Aparece muerto en Cangas del Narcea un osezno, el quinto en lo que va de año

Todo apunta a que se pudo caer por un terraplén y que sufrió un fuerte traumatismo, ya que, según señaló el director general de Medio Natural, David Villar, «no presentaba sangre, ni orificios, ni desgarros». Se encontraba en la pista de Las Tablizas, que une la localidad canguesa de Moal con el Centro de Interpretación de Muniellos. Tenía siete meses (había nacido en enero) y salido a la luz sobre los meses de abril y mayo.

No obstante, para conocer con exactitud las causas de la muerte, el cadáver fue trasladado a las instalaciones del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) para practicarle la necropsia. Es habitual extraer tejidos para enviarlos a analizar a laboratorios e incluso universidades, así que se prevé que el resultado pueda tardar. Las primeras hipótesis descartan una muerte violenta.

Éste es el quinto osezno que aparece muerto en lo que va de año. «Se trata de algo inusual», apuntaba Villar, pero no por la mortalidad, «que es altísima en el primer año de vida», sino porque es la primera vez que se logra localizar a tantos.

La razón estriba en que «hay más ojos pendientes de ellos. Por parte de la guardería, pero también por parte de la Fundación Oso Pardo, que ha incrementado la vigilancia» en una campaña muy aplaudida por los expertos. No en vano, como se apuntaba, quien encontró a la cría fue un empleado de la fundación. En este sentido, la Consejería está comprobando que los tiempos de respuesta a la hora de encontrarlos se van acortando. «Al de Leitariegos se llegó en diecisiete minutos y, en este caso, en media hora».

Otro de los motivos es la recuperación de la población osera, en peligro de extinción, con mayor supervivencia de las camadas. Todos estos datos, incluidos los resultados de las necropsias, se trasladarán a la comunidad científica para su divulgación.

El pasado mes de junio aparecía muerto un ejemplar de año y medio también en Cangas del Narcea. En concreto, en la pista que une la localidad de Faedo con la carretera que llega a Besullo. Pesaba en torno a 20 kilos y llevaba muerto un par de días. También en junio, vecinos de Arbellales localizaron los restos de un oso joven en un camino del núcleo. Los restos recuperados presentaban signos de haber sido depredados. Se consideró entonces que podría tratarse de una lucha entre osos adultos y subadultos como consecuencia de una época de celo. 'Leyta', un osezno de seis meses que había sido encontrado malherido en una cuneta de Leitariegos, tampoco tuvo suerte. Pese a que estuvo varios días recibiendo intensos cuidados veterinarios, el esbardo falleció el 25 de junio.