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«Agotada. Y también acatarrada. Desde el pasado miércoles estoy con un 'trancazo'...». A ese resfriado hay que unir un maratón por las montañas de ... la Patagonia y un viaje de 26 horas de regreso a España. Con esos ingredientes, a Azara García de los Salmones (Los Corrales de Buelna, 1983) le costaba ayer, nada más poner pie en Madrid, saber hasta en qué día estaba. Pero todas sus frases transcurrían entre la mayor de las sonrisas. Décimo tercera en el Campeonato del Mundo de Carreras de Montaña de Larga Distancia que se celebró el sábado en Villa La Angostura. Y con el equipo femenino español subió a la segunda plaza del podio. Apenas tres puntos separaron a España del oro del conjunto francés. La cántabra iba con el objetivo de terminar entre las diez primeras, pero ese 'trancazo' mermó algo sus opciones. A la vez, no puede estar más feliz porque esa décimo tercera plaza se ha conseguido «en el Mundial con más nivel que he corrido. Y llevo corriendo en Mundiales desde el año 2014».
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La corraliega llegaba a la Patagonia en el mejor momento de forma de la temporada. Pero eso, para un atleta, tiene también sus riesgos. «Estar muy 'afinado' implica también estar muy bajo de defensas. Es un riesgo que corres». Por eso, dentro del nivel máximo que implica un Mundial, planteó con algo de estrategia la carrera. «La primera parte era menos dura, así que intenté regular un poco. En la segunda, mucho más exigente con la subida al Cerro Bayo, donde había nieve en la cumbre... Mucha gente lo pagó allí. En esa segunda parte de carrera lo hice mejor». La plata de España en la competición por escuadras, «en una carrera que fue de pelea continua durante los 42 kilómetros», se forjó en un cuarteto «muy compacto. Hay países que tienen dos atletas muy buenas y otras dos que no lo son tanto». Quinta, sexta, novena y décimo tercera dan buena prueba de la regularidad del equipo femenino español, que se quedó a tres puntos de emular la gesta de los chicos, que ganaron el oro. La única pena para la corraliega es que en la retransmisión en directo por internet, la realización se perdió su entrada en meta. «¡Y todo el mundo pensaba que me había pasado algo!», añade entre más risas.
La carrera de Villa La Angostura fue casi el punto final de la temporada. Casi. Los Tres Días Trail de Ibiza, el 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre le esperan con diez, ochenta y cinco y diez kilómetros, respectivamente. Además de ser una prueba que le interesa especialmente, «ya que da mucha visibilidad a las mujeres» en la semana en la que se celebra el día internacional contra la violencia machista, esos tres días serán puntuables para uno de los grandes retos de Azara en 2020. «Buscaba una carrera que me diese puntos para la Ultra Trail del Mont Blanc». Uno de los nombres míticos a nivel mundial en este tipo de pruebas. «Y son 170 kilómetros...», añade con más sonrisas.
La corraliega lleva ya varios años dedicada a las carreras de montaña. Una modalidad «que da para vivir, aunque lo justo. Se puede vivir sobre todo gracias a los patrocinadores. Porque a nivel de becas el dinero es muy escaso». Como suele suceder, en otros países la realidad es muy distinta. «Estados Unidos, Francia... Es totalmente diferente. Es más fácil ser profesional y se paga mucho a los atletas». Pero aunque el profesionalismo sea escaso, el trail español vive un momento dulce. «Cada año es algo espectacular lo que crece. No sólo a nivel de participantes, sino a nivel atlético. Sobre todo, entre las mujeres. Y entre los populares hay una afición enorme».
Por las mañanas, Azara se centra en su trabajo de atleta y por la tarde, es monitora de atletismo en Los Corrales. En esos entrenamientos para jóvenes atletas está Miguel. A sus 12 años, su hijo es una de las grandes prioridades cuando Azara García de los Salmones no se viste de atleta. Su gran apoyo junto a Álvaro, su marido, que también echa una mano en las interminables horas de entrenamiento. «Es que en los tiempos que corren, da mucho respeto entrenar por ahí sola». Así, Álvaro está en algunos puntos de la ruta que previamente ha trazado la corraliega. José, su preparador físico, también suele participar como apoyo en esas kilometradas. «Sabes que no estás sola», reconoce. Esas tiradas largas de entrenamiento llegan, sobre todo, los fines de semana. El tiempo más usual para que las familias hagan planes. «Yo estoy toda la mañana fuera de casa. Y al volver, lo que me apetecería es tirarme en el sofá. Quedan pocas fuerzas para decir 'vamos a...'», reconoce la corraliega con un punto de agradecimiento para Álvaro y Miguel, las dos personas que más le apoyan en este viaje como atleta de élite.
La mole del Mont Blanc aparece en un horizonte de 2020 que para Azara García de los Salmones está casi en blanco. «Va a haber un único Mundial, en Lanzarote. Otra oportunidad para estar con la selección. Así que me tengo que estudiar el calendario para ver reglamentos, pruebas puntuables...». Tras esos tres días en Ibiza, tocará un mes de diciembre de descanso sólo roto el día 31 con la subida a La Garita para cerrar un año casi irrepetible en el que se ha puesto en cuatro ocasiones la camiseta de España. «Y eso es algo que hasta ahora no había hecho nadie», concluye orgullosa.
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