Plantados doscientos árboles autóctonos en la Sierra de la Vida

Los participantes se sumaron a las tareas de reforestación que esta veterana asociación, que en 2022 ha celebrado su 25 aniversario, viene desarrollando. Fruto de su trabajo se plantaron 200 nuevos árboles autóctonos que se suman a los plantados en actuaciones anteriores, superando así el millar de ejemplares de roble, fresno, abedul, sauce, arce, laurel, avellano y castaño, los cuales contribuirán a regenerar la biodiversidad y el paisaje de este privilegiado enclave natural y crecerán absorbiendo el CO2 presente en la atmósfera, como consecuencia de la actividad humana, reduciendo así el impacto de ese gas sobre el cambio climático.

Precisamente, la gran capacidad que tienen los árboles para absorber el CO2 presente en la atmósfera, es la base del proyecto Reforesta, a través del cual la Asociación Cultural Bosques de Cantabria persigue crear nuevos bosques que actúen como sumideros de este nocivo gas, principal causante del cambio climático, fenómeno que, actualmente, constituye el más acuciante problema medioambiental de ámbito mundial. Además, la utilización de especies autóctonas en estas actuaciones, fomenta la mejora de la biodiversidad y el paisaje a nivel local.

Dado su indudable interés medioambiental, el proyecto Reforesta está avalado y subvencionado por el Centro de Investigación del Medio Ambiente (Cima) de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria.

Las plantaciones de árboles que Bosques de Cantabria desarrolla con 'Reforesta' siguen los estándares marcados por el Ministerio para la Transición Ecológica en el 'Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono', lo que permite tener una certificación oficial de la cantidad de CO2 captada por cada plantación que se realiza. Por eso, el proyecto 'Reforesta, bosques frente al cambio climático', supone una extraordinaria oportunidad para las empresas de cualquier sector que pueden reducir su huella de carbono a través de la adquisición de las absorciones de CO2 que generan los nuevos bosques creados en el marco de este programa o, simplemente, canalizar su Responsabilidad Social Corporativa (RSC) hacia el compromiso de crear nuevos bosques autóctonos.