-k0kG-U180400152143k6H-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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Seis y media de la tarde en Cabárceno. Las garcillas bueyeras ya vuelan hacia lo alto de los árboles del lago Sexta para pasar ... la noche. Brilla el sol y las telecabinas decoran el cielo. A cualquier aficionado a la fotografía se le haría la boca agua pensando en ese clic que inmortaliza el momento, sin embargo hay algo en esa imagen que no encaja, que desentona: el color del agua del lago de los hipopótamos, tan verde como los jardines que lo rodean.
Este fenómeno, que no es inusual, es algo que ocurre con frecuencia, se conoce como eutrofización y se produce cuando se da un exceso de algas verdes y cianobacterias en la superficie del agua, favorecido por un aumento de nutrientes, como lo son el nitrógeno y el fosfato. ¿Es grave para el ecosistema? Depende de si es algo puntual o se extiende en el tiempo. En este caso, en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, lleva al menos una semana.
Ecologistas en Acción
Lo que ocurriría si su durabilidad fuese mucho más larga es que esa capa verde aceituna no permitiría pasar la luz natural, provocando una gran sombra dentro del agua, lo que haría que las plantas del fondo no hiciesen la fotosíntesis, produciendo menos oxígeno y afectando a los peces y a otras especies marinas.
«La hipótesis más plausible, porque analíticas del agua no tenemos, es que se deba a un exceso de carga orgánica, por eso tiene ese color. Ahora mismo es una charca inmunda y si sigue así y hay vida acuática dentro acabará por matarla. Si ahora mismo sueltas peces en ese lago se mueren porque no hay oxígeno disuelto. La solución pasa por renovar el agua o que no haya mayores aportes de materia orgánica», explican desde Ecologistas en Acción.
En eso está precisamente el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, buscando «remedios» naturales para revertir dicha situación, que por el momento, «no afecta a los hipopotamos», señalan fuentes de Cantur. Tampoco a los peces, porque no les hay. «Miguel Pereira, nuestro botánico, va a ponerse en contacto con el Oceanográfico de aquí, a ver si tienen desarrollada Artemia para agua dulce (un pequeño bichito que se las comería). Así mismo, en colaboración con otras instituciones que estudian hongos, vamos a ver si podríamos abrir alguna línea adicional», explican las mismas fuentes.
Fuentes del Parque de la Naturaleza
No es la primera vez que en Cantabria se avista este fenómeno natural, el parque de Mataleñas o el de Las Llamas también han tenido aguas verdes. Lo que ocurre en el caso de Cabárceno es que no se puede utilizar ninguna sustancia -tipo lejía o similares- para que no afecte a los acuíferos y a los animales, en este caso los hipopótamos.
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Ana del Castillo
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