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Tania Agúndez
Valle del Jerte
Miércoles, 27 de marzo 2024, 07:22
Como todos los años por estas fechas las miradas se dirigen hacia el Valle del Jerte (Cáceres), donde cada primavera se celebra uno de los rituales más hermosos de la naturaleza: la explosión del cerezo en flor. El proceso ya ha empezando y se ... van viendo las primeras flores, sobre todo por la zona baja del valle del Jerte, Navaconcejo y Valdastillas.
La floración de estos árboles es un espectáculo que otorga un carisma propio a la zona y su desarrollo ofrece una bella estampa de los paisajes cacereños y una oportunidad única para sumergirse en esta asombrosa celebración de la naturaleza, llena de estímulos para todos los sentidos.
El cerezo en flor cubre entre marzo y abril todos los montes con su característico color blanco, haciendo de cada rincón una postal de lo más fotografiable. Pero, ¿conoces las fechas para disfrutar de esta fiesta en el Valle del Jerte? ¿Sabes dónde, cómo y cuándo ver la floración de los cerezos? Te damos algunas claves para que no te lo pierdas:
La floración del cerezo ocurre solamente durante un par de semanas al año y suele ser entre finales de marzo y principios de abril, según las condiciones meteorológicas. «En unos días podremos disfrutar de las laderas floridas. Esperamos que haya floración hasta finales de marzo, siempre que las previsiones meteorologicas se mantengan», sostienen desde la web de Turismo de la zona.
Como curiosidad, la floración no se produce de manera uniforme ya que depende de la variedad de cerezo y de la altitud a la que se encuentre. La sabiduría popular explica que la primavera avanza desde abajo hacia arriba y el otoño de arriba a abajo. Es decir, los primeros árboles en lucir flores son los que están más cerca del río, mientras que las tonalidades blancas tardan más en llegar a las partes más altas del valle. Eso sí, como las flores aguantan entre diez y doce días, si la lluvia no hace acto de presencia, hay varias jornadas en cada primavera que por esta comarca del norte de Cáceres se extiende un gran manto de flores blancas.
Sin embargo, la floración va mucho más allá ya que también es un escaparate para la cultura, la gastronomía, las tradiciones y la forma de vida de la zona. Atrae al turismo, que durante ese periodo y hasta el 7 de abril abarrota el entorno de las plantaciones.
En el Valle del Jerte hay más de un millón de cerezos. Es el cultivo más importante y fuente de riqueza en la zona. Unas 2.500 familias viven de la producción de cerezas, según calculan desde el Consejo Regular de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, que agrupa cuatro variedades de picotas y una de cerezas. Las explotaciones son de carácter familiar, lo que conlleva que el ritmo de vida en la comarca esté marcado por las campañas cereceras.
«Para aquellos que puedan elegir, se recomienda venir a ver la floración en los días de entre semana y así evitar las aglomeraciones que se producen en fin de semana en la zona», apuntan desde Turismo. Otro consejo para visitar el cerezo en flor es salirse de la carretera que atraviesa la comarca de arriba a abajo, la N-110 (Plasencia-Soria) para evitar el tráfico, que en circunstancias normales suele incluir retenciones. Se puede realizar una ruta lineal paralela al río Jerte, siguiendo la citada carretera.
Una opción es subir a Casas del Castañar por la antigua carretera, que solo usan quienes tiene finca en la zona y algunos ciclistas sin miedo a las cuestas. Otra posibilidad es elegir la carretera del Iryda (antiguo Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario), que se toma nada más entrar en Rebollar, a la derecha. La mejor opción es dejar el coche en el pueblo y recorrerla a pie.
Otra alternativa es realizar un recorrido circular por la sierra, para lo que es necesario desplazarse en coche. Se pueden visitar poblaciones como Valdastillas, Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno y Rebollar, con unos 50 kilómetros de recorrido.
El Valle del Jerte cuenta, además, con numerosos miradores que ofrecen unas vistas espectaculares de la zona. Uno de los más emblemáticos es el de la memoria (El Torno). También están: el de la era de San Bernabé (Casas del Castañar) o el de Piornal, con su fotogénico letrero 'A ras de cielo' a la entrada al pueblo. Para los niños, Parque Aventura (en El Torno), con tirolinas y atracciones por el estilo. Para los ciclistas, visitar la web del Centro btt Valle del Jerte. Y hay muchas más opciones. Por ejemplo, volar en parapente desde el pico Pitolero, cruzar el puerto de Honduras (33 kilómetros de curvas y vistas estupendas) y recorrer Hervás o subir al mirador de Cabezabellosa, que siempre es un lugar recomendable.
¿Qué ocurre tras la floración? Cuando la floración culmina con la Lluvia de Pétalos, los cerezos pierden las flores y sus hojas se abren paso. En solo unos días el blanco da paso a un verde primavera que acaba tornando en verde intenso. Al cromatismo de los cerezos se unen los intensos verdes de castaños y robles, el violeta de los brezos, el amarillo de la retama y más tarde el rojo de las cerezas. Será entonces cuando comience la Cerecera.
Unos 40 días después de la floración se empiezan a recoger las primeras cerezas. En ese poco más de un mes se produce el engorde de las cerezas y su maduración, aunque hay algunos tipos de cerezos que necesitan que ese lapso de tiempo sea mayor.La campaña de cosecha del fruto se prolonga unos tres meses, durante los que se recogen unos 35 millones de kilos.
Los cerezos, como muchos otros frutales, pierden la hoja en otoño. Con la bajada de las temperaturas en noviembre, la savia se retira hasta la raíz y el árbol pasa el invierno en parada vegetativa.
El invierno es una etapa muy importante en el ciclo vital del cerezo, ya que son árboles que necesitan 800 horas de frío para ofrecer una buena producción en la campaña siguiente. Este año no se han conseguido, se han quedado en torno a las 620, lo que puede afectar negativamente a la cosecha que se inciará el mes que viene.
En las horas de frío se calcula el tiempo en el que el árbol ha estado a menos de 7 grados entre el 1 de noviembre y el 15 de febrero. En la misma línea, es conveniente que no haya muchas horas con temperaturas superiores a los 15 grados en este periodo.
Inicio del ciclo. A partir de julio. Con las altas temperaturas se produce la diferenciación de las yemas del cerezo. Tras la recolección, con los árboles ya sin el peso de las cerezas, el calor hace que se pueda ver si las yemas van a ser de fruta o de madera. «Normalmente, las del final de la rama son de madera y las más cercanas al tronco, de fruta», explica José Antonio Tierno, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, que informa que el fruto de la siguiente campaña se empieza a ver en el cerezo a partir de agosto.
La caída de la hoja. En otoño. El cerezo entra en parada vegetativa con la la bajada de las temperaturas que se suele producir en el mes de noviembre. «La savia retrocede hasta la raíz», detalla Tierno.
Horas de frío para coger fuerza. Desde el 1 de noviembre hasta el 15 de febrero. El cerezo necesita 800 horas de temperaturas inferiores a los 7 grados. Este año no se han conseguido, las horas de frío se han quedado en torno a las 620, lo que puede afectar negativamente a la producción de fruta. En la misma línea, es conveniente que no haya muchas horas con temperaturas superiores a los 15 grados en este periodo.
Floración. A partir del 20 de marzo y dura unos doce días. El calor reactiva la savia, que llega a las ramas y los cerezos comienzan a brotar. «Al ser de la familia de las rosáceas, lo primero que echan los cerezos es la flor», detalla Tierno. Este año las flores han aparecido en los árboles a finales de marzo. Cada año es distinto, porque las temperaturas tienen mucho que decir, así como las variedades de cerezos.
Cerecera. Desde principios de mayo hasta julio. En el Valle del Jerte se producen uno 35 millones de kilos de cereza. Unos 40 días después de la floración se empiezan a recoger las primeras frutas. En ese periodo se produce el engorde de las cerezas y su maduración, aunque hay en algunos tipos de cerezos que necesitan que ese lapso de tiempo sea mayor. La campaña de cosecha del fruto se prolonga unos tres meses.
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