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Al otro lado de la pared rocosa
Rutas por Cantabria ·
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El acceso desde la parte posterior al farallón frente a Mirones por el barranco de Recuvillo ofrece un interesante itinerarioFERMÍN GARCÍA
Viernes, 25 de octubre 2019, 16:04
«¿Cómo podríamos soportar esta terca lucha de un día tras otro y un mes y otro mes y uno y otro año, si no hiciera de cuando en cuando una escapada a las cumbres libres o a los campos abiertos?».
Miguel de Unamuno ... ****************
En cualquier excursión en coche por el valle del Miera, nunca deja de llamar la atención la pared rocosa que existe frente a la localidad de Mirones, un peñasco que parece infranqueable que, sin embargo, es accesible por la parte posterior a través de una preciosa senda de 1,5 kilómetros a través del barranco de Recuvillo. Este es el recorrido que proponemos, para luego proseguir hacia Peña Yago y La Garma, desde donde las vistas son excepcionales.
Comenzamos la ruta en el barrio de la Vega nada más cruzar el puente sobre el Miera. Tomamos el primer desvío a la izquierda entre unas casas y a los pocos metros entramos en unos prados por una senda; en la primera bifurcación nos vamos por la izquierda que nos lleva paralelo al Miera; seguimos a la vera del río y tras dejar atrás varias cuadras dispersas unas de otras, a los 2,5 kilómetros de la salida llegamos al barranco del Recuvillo. Allí giramos 90 grados a la derecha y vamos barranco arriba por un precioso sendero entre avellanos, robles, acebos...
Cómo llegar Penetramos en la cuenca media del Miera desde Liérganes, donde tomamos la CA-260. Tras recorrer siete kilómetros llegamos a Mirones ; hacia la mitad del pueblo nos desviamos a la izquierda y cruzamos un estrecho puente sobre el Miera, seguimos a la derecha y a los pocos metros podemos aparcar.
Horario Entre 6 y 6,30 horas.
Recorrido aproximado 14 kms.
Punto de partida Mirones, 215 msnm.
Cota más elevada La Garma, 705 msnm.
Desnivel Unos 800 metros acumulados.
Dificultad Ninguna, aunque en el cresteo de las Garmas hay que tomar precauciones en algunos tramos a causa del lapiaz.
Grado de dureza Suave.
Cartografía Hojas 59-I y 59-II a 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional (MTN)
Época recomendable Todo el año; en invierno y comienzos de primavera la hierba de los pastizales no está alta en esta época y el Miera baja con más caudal.
Ubicación Municipio de Miera.
Tipo de ruta Circular.
La senda va sorteando el regato y a los 800 metros de iniciar el barranco pasamos junto a las ruinas de una cabaña que dejamos a la derecha; unos 400 metros más adelante, cuando salimos a un prado y de frente se cierra la senda, nos desviamos unos metros a la izquierda, al norte, por el prado, para torcer de nuevo a la derecha, sureste, y seguir hasta la salida del prado por un portillo. Allí parten dos sendas: continuamos por la de la derecha, que nos baja al regato, seguimos la senda poco definida y tras subir una apreciable cuesta, teniendo a la izquierda un cueto, cuando llegamos al sur de este cueto vemos en la ladera opuesta, a la derecha una amplia canal entre una pared rocosa. Tiramos hacia dicha canal por un senderito de vacas poco apreciable, cruzamos el regato e iniciamos la ascensión, campo a través hacia el sur, hasta alcanzar el collado. Una vez en él vamos a la izquierda por un sendero entre riscos para, enseguida, girar más al suroeste y ascender hasta alcanzar la cima de la peña Yagos, la Mota Grande.
Descendemos por la ladera noreste hasta alcanzar el collado de la Sotilla junto al cierro de un extenso prado. Vamos dejando el cierro a nuestra derecha, cruzamos un portillo y por la senda, junto al cierro, salimos a la pista que sube del barrio de la Vega; la seguimos a la izquierda, hacia arriba y pronto, por encima de unos prados con dos cabañas, giramos a la derecha para dirigirnos hacia la loma que desciende del alto de Escajos; llegamos al camino que baja por la loma, lo descendemos hasta el collado Cullahermoso. Seguimos de frente, dejando una cabaña a la izquierda e iniciamos el ascenso hacia la roca caliza que tenemos de frente: Las Garmas. Cuando estamos bajo la misma, la ascendemos buscando la mejor subida, si es necesario nos ayudamos un poco con las manos; una vez en la parte superior, seguimos, despacio y con cuidado -es zona de garmas con mucho lapiaz- hacia el sur para alcanzar en pocos minutos el vértice geodésico, desde el que tenemos unas incomparables vistas.
Seguimos hacia el sur, hacia la siguiente cima, la Garma Blanca y desde la misma descendemos al cercano collado, sur, que se ubica entre las Garmas y la Mesa por donde mejor lo veamos y con cuidado. Pocos metros antes de llegar al collado sigamos hacia la izquierda para encontrar el portillo que nos saca a la pista. Subimos un poco, llegamos a una portilla canadiense y llegamos a la pista que sube del cercano collado de la Maza. Seguiremos por la derecha cruzamos un camino y vamos, campo a través, hasta alcanzar la pista que vemos más abajo. La seguimos a la izquierda, todo hacia abajo hasta atravesamos un eucaliptal por un camino en bastante mal estado. Todo seguido hasta llegar al puente; sin cruzarlo, nos vamos por una senda a la derecha, a la vera del río Miera, hasta llegar de nuevo al barrio de la Vega.
Desde las cimas de peña Yagos y de las Garmas las vistas son extraordinarias; además de contemplar Santander y su bahía allá, al norte, estamos rodeados de montañas y valles. Por citar algunas: al norte, el pequeño macizo de los picos de Busampiro, destacando pico Levante y peña Coba; cercano a nosotros el Alto de Escajos. Al oeste, todo el macizo de las Enguinzas y peña Herrera. Al sur, Porracolina, Pizarras, Picón del Fraile, Castro Valnera...
Toda esta cuenca alta del Miera está plagado de cabañas, muchas de ellas en franca ruina o semiruina, en un sinnúmero de prados que a veces nos parecen de verdadera artesanía y que no sabemos cómo es posible segar la hierba en algunos de ellos, casi verticales.
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