Hacia el macizo de Ándara, un territorio lleno de encanto

El rincón de Liébana al que proponemos esta semana para la escapada al monte se acoda entre las localidades de Colio, Cabañes y Pendes y el macizo Oriental o de Ándara, un territorio de Picos de Europa lleno de encanto. El destino último será el Paña, una humilde cima, pero no por ello exenta de belleza y de unas extraordinarias vistas. Al final de la marcha, cuando caminamos entre Cabañes y el Habario, en las inmediaciones de Pendes, atravesaremos un centenario castañar, aunque muy diezmado en los últimos cuarenta años. Cerca de allí se rodaron escenas de la película de Heidi.

Desde el aparcamiento junto al Habario salimos a la carretera, la cruzamos y nos vamos hacia el suroeste, a un camino que asciende hacia siete castaños centenarios que tras pasar una portilla, dejaremos a nuestra izquierda. Seguimos 780 metros ascendiendo este camino hasta llegar a unas brañas en un llano y una tenada a la derecha. Estamos en Cotanillo. Cruzamos la braña para volver a encontrar el camino al oeste y seguirle hasta el collado Pandos, al noroeste de la Peñuca de Colio que habremos dejado a nuestra derecha.

Desde este collado seguimos el camino, ascendiendo, al oeste, hasta una bifurcación; ignoramos el camino que sigue al oeste y que desemboca en unos prados con invernal para descender a Colio. Nosotros giraremos totalmente al norte por el camino, ya menos marcado, hasta el fin del mismo a unos 500 metros. Aquí termina el camino y continúa en una senda que va hacia unos riscos y que, de lejos, parece no tener salida; a medida que nos vamos acercando vemos que hay una buena senda, bastante empinada, y con algunos riscos muy singulares, sobremanera un monolito que dejaremos a nuestra derecha.

Así en pequeños zigzag llegamos hasta el collado, andamos unos metros más y de frente tenemos otro colladito y a la izquierda una hermosa valleja. Seguiremos a la izquierda por esta valleja, siempre hacia la ladera izquierda; vamos subiendo por sendas de ganado y campo a través hasta alcanzar el Pico de la Paña, 1.354 metros y con unas impresionantes vistas.

Descendemos al noroeste un poco por la ladera hasta llegar a una pequeña vega y un collado al oeste de la misma. Es el collado de la Vega. Si queremos alargar un poco esta ruta, desde esta pequeña vega podemos ascender, por la ladera sur, hasta el pico Acero; lo tenemos más al oeste, a unos 300 metros más de desnivel, concretamente a 1.678 metros de altitud.

Caso de ascender hasta el Acero, descenderemos del mismo por el itinerario de subida y regresar a esta vega. Y desde la vega nos vamos al noreste, ascendemos unos metros hasta un pequeño collado y pronto vemos otro pequeño cueto, al norte, al que ascenderemos. A partir de ese cueto, por senderos de ganado y campo a través, siempre al noreste por terreno de pastizales limpio, de brañas, vamos bajando hasta alcanzar el collado de Pelea, a unos 10 kilómetros del punto de partida.

En este collado giramos al sureste por una buena pista hasta el pueblo de Cabañes, unos dos kilómetros más abajo. Desde Cabañes, podemos volver al punto de partida por la carretera a unos dos kilómetros escasos, pero, mejor, buscaremos al sureste del pueblo un camino que nos bajará hasta el arroyo de la Mata. Lo cruzamos por un puentecillo y empezamos a ascender al punto de partida por entre un hermoso castañar centenario; desechemos cualquier desvío a la izquierda y en pocos minutos habremos concluido la ruta.

Aunque no es una cima muy alta, las vistas desde el Paña son grandiosas. Dominamos casi toda Liébana, Peña Sagra, Curavacas, Peña Prieta, Coriscao, el Agero; a nuestros pies encontramos los pueblos de Colio y los barrios de Penduso y Trascoba de Cabañes... En cuanto al castañar del Habario, es una pena que en estas últimas cuatro décadas haya perdido más de la mitad de sus ejemplares.

En las inmediaciones del pueblecito de Pendes tuvo lugar, hace un par de años, parte del rodaje de la película de Heidi.