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Potes, capital de la comarca lebaniega y uno de los pueblos preferidos por los viajeros de la Lonely Planet y Capital del Turismo Rural 2020, es el destino elegido por miles de turistas y también un lugar que se afianza entre los amantes de la naturaleza. Esta localidad, situada en el límite con el Parque Nacional de los Picos de Europa y custodiada por la sierra de Peña Sagra, acogió un curso de identificación de huellas y conocimiento de la fauna ibérica impartido por el naturalista Máximo Sánchez Cobo.
El evento, enmarcado en la modalidad de turismo de naturaleza, atrajo a veinticuatro participantes de distintas partes de España, concretamente de localidades de Castilla y León, País Vasco, Navarra, Asturias, Cataluña y Cantabria. El lugar seleccionado para impartir las 14 horas formativas fue en un aula de Potes gracias a su Ayuntamiento, que apoya iniciativas que dinamizan el territorio en temporada baja y aboga por el turismo sostenible. De hecho, desde la Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia y desde el Grupo de Acción Local de Liébana se trabaja en este sentido a través del Plan de Sostenibilidad Turística que potencia el ecoturismo en toda la comarca.
La organización del curso de huellas y conocimiento de fauna intercaló salidas prácticas de rastreo e interpretación del medio. Las áreas escogidas fueron la ruta de las ermitas del entorno de Santo Toribio de Liébana y el Habario de Pendes con sus castaños centenarios. Ambos espacios fueron elogiados por los alumnos porque son reservorios de biodiversidad y tienen particularidades difíciles de encontrar. En este sentido, el Habario de Pendes es probablemente uno de los conjuntos históricos de castaños más importantes de toda España, según declaraciones del botánico y experto internacional de árboles monumentales, Bernabé Moya, que en el marco del proyecto europeo Steps for LIFE estuvo visitando actuaciones y entre ellas la gestión de estos castaños.
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En los últimos tiempos la conciencia ambiental está calando en distintas políticas gubernamentales y se fianza la necesidad incuestionable de proteger los recursos naturales. Los planes de sostenibilidad turística quieren fomentar esa comunión ordenada y respetuoso entre el turismo y la protección de la naturaleza y sus habitantes, porque sin sus moradores desaparecerían algunos de los paisajes que hoy conocemos.
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En un documento de análisis realizado por el Miteco, se desgranaban algunos de los puntos incluidos en el Plan Sectorial de Turismo de Naturaleza y Biodiversidad 2014-2020, cuyo objeto es la integración de los objetivos de conservación de la biodiversidad en las políticas relacionadas con el turismo de la naturaleza y centrarse en reforzar las sinergias positivas entre ellos. De esta manera, este tipo de iniciativas además de favorecer la conservación del medio ambiente, también incentiva el empleo local y el consumo en el territorio en meses de baja afluencia de visitantes.
Desde el Plan de Sostenibilidad Turística de Liébana se impulsan este tipo de actividades que son motores dinamizadores de poblaciones rurales, algunas de ellas en riesgo de despoblamiento rural. Los planes de sostenibilidad turística ayudan a mantener los territorios con un turismo de calidad y no masificado, alejados de las fechas destacadas y más solicitadas por el turismo.
Se ha realizado un pequeño estudio de consumo del curso de Huellas celebrado en Potes, donde se han obtenido los gastos efectuados por participante y además se han extraído datos interesantes sobre cómo se comporta este tipo de viajero de naturaleza. El montante económico total da un resultado de casi 6.000 euros por una actividad con una duración de dos días y medio.
Lo más destacable de las encuestas es la respuesta positiva de retorno con familia. El 80% de los participantes aseguraron que regresarían a la zona con su familia y/o amigos, tres de los inscritos reconocen que llevan años visitando Cantabria y más concretamente Liébana por sus recursos naturales, gastronomía y posadas rurales con encanto y sin perder la esencia de pueblo.
El grueso de los asistentes pernoctó dos días (la duración del curso), salvo tres que pernoctaron 3, 4 y 5 días, respectivamente. El gasto en alojamiento local es el más destacable en los datos recogidos, después le siguen las comidas y los regalos para familiares y amigos. Las personas que han hecho turismo y visitado otros lugares se han decantado por Potes y sus alrededores, Camaleño, Fuente dé y pueblos del municipio de Pesaguero por ser un valle menos poblado y con recursos de fauna, que es lo que buscaban estos perfiles. Por otro lado, en el análisis de participantes se recoge que una de las alumnas del curso vino al curso con cinco familiares que estuvieron de turismo por la comarca lebaniega.
En definitiva, de los datos recogidos se extrae que este tipo de viajeros o turistas son respetuosos con los usos y tradiciones locales y tienen interés en conocer la etnografía del territorio y los atractivos naturales. Esta tipología de visitante valora la calidad y los productos de origen y presta especial atención a la conservación de la biodiversidad porque es uno de los motivos que les mueven a realizar estos viajes.
La comarca de Liébana ha apostado en los últimos años por la implementación de la sostenibilidad turística en el territorio para conservar su patrimonio natural y rural, además de apostar por ayudas y políticas que den impulso a esta modalidad como es el Plan de Sostenibilidad Turística de la comarca. Liébana cuenta con una variada oferta de planes basados en naturaleza, turismo activo, gastronomía experiencial y rutas de patrimonio cultural en entornos naturales.
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