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Descender sobre nieve en polvo es una actividad poco provechosa y, sin embargo, personas de todo el mundo dedican su vida a girar sobre ella. 'The Meaningless Pursuit of Snow' ('La búsqueda sin sentido de la nieve', en su traducción al español) cuenta la historia ... de cinco de estos personajes, unidos por la búsqueda de los mismos elementos esenciales: una conexión con la naturaleza, la alegría de la dificultad y una comunidad de montaña a la que llaman hogar.
«Todos los que estamos detrás del objetivo hemos dedicado una cantidad obscena de energía a la búsqueda de la nieve de montaña», explican los directores de Sweetgrass Productions, Michael James Brown, Nick Waggoner y Zac Ramras. «El «Sin sentido» es una extensión de esa obsesión, mezclada con un poco de curiosidad y una pregunta, ¿por qué hacemos esto? Al perseguir algo tan ridículamente inútil, ¿cómo han cobrado tanto sentido nuestras vidas y las de los cinco protagonistas de esta película?».
«Durante el rodaje ocurrió algo hermoso: pudimos explorar esta forma de vivir que tanto amamos. Pudimos hacer todas estas preguntas a personas con historias muy diferentes, profundizar en cómo y por qué empezamos a deslizarnos por la nieve en primer lugar y qué nos mantiene allí, ansiando insaciablemente más y más de ella. Incluso después de más de 35 años en la montaña, la nieve sigue... enseñándonos».
The Meaningless Pursuit of Snow presenta a un elenco de personajes dispares, unidos por una cultura de esquí de travesía tan arraigada que trasciende idiomas y generaciones y que persiguen los mismos objetivos esenciales: la conexión con la naturaleza, la alegría de la aventura y la búsqueda de una comunidad en las montañas que llaman hogar.
Vanessa Chavarriaga Posada no pasó su infancia esquiando. Como inmigrante indocumentada nacida y criada en Colombia, era demasiado caro, exclusivo y arriesgado. Luego, como estudiante universitaria, probó el esquí de travesía y encontró un sentimiento de pertenencia más profundo de lo que jamás había imaginado.
Viki Fleckenstein Woodworth creció esquiando en los bosques de la costa este de Estados Unidos, viajó por todo el mundo como esquiadora olímpica y acabó asentándose en Vermont, donde enseñó a su hija Tasha a competir en esquí. Décadas más tarde, Tasha le devolvió el favor e introdujo a su madre al esquí de travesía.
Atsushi Gomyo empezó a practicar snowboard a los 10 años y la nieve ha sido su propósito desde que se inició en el powsurf a mediados de sus 20 años y empezó a fabricar sus propias tablas. Dos décadas después, Atsushi pasa los inviernos viviendo en su furgoneta, persiguiendo la nieve por todo Japón con sus amigos.
Melissa Gill y su pareja Joe Lohr se unieron en torno a un amor compartido por las montañas. Posteriormente, durante una excursión por la cordillera Teton de Wyoming, Joe se deslizó hacia la muerte ante los ojos de Melissa. Su historia es la de una recuperación y de encontrar la alegría en el esquí de travesía después de que éste se lo haya arrebatado todo.
Aurélien Routens y su pareja Agathe Margheriti compraron un pueblo de 400 años de antigüedad situado en la parte alta de La Grave (Francia). Utilizaron materiales recuperados para restaurar los edificios y vender los huevos de sus 200 gallinas para pagar las facturas, todo ello mientras recorrían algunas de las montañas más espectaculares de Europa.
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