entre lo competitivo y lo festivo

Domingo, 8 de marzo 2020, 08:33

Es ya parte del paisaje; una forma de desafiar a la nieve, a los rivales y a uno mismo. De convertir un medio hostil -aunque ayer un poco menos, con escasa nieve- en compañero. Y de disfrutar de un paisaje que abruma más incluso que el esfuerzo al que se enfrentan aquellos atrevidos que se lanzan el Fuente Dé al Campeonato de España de raquetas. Ese que cataliza Liébana año tras año. Ese que además de su faceta competitiva tiene su hermana pequeña, o mayor, según se mire, en la raquetada popular que le sucede. Y que va a más. Ayer fueron alrededor de 500 los que desafiaron al tiempo para completar la jornada de ruta; los que querían ponerse a prueba o disfrutar de la marcha sin el estrés y la exigencia de luchar por el título, de mantener el ritmo, de mirar el reloj. De no ser el último.

Claro que a cambio no pudieron disfrutar de ese momento de gloria que sí saboreó Lucía Ibáñez, cántabra, favorita y campeona que sabe muy bien a qué sabe ganar en casa. «Al principio se hizo algo de tapón en la carrera, pero fui regulando poco a poco y he ido de menos a más, por lo que estoy muy satisfecha», decía exultante en Fuente Dé.

Le tocó compartir protagonismo con un leonés que ya es como de casa: Manuel Merillas, el primero en cruzar la línea de meta lebaniega en una carrera con menos nieve de los esperado o deseable, lo que obligó a modificar el circuito para diseñar uno que discurrió desde las inmediaciones de la estación superior del teleférico de Fuente Dé hasta el Hoyo sin Tierra pasando por La Vueltona. Por si fuera poco, dos vueltas completas para regresar de nuevo hasta la línea de meta en un recorrido de nueve kilómetros y medio, duro y con fuerte desnivel por el interior del macizo central de Picos de Europa. Más 100 especialistas pueden dar fe de lo exigente de la cita. Y quizá menos nieve que otros años, pero en perfecto estado: «La nieve estaba perfecta para la prueba y además corro en casa».

Además de Lucía Ibáñez otro cántabro, Roberto Ruiz, llegaba en buena forma y con ganas de protagonizar un doblete montañés. Quizá a los no iniciados no les suene el nombre, pero si presentan sus credenciales, las de subcampeona y campeón mundial de la disciplina, respectivamente, el asunto cambia bastante y deja ver su verdadero potencial. El suyo y el de la séptima edición de la Picos Snow Running, organizada por Picos Xtreme Sport, y que una vez más servía como Campeonato de España de la especialidad.

La salida tuvo lugar a las 15.00 horas desde las cercanías de la estación superior del teleférico de Fuente Dé y desde el primer momento, Manuel Merillas y Roberto Ruiz, se destacaron del resto de corredores. Después de la dura subida pasaban por primera vez por el Hoyo sin Tierra, ya por ese orden y seguidos por Chema Martínez, que también hizo una gran carrera pese a ser su primera prueba con raquetas de nieve.

En el segundo paso por el Hoyo sin Tierra Merillas pegó un fuerte tirón y se distanció lo suficiente para entrar el primero en meta y proclamarse campeón de España, con un tiempo de 53.16, seguido por Roberto Ruiz, que hizo un tiempo de 54.30 y por Chema Martínez, con un registro de 54.35.

En categoría femenina Lucía Ibáñez se proclamaba campeona con un tiempo de 1.10.03, seguida por Elena Rodríguez, con una marca de 1.16.14 y de Ana Pilar Cayón, que paró el cronómetros en 1.17.25. Todo después de una «dura y exigente» jornada en la que siempre estuvo en cabeza, demostrando un dominio absoluto.

Merillas, pletórico por el triunfo, explicaba orgulloso su táctica: «En la segunda vuelta del Hoyo sin Tierra decidí ir a por todas al ver que Roberto flojeaba y se iba quedando, pero tengo que reconocer que ha sido una victoria muy luchada».

Dejaba de paso lugar para los participantes en la raquetada, este año con un recorrido de cuatro kilómetros y medio, que puso el ambiente más festivo de la tarde mientras que sus antecesores descansaban antes de la entrega de premios. Y mientas, estos mucho más, disfrutaban de los Picos de Europa y de la fiesta de la naturaleza, del entorno y del deporte.

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