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A media mañana, los asistentes al Festival de la Migración de las Aves habían identificado hasta 21 especies diferentes en el observatorio de las marismas de Bengoa, en Santoña. «Garzas, espátulas, un martín pescador, un halcón, un ratonero...», enumeró Álvaro Bustamante, repasando la lista de todos los pájaros descubiertos con ayuda de los telescopios instalados en este punto. Como voluntario de la empresa Aves Cantábricas, impulsora del evento junto al Ayuntamiento de Santoña y el Gobierno de Cantabria, informaba a los visitantes de las múltiples actividades organizadas. La que más expectación despertó, un año más, fue el anillamiento científico.
Una oportunidad para contemplar a escasos centímetros el plumaje de los pájaros y cómo les miden, pesan e identifican. Jesús Miguel y María Ángeles, vecinos de Argoños, se acercaron con su sobrino Jon para disfrutar de esta actividad. «Le hemos traído para que viera las aves porque es algo bueno y muy entretenido».
El objetivo del festival, señala Bustamante es «acercar a la gente a la naturaleza y fomentar esta afición. El conocimiento del medio y el amor por las aves nos va a llevar a conservar estos entornos para que los puedan disfrutar generaciones futuras».
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