Secciones
Servicios
Destacamos
El valle de Soba no podría tener mejor telonera. La cascada del Asón recibe a los visitantes con su impresionante caudal y el estruendo del agua cayendo desde la carretera que da acceso al municipio por Asón. No es una simple vía de ... comunicación, es una catarsis para los sentidos. «Para mí tiene un punto zen. Cuando quieres desconectar del mundo vienes aquí y dices: que se pare que me bajo». Así relata Cecilia Cadaya lo que es para ella la Cascada del Asón y el valle de Soba, su paraíso particular.
Sobana de adopción, Cecilia, trabajadora municipal, gestiona las redes sociales del Ayuntamiento como una ventana al mundo desde la que da a conocer las infinitas bondades del municipio, y el Valle ha encontrado en ella a una gran divulgadora turística. «Qué te voy a contar de este espectáculo, ya lo ves, esto es lo más», dice Cecilia desde el mirador de la cascada. Para ella sobran las palabras porque este «paraíso natural» no necesita marketing, «se vende solo». Más bien sería al revés, es un reclamo, como así sucede con el último anuncio de Ecoembes, que utiliza una imagen de esta maravilla natural para invitarnos a reciclar y cuidar el medio ambiente.
Cecilia Cadaya | Trabajadora municipal y propietaria del albergue El Carrascal
Imprescindible es, para Cecilia, recorrer la carretera que parte del municipio de Arredondo para ver la cascada. La perspectiva desde este acceso –se puede llegar a Soba también desde Ramales de la Victoria– es, sin duda, la mejor. Si el nacimiento del Asón lleva bastante caudal, ese sonido «atronador» es lo primero que te recibe cuando te adentras en el Parque Natural, como anticipando el espectáculo visual que viene después, y que se puede disfrutar desde los espacios que hay habilitados en la carretera para pararse a verla y desde el mirador, que ofrece una de las mejores perspectivas de la cascada.
Los meses de abril y mayo y el otoño son idóneos para ver la cascada en todo su esplendor. Las lluvias de estas épocas del año abastecen de agua al nacimiento del Asón, que con sus 70 metros de caída ofrecen al visitante una postal inigualable y una sonoridad estremecedora, pero cada época del año aporta sus matices, sobre todo de color, con verdes intensos en primavera y rojos y marrones, durante el otoño.
Cecilia Cadaya | Trabajadora municipal y propietaria del albergue El Carrascal
Ver la cascada desde la carretera es un espectáculo, pero una de las cosas que más disfruta Cecilia es acompañar a los inquilinos del alojamiento turístico que dirige en La Gándara en la ruta de la cascada y contarles la leyenda de Miguel Ángel Saiz Antomil, especialmente si viajan con niños. «Toda la ruta es como un sendero mitológico, y tienes que tener muy poca sensibilidad para no adentrarte en ese cuento de hadas», señala. Cuenta esta leyenda mitológica que en la cueva existente debajo de la cascada vivían dos hermanas anjanas, una con la cabellera dorada y la otra plateada. La segunda gustaba de hacer travesuras, como anudar los rabos a los terneros, cambiar el azúcar por la sal en las casas o tirar nieve por la chimenea para apagar el fuego. La gente del Valle le transmitía sus quejas a la hermana del cabello dorado, que un día enfadada atrajo a su hermana hasta la cascada e hizo un conjuro haciendo que se abriese la montaña, quedando su hermana atrapada dentro salvo la cabellera plateada, que quedó fuera peinada por el agua del nacimiento del río. Más tarde, la anjana dorada quiso deshacer el sortilegio, pero no recordaba el conjuro, y «dicen que tenemos un lago en la zona de Bernavinto donde está la biblioteca de la sabiduría universal, y sigue vagando la anjana por esos parajes buscando el libro que le pueda dar el sortilegio y sacar a su hermana de la cascada que tenemos delante», narra Cecilia.
Sin olvidar que la cascada del Asón es el mayor reclamo del Valle de Soba, Cecilia no deja de reivindicar también la ruta circular del nacimiento del Gándara y su cascada, así como la oferta de senderismo, sus alojamientos rurales o su gastronomía.
Senderismo. El servicio de guías del Parque Natural Collados del Asón muestra el paisaje y sus formaciones kársticas a través de una treintena de itinerarios.
Aventura. Uno de los atractivos de la comarca es el turismo de aventura, como la espeleología, o las ferratas, que pronto se ampliarán con la tirolina del Gándara.
Gastronomía. El Alto Asón cuenta con una oferta gastronómica basada en productos de proximidad y de temporada, como carnes o las setas de primavera o perrechicos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.