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La presencia del ser humano en el Parque Natural de Gorbeia

El Parque Natural de Gorbeia es un tradicional punto de referencia del montañismo vasco. Su cumbre, de 1.482 metros de altitud, marca el límite entre el territorio vizcaíno y el alavés, y exhibe la muy buscada Cruz del Gorbeia. En esta zona, el ser humano ha dejado su huella en él desde tiempo inmemorial. Sus cumbres, valles, bosques y prados son testigos de usos, costumbres y labores que han dejado multitud de restos etnográficos que forman ya parte del paisaje que caracteriza el Parque Natural más grande de la comunidad vecina

Miércoles, 21 de julio 2021, 13:12

Modo oscuro

La Cruz

El símbolo de Gorbeia no es, etnográficamente hablando, el vestigio humano más importante de Gorbeia. Pero sí el más popular. Fue erigida en 1901 para cumplir la orden del papa León XIII de levantar cruces en la cumbres más altas de la cristiandad para conmemorar la entrada del nuevo siglo. Las dos primeras que se levantaron medían 33 metros de altura (la edad de Jesucristo cuando fue crucificado) pero sucumbieron a las inclemencias meteorológicas y apenas duraron unos meses en pie. La actual, de la que no se conoce la fecha exacta en que fue plantada (las primeras noticias de ella son de 2012), mide 17 metros, es una copia de la Torre Eiffel y reparte los cuatro pilares sobre los que se sustenta entre Bizkaia y Álava.

El símbolo de Gorbeia no es, etnográficamente hablando, el vestigio humano más importante de Gorbeia. Pero sí el más popular. Fue erigida en 1901 para cumplir la orden del papa León XIII de levantar cruces en la cumbres más altas de la cristiandad para conmemorar la entrada del nuevo siglo. Las dos primeras que se levantaron medían 33 metros de altura (la edad de Jesucristo cuando fue crucificado) pero sucumbieron a las inclemencias meteorológicas y apenas duraron unos meses en pie. La actual, de la que no se conoce la fecha exacta en que fue plantada (las primeras noticias de ella son de 2012), mide 17 metros, es una copia de la Torre Eiffel y reparte los cuatro pilares sobre los que se sustenta entre Bizkaia y Álava.
El símbolo de Gorbeia no es, etnográficamente hablando, el vestigio humano más importante de Gorbeia. Pero sí el más popular. Fue erigida en 1901 para cumplir la orden del papa León XIII de levantar cruces en la cumbres más altas de la cristiandad para conmemorar la entrada del nuevo siglo. Las dos primeras que se levantaron medían 33 metros de altura (la edad de Jesucristo cuando fue crucificado) pero sucumbieron a las inclemencias meteorológicas y apenas duraron unos meses en pie. La actual, de la que no se conoce la fecha exacta en que fue plantada (las primeras noticias de ella son de 2012), mide 17 metros, es una copia de la Torre Eiffel y reparte los cuatro pilares sobre los que se sustenta entre Bizkaia y Álava.

Aranekoarri

Cuenta la leyenda popular que una joven, apenas una niña, perteneciente a una humilde familia de Arana (Orozko), servía como criada en una gran casa de Murgia. Unas Navidades, camino de su casa, quiso acortar la caminata y se aventuró por la montaña. A punto de anochecer, se desató una tormenta que engulló -literalmente- a la joven. Nunca más se volvió a saber de ella. Otra versión del mito dice que la chica fue enviada por su padre a cuidar el rebaño familiar. La leyenda concluye que la chica murió de frío y fue devorada por los lobos. Solo se encontraron sus dos trenzas, cruzadas entre sí, marcadas sobre una piedra. Ese monolito, una estela funeraria medieval, es hoy en día un símbolo en Gorbeia y se puede visitar en las inmediaciones del monte Nafarkorta. Su inscripción, que data de 1988, lo dice todo: “Araneko Arri. A una chica le comió el lobo. 24-diciembre-1308. Caserío Arane. Picaza-Garay. Orozko”.

Cuenta la leyenda popular que una joven, apenas una niña, perteneciente a una humilde familia de Arana (Orozko), servía como criada en una gran casa de Murgia. Unas Navidades, camino de su casa, quiso acortar la caminata y se aventuró por la montaña. A punto de anochecer, se desató una tormenta que engulló -literalmente- a la joven. Nunca más se volvió a saber de ella. Otra versión del mito dice que la chica fue enviada por su padre a cuidar el rebaño familiar. La leyenda concluye que la chica murió de frío y fue devorada por los lobos. Solo se encontraron sus dos trenzas, cruzadas entre sí, marcadas sobre una piedra. Ese monolito, una estela funeraria medieval, es hoy en día un símbolo en Gorbeia y se puede visitar en las inmediaciones del monte Nafarkorta. Su inscripción, que data de 1988, lo dice todo: “Araneko Arri. A una chica le comió el lobo. 24-diciembre-1308. Caserío Arane. Picaza-Garay. Orozko”.
Cuenta la leyenda popular que una joven, apenas una niña, perteneciente a una humilde familia de Arana (Orozko), servía como criada en una gran casa de Murgia. Unas Navidades, camino de su casa, quiso acortar la caminata y se aventuró por la montaña. A punto de anochecer, se desató una tormenta que engulló -literalmente- a la joven. Nunca más se volvió a saber de ella. Otra versión del mito dice que la chica fue enviada por su padre a cuidar el rebaño familiar. La leyenda concluye que la chica murió de frío y fue devorada por los lobos. Solo se encontraron sus dos trenzas, cruzadas entre sí, marcadas sobre una piedra. Ese monolito, una estela funeraria medieval, es hoy en día un símbolo en Gorbeia y se puede visitar en las inmediaciones del monte Nafarkorta. Su inscripción, que data de 1988, lo dice todo: “Araneko Arri. A una chica le comió el lobo. 24-diciembre-1308. Caserío Arane. Picaza-Garay. Orozko”.

Ermita Virgen de Las Nieves (Egiriñao)

Situada a 1.120 metros de altitud, es la ermita más alta de Bizkaia. Y también la mas pequeña, con capacidad solo para el oficiante, mientras los feligreses deben de seguir la liturgia al aire libre. Fue construida en 1920 a la vez que el refugio de Egiriñao y se asienta sobre en roquedo, en el borde del hayedo. Su misión, acoger los oficios religiosos que las inclemencias del tiempo impiden realizaren la cima, bajo la Cruz del Gorbeia.

Situada a 1.120 metros de altitud, es la ermita más alta de Bizkaia. Y también la mas pequeña, con capacidad solo para el oficiante, mientras los feligreses deben de seguir la liturgia al aire libre. Fue construida en 1920 a la vez que el refugio de Egiriñao y se asienta sobre en roquedo, en el borde del hayedo. Su misión, acoger los oficios religiosos que las inclemencias del tiempo impiden realizaren la cima, bajo la Cruz del Gorbeia.
Situada a 1.120 metros de altitud, es la ermita más alta de Bizkaia. Y también la mas pequeña, con capacidad solo para el oficiante, mientras los feligreses deben de seguir la liturgia al aire libre. Fue construida en 1920 a la vez que el refugio de Egiriñao y se asienta sobre en roquedo, en el borde del hayedo. Su misión, acoger los oficios religiosos que las inclemencias del tiempo impiden realizaren la cima, bajo la Cruz del Gorbeia.

Chabola de Gorrostiano

El gran número de bordas pastoriles construidas confirma la relevancia que tuvo el pastoreo en el macizo del Gorbeia. Los pastores vivían de mayo a noviembre en ellas, donde trabajaban cuidando el ganado y elaborando queso de manera artesanal. Los pastores solicitaban autorización al municipio o al dueño del terreno para construir su vivienda a cambio de una módica cantidad, pero no adquirían ningún derecho de propiedad. Además, si un pastor no regresaba a su chabola la temporada siguiente, otro podía ocuparla. Eran pequeñas construcciones orientadas al este y ubicadas en lugares protegidos del viento. Las paredes de mampostería seca realizada con cantos de caliza tenían poco más de un metro de altura y el tejado estaba hecho con tepes de tierra cubiertos de césped. La de Gorrostiano, en la alavesa ruta hacia la cruz desde Arlobi, y punto de inicio de la mágica Senda Basatxi, fue una de las más populares. La original es ya una ruina y se encuentra cerca de la actual, erigida hace un par de décadas.

El gran número de bordas pastoriles construidas confirma la relevancia que tuvo el pastoreo en el macizo del Gorbeia. Los pastores vivían de mayo a noviembre en ellas, donde trabajaban cuidando el ganado y elaborando queso de manera artesanal. Los pastores solicitaban autorización al municipio o al dueño del terreno para construir su vivienda a cambio de una módica cantidad, pero no adquirían ningún derecho de propiedad. Además, si un pastor no regresaba a su chabola la temporada siguiente, otro podía ocuparla. Eran pequeñas construcciones orientadas al este y ubicadas en lugares protegidos del viento. Las paredes de mampostería seca realizada con cantos de caliza tenían poco más de un metro de altura y el tejado estaba hecho con tepes de tierra cubiertos de césped. La de Gorrostiano, en la alavesa ruta hacia la cruz desde Arlobi, y punto de inicio de la mágica Senda Basatxi, fue una de las más populares. La original es ya una ruina y se encuentra cerca de la actual, erigida hace un par de décadas.
El gran número de bordas pastoriles construidas confirma la relevancia que tuvo el pastoreo en el macizo del Gorbeia. Los pastores vivían de mayo a noviembre en ellas, donde trabajaban cuidando el ganado y elaborando queso de manera artesanal. Los pastores solicitaban autorización al municipio o al dueño del terreno para construir su vivienda a cambio de una módica cantidad, pero no adquirían ningún derecho de propiedad. Además, si un pastor no regresaba a su chabola la temporada siguiente, otro podía ocuparla. Eran pequeñas construcciones orientadas al este y ubicadas en lugares protegidos del viento. Las paredes de mampostería seca realizada con cantos de caliza tenían poco más de un metro de altura y el tejado estaba hecho con tepes de tierra cubiertos de césped. La de Gorrostiano, en la alavesa ruta hacia la cruz desde Arlobi, y punto de inicio de la mágica Senda Basatxi, fue una de las más populares. La original es ya una ruina y se encuentra cerca de la actual, erigida hace un par de décadas.

Kirikiñausi (Orozko)

Los kirikiñausi o ericeraseran los almacenes donde se acumulaban las castañas (el pan de los pobres) en la edad media. Son construcciones circulares o elípticas de piedra de entre 2 y 8 meros de diámetro y paredes de entre 1 y 2,5 metros de altura, con una puerta de acceso. Las castañas se amontonaban con zanahorias dentro de la kirikiñausi. Luego se cubrían con helecho, hierba, espinos o sacos. De esta forma, además de mantener las castañas en buen estado, se evitaba que fueran comidas por cerdos o jabalíes. El macizo de Gorbeia acumula buena parte de los que se conservan en Euskadi y Orozko concentraba el 70% de ellas, de las que unas pocas decenas han llegado hasta hoy.

Los kirikiñausi o ericeraseran los almacenes donde se acumulaban las castañas (el pan de los pobres) en la edad media. Son construcciones circulares o elípticas de piedra de entre 2 y 8 meros de diámetro y paredes de entre 1 y 2,5 metros de altura, con una puerta de acceso. Las castañas se amontonaban con zanahorias dentro de la kirikiñausi. Luego se cubrían con helecho, hierba, espinos o sacos. De esta forma, además de mantener las castañas en buen estado, se evitaba que fueran comidas por cerdos o jabalíes. El macizo de Gorbeia acumula buena parte de los que se conservan en Euskadi y Orozko concentraba el 70% de ellas, de las que unas pocas decenas han llegado hasta hoy.
Los kirikiñausi o ericeraseran los almacenes donde se acumulaban las castañas (el pan de los pobres) en la edad media. Son construcciones circulares o elípticas de piedra de entre 2 y 8 meros de diámetro y paredes de entre 1 y 2,5 metros de altura, con una puerta de acceso. Las castañas se amontonaban con zanahorias dentro de la kirikiñausi. Luego se cubrían con helecho, hierba, espinos o sacos. De esta forma, además de mantener las castañas en buen estado, se evitaba que fueran comidas por cerdos o jabalíes. El macizo de Gorbeia acumula buena parte de los que se conservan en Euskadi y Orozko concentraba el 70% de ellas, de las que unas pocas decenas han llegado hasta hoy.

Calero (Larreder)

La roca caliza, abundante en el macizo del Gorbeia, se utilizaba para la construcción y para la elaboración de cal. El proceso de obtención de cal se realizaba en unos hornos llamados 'caleros', construidos normalmente aprovechando las paredes naturales de los taludes, sobre un entramado de madera y revestidos de piedra. El horno se rellenaba con bloques de roca caliza, dejando unos huecos entre ellos. Posteriormente se encendía el fuego, que debía alimentarse continuamente durante dos o tres días hasta que el humo se tornarba blanco, lo que indicaba la conversión de la roca en cal viva. Para que la cal tuviera mayor provecho se rebajaba su potencia añadiéndole arena y agua, produciendo así cal muerta. Su utilización era muy extensa. Desde la construcción, la agricultura (como abono y para proteger los árboles de los insectos), la ganadería (para curar heridas de las patas de los animales) hasta la conservación de huevos.

La roca caliza, abundante en el macizo del Gorbeia, se utilizaba para la construcción y para la elaboración de cal. El proceso de obtención de cal se realizaba en unos hornos llamados 'caleros', construidos normalmente aprovechando las paredes naturales de los taludes, sobre un entramado de madera y revestidos de piedra. El horno se rellenaba con bloques de roca caliza, dejando unos huecos entre ellos. Posteriormente se encendía el fuego, que debía alimentarse continuamente durante dos o tres días hasta que el humo se tornarba blanco, lo que indicaba la conversión de la roca en cal viva. Para que la cal tuviera mayor provecho se rebajaba su potencia añadiéndole arena y agua, produciendo así cal muerta. Su utilización era muy extensa. Desde la construcción, la agricultura (como abono y para proteger los árboles de los insectos), la ganadería (para curar heridas de las patas de los animales) hasta la conservación de huevos.
La roca caliza, abundante en el macizo del Gorbeia, se utilizaba para la construcción y para la elaboración de cal. El proceso de obtención de cal se realizaba en unos hornos llamados 'caleros', construidos normalmente aprovechando las paredes naturales de los taludes, sobre un entramado de madera y revestidos de piedra. El horno se rellenaba con bloques de roca caliza, dejando unos huecos entre ellos. Posteriormente se encendía el fuego, que debía alimentarse continuamente durante dos o tres días hasta que el humo se tornarba blanco, lo que indicaba la conversión de la roca en cal viva. Para que la cal tuviera mayor provecho se rebajaba su potencia añadiéndole arena y agua, produciendo así cal muerta. Su utilización era muy extensa. Desde la construcción, la agricultura (como abono y para proteger los árboles de los insectos), la ganadería (para curar heridas de las patas de los animales) hasta la conservación de huevos.

Txabola Lexardi (Itxina)

Otro ejemplo de construcción para los pastores, en este caso con la singularidad de que se ubica en la majada de Lexardi, único paraje herboso del inhóspito complejo calizo de Itxina.

Otro ejemplo de construcción para los pastores, en este caso con la singularidad de que se ubica en la majada de Lexardi, único paraje herboso del inhóspito complejo calizo de Itxina.
Otro ejemplo de construcción para los pastores, en este caso con la singularidad de que se ubica en la majada de Lexardi, único paraje herboso del inhóspito complejo calizo de Itxina.

Cueva de Mairuelegorreta

En la vertiente alavesa de las faldas del Gorbeia se encuentra uno de los tesoros mejor guardados del subsuelo de Euskadi: la cueva de Mairuelegorreta, un bello laberinto de cavernas de 12 kilómetros de desarrollo. Considerada una de las moradas de Mari, la dama de Anboto, es conocida como uno de los mejores lugares para la práctica de espeleología de Euskadi y cuenta con importantes yacimientos paleontológicos. Las primeras citas históricas sobre la exploración de Mairuelegorreta se remontan a 1900. Es visitable con guía.

GRUPO ESPELEOLÓGICO ALAVÉS
En la vertiente alavesa de las faldas del Gorbeia se encuentra uno de los tesoros mejor guardados del subsuelo de Euskadi: la cueva de Mairuelegorreta, un bello laberinto de cavernas de 12 kilómetros de desarrollo. Considerada una de las moradas de Mari, la dama de Anboto, es conocida como uno de los mejores lugares para la práctica de espeleología de Euskadi y cuenta con importantes yacimientos paleontológicos. Las primeras citas históricas sobre la exploración de Mairuelegorreta se remontan a 1900. Es visitable con guía.
En la vertiente alavesa de las faldas del Gorbeia se encuentra uno de los tesoros mejor guardados del subsuelo de Euskadi: la cueva de Mairuelegorreta, un bello laberinto de cavernas de 12 kilómetros de desarrollo. Considerada una de las moradas de Mari, la dama de Anboto, es conocida como uno de los mejores lugares para la práctica de espeleología de Euskadi y cuenta con importantes yacimientos paleontológicos. Las primeras citas históricas sobre la exploración de Mairuelegorreta se remontan a 1900. Es visitable con guía.

Majada de Aldamiñape

Las majadas son parajes en medio de la montaña que sirve como refugio del pastor y de su ganado por las noches durante las épocas del pastoreo. Se compone de una o varias bordas acondicionadas como refugio para el pastor, rodeadas por una cerca, normalmente de piedra, que hace las veces de corral. La de Aldamiñape se ubica a los pies de los farallones del Aldamin, en su abrupta vertiente norte. Ya abandonada, se distinguen perfectamente las plantas de las bordas y los muros de los corrales.

Las majadas son parajes en medio de la montaña que sirve como refugio del pastor y de su ganado por las noches durante las épocas del pastoreo. Se compone de una o varias bordas acondicionadas como refugio para el pastor, rodeadas por una cerca, normalmente de piedra, que hace las veces de corral. La de Aldamiñape se ubica a los pies de los farallones del Aldamin, en su abrupta vertiente norte. Ya abandonada, se distinguen perfectamente las plantas de las bordas y los muros de los corrales.
Las majadas son parajes en medio de la montaña que sirve como refugio del pastor y de su ganado por las noches durante las épocas del pastoreo. Se compone de una o varias bordas acondicionadas como refugio para el pastor, rodeadas por una cerca, normalmente de piedra, que hace las veces de corral. La de Aldamiñape se ubica a los pies de los farallones del Aldamin, en su abrupta vertiente norte. Ya abandonada, se distinguen perfectamente las plantas de las bordas y los muros de los corrales.

Nevera de Areatza (Pagomakurre)

Las neveras naturales son zonas profundas, estancas, oscuras y frías en la montaña que en su día se emplearon para acumular y conservar hielo. Al menos desde el siglo XVII, gran parte del hielo que se consumía en Bizkaia en los meses más calurosos provenía de estas neveras. Además de emplearse para elaborar refrescos, tenía también fines terapéuticos y medicinales. El sistema para almacenar y conservar la nieve era sencillo: primero se preparaba una cama aislante con ramas y hojas secas, sobre la que se amontonaba la nieve. Una vez comprimida con palas, se volvían a colocar nuevas capas aislantes hasta llenar la cavidad. Pasado el invierno, se suministraba hielo a las ciudades y pueblos próximos. Gorbeia era un lugar ideal, por ubicación y altitud, para esas neveras y tuvo una decena: Neberabarri (Itxina), Neberabaltz (cerca de Neberabarri), Neberazar (próxima a Supelegor), Igitaia, Neberetak, Kakanebereta, Neberatxa, Barazar, Larreder y Areatza.

Las neveras naturales son zonas profundas, estancas, oscuras y frías en la montaña que en su día se emplearon para acumular y conservar hielo. Al menos desde el siglo XVII, gran parte del hielo que se consumía en Bizkaia en los meses más calurosos provenía de estas neveras. Además de emplearse para elaborar refrescos, tenía también fines terapéuticos y medicinales. El sistema para almacenar y conservar la nieve era sencillo: primero se preparaba una cama aislante con ramas y hojas secas, sobre la que se amontonaba la nieve. Una vez comprimida con palas, se volvían a colocar nuevas capas aislantes hasta llenar la cavidad. Pasado el invierno, se suministraba hielo a las ciudades y pueblos próximos. Gorbeia era un lugar ideal, por ubicación y altitud, para esas neveras y tuvo una decena: Neberabarri (Itxina), Neberabaltz (cerca de Neberabarri), Neberazar (próxima a Supelegor), Igitaia, Neberetak, Kakanebereta, Neberatxa, Barazar, Larreder y Areatza.
Las neveras naturales son zonas profundas, estancas, oscuras y frías en la montaña que en su día se emplearon para acumular y conservar hielo. Al menos desde el siglo XVII, gran parte del hielo que se consumía en Bizkaia en los meses más calurosos provenía de estas neveras. Además de emplearse para elaborar refrescos, tenía también fines terapéuticos y medicinales. El sistema para almacenar y conservar la nieve era sencillo: primero se preparaba una cama aislante con ramas y hojas secas, sobre la que se amontonaba la nieve. Una vez comprimida con palas, se volvían a colocar nuevas capas aislantes hasta llenar la cavidad. Pasado el invierno, se suministraba hielo a las ciudades y pueblos próximos. Gorbeia era un lugar ideal, por ubicación y altitud, para esas neveras y tuvo una decena: Neberabarri (Itxina), Neberabaltz (cerca de Neberabarri), Neberazar (próxima a Supelegor), Igitaia, Neberetak, Kakanebereta, Neberatxa, Barazar, Larreder y Areatza.

Menhir de Arlobi

Las primeras evidencias de presencia humana en las inmediaciones del Gorbeia se remontan a tiempos prehistóricos, hasta 130.000 años a. de c. Los monumentos megalíticos son una de sus principales evidencias, entre los que destacan los menhires, grandes rocas más o menos estilizadas dispuestas verticalmente sobre el suelo. Aunque en ocasiones aparecen en las cercanías de otros megalitos, en especial de crómlech, su función no es de carácter funerario, sino que parecen más bien relacionados con la delimitación o señalización de espacios determinados: pastizales, antiguos caminos, etc. Se adscriben generalmente a las Edades del Bronce o del Hierro. El de Arlobi, restaurado en la que se supone fue su disposición original en el paraje alavés del mismo nombre, es uno de los más conocidos de Gorbeia. Mide 5 metros y pesa algo más de 4 toneladas.

Las primeras evidencias de presencia humana en las inmediaciones del Gorbeia se remontan a tiempos prehistóricos, hasta 130.000 años a. de c. Los monumentos megalíticos son una de sus principales evidencias, entre los que destacan los menhires, grandes rocas más o menos estilizadas dispuestas verticalmente sobre el suelo. Aunque en ocasiones aparecen en las cercanías de otros megalitos, en especial de crómlech, su función no es de carácter funerario, sino que parecen más bien relacionados con la delimitación o señalización de espacios determinados: pastizales, antiguos caminos, etc. Se adscriben generalmente a las Edades del Bronce o del Hierro. El de Arlobi, restaurado en la que se supone fue su disposición original en el paraje alavés del mismo nombre, es uno de los más conocidos de Gorbeia. Mide 5 metros y pesa algo más de 4 toneladas.
Las primeras evidencias de presencia humana en las inmediaciones del Gorbeia se remontan a tiempos prehistóricos, hasta 130.000 años a. de c. Los monumentos megalíticos son una de sus principales evidencias, entre los que destacan los menhires, grandes rocas más o menos estilizadas dispuestas verticalmente sobre el suelo. Aunque en ocasiones aparecen en las cercanías de otros megalitos, en especial de crómlech, su función no es de carácter funerario, sino que parecen más bien relacionados con la delimitación o señalización de espacios determinados: pastizales, antiguos caminos, etc. Se adscriben generalmente a las Edades del Bronce o del Hierro. El de Arlobi, restaurado en la que se supone fue su disposición original en el paraje alavés del mismo nombre, es uno de los más conocidos de Gorbeia. Mide 5 metros y pesa algo más de 4 toneladas.

Presa de Iondagorta y meseta de Arimegorta

El agua es un elemento vertebrador y constructor del paisaje de Gorbeia. Ha moldeado su suelo calizo y configura decenas de arroyos, cascadas, saltos y nacederos tan importantes como el del Baias, a los pies de Peña Urratxa. El ser humano ha dejado en este caso su huella en forma de embalses. Hasta tres hay en sus faldas: Undurraga, Lambreabe o Iondiagorta, ambos en Zeanuri, y Zubialde, en Murua (Zigoitia). El de Iondiagorta, destinado a la producción eléctrica y situado a 750 metros de altitud, es además el más alto de Bizkaia y da acceso a la meseta de Arimegorta, uno de los parajes más bellos y singulares del Parque Natural.

El agua es un elemento vertebrador y constructor del paisaje de Gorbeia. Ha moldeado su suelo calizo y configura decenas de arroyos, cascadas, saltos y nacederos tan importantes como el del Baias, a los pies de Peña Urratxa. El ser humano ha dejado en este caso su huella en forma de embalses. Hasta tres hay en sus faldas: Undurraga, Lambreabe o Iondiagorta, ambos en Zeanuri, y Zubialde, en Murua (Zigoitia). El de Iondiagorta, destinado a la producción eléctrica y situado a 750 metros de altitud, es además el más alto de Bizkaia y da acceso a la meseta de Arimegorta, uno de los parajes más bellos y singulares del Parque Natural.
El agua es un elemento vertebrador y constructor del paisaje de Gorbeia. Ha moldeado su suelo calizo y configura decenas de arroyos, cascadas, saltos y nacederos tan importantes como el del Baias, a los pies de Peña Urratxa. El ser humano ha dejado en este caso su huella en forma de embalses. Hasta tres hay en sus faldas: Undurraga, Lambreabe o Iondiagorta, ambos en Zeanuri, y Zubialde, en Murua (Zigoitia). El de Iondiagorta, destinado a la producción eléctrica y situado a 750 metros de altitud, es además el más alto de Bizkaia y da acceso a la meseta de Arimegorta, uno de los parajes más bellos y singulares del Parque Natural.

Neberabarri (Itxina)

Está considerada la nevera más importante de Gorbeia, conocida también como Nevera de Orozko. Se ubica sobre el paso de Kargaleku, en uno de los accesos a Itxina desde Arraba. Se construyó aprovechando una sima de 25 metros donde se levantaron dos muros que se unían en lo alto por medio de una bóveda. Sobre ella existía una chabola con una gran puerta en cuyo interior, además de distintos aperos, estaba el cesto que se descolgaba con una cuerda para recoger el hielo. Las neveras de montaña, como otras tantas labores ancestrales, fueron quedando en desuso con la introducción de nuevas técnicas y, sobre todo, por la utilización de la energía eléctrica a comienzos del siglo XX.

Está considerada la nevera más importante de Gorbeia, conocida también como Nevera de Orozko. Se ubica sobre el paso de Kargaleku, en uno de los accesos a Itxina desde Arraba. Se construyó aprovechando una sima de 25 metros donde se levantaron dos muros que se unían en lo alto por medio de una bóveda. Sobre ella existía una chabola con una gran puerta en cuyo interior, además de distintos aperos, estaba el cesto que se descolgaba con una cuerda para recoger el hielo. Las neveras de montaña, como otras tantas labores ancestrales, fueron quedando en desuso con la introducción de nuevas técnicas y, sobre todo, por la utilización de la energía eléctrica a comienzos del siglo XX.
Está considerada la nevera más importante de Gorbeia, conocida también como Nevera de Orozko. Se ubica sobre el paso de Kargaleku, en uno de los accesos a Itxina desde Arraba. Se construyó aprovechando una sima de 25 metros donde se levantaron dos muros que se unían en lo alto por medio de una bóveda. Sobre ella existía una chabola con una gran puerta en cuyo interior, además de distintos aperos, estaba el cesto que se descolgaba con una cuerda para recoger el hielo. Las neveras de montaña, como otras tantas labores ancestrales, fueron quedando en desuso con la introducción de nuevas técnicas y, sobre todo, por la utilización de la energía eléctrica a comienzos del siglo XX.

Puente Arkarai (río Baias)

El río Baias es el cauce más importante de los que surcan Gorbeia. Nace a casi mil metros de altura, bajo la Peña Urratxa, desciende como arroyo por el barranco de Padrobaso y a la altura del puente Arkarai se funde con el Larreakorta para formar el Baias propiamente dicho, que muere en el Ebro 64 kilómetros más tarde, a la altura de Miranda. El puente Arkarai, como los de Igatz, Arlobi y Aldarro, son viaductos levantados por carboneros y pastores para evitar las crecidas del Baias camino de sus bordas. Construido en un solo arco de medio punto, en su sencillez radica su belleza.

El río Baias es el cauce más importante de los que surcan Gorbeia. Nace a casi mil metros de altura, bajo la Peña Urratxa, desciende como arroyo por el barranco de Padrobaso y a la altura del puente Arkarai se funde con el Larreakorta para formar el Baias propiamente dicho, que muere en el Ebro 64 kilómetros más tarde, a la altura de Miranda. El puente Arkarai, como los de Igatz, Arlobi y Aldarro, son viaductos levantados por carboneros y pastores para evitar las crecidas del Baias camino de sus bordas. Construido en un solo arco de medio punto, en su sencillez radica su belleza.
El río Baias es el cauce más importante de los que surcan Gorbeia. Nace a casi mil metros de altura, bajo la Peña Urratxa, desciende como arroyo por el barranco de Padrobaso y a la altura del puente Arkarai se funde con el Larreakorta para formar el Baias propiamente dicho, que muere en el Ebro 64 kilómetros más tarde, a la altura de Miranda. El puente Arkarai, como los de Igatz, Arlobi y Aldarro, son viaductos levantados por carboneros y pastores para evitar las crecidas del Baias camino de sus bordas. Construido en un solo arco de medio punto, en su sencillez radica su belleza.

Majada de Austigarmin

Junto al collado de Argindegorta (1.036 m), asentada sobre un polje (valle cerrado) y encajada y protegida entre las cumbres de Oderiaga, Usotegieta e Ipergorta, la majada de Austigarmin es la mejor conservada de todo el macizo. Situada a mil metros de altura, alberga una decena de bordas, la mayoría aún en uso, además de corrales, rediles, cochiqueras y otras construcciones menores. Pasear entre sus txabolas es volver a los tiempos en los que los pastores pasaban buena parte del año conviviendo con sus rebaños y elaborando queso artesanal.

Junto al collado de Argindegorta (1.036 m), asentada sobre un polje (valle cerrado) y encajada y protegida entre las cumbres de Oderiaga, Usotegieta e Ipergorta, la majada de Austigarmin es la mejor conservada de todo el macizo. Situada a mil metros de altura, alberga una decena de bordas, la mayoría aún en uso, además de corrales, rediles, cochiqueras y otras construcciones menores. Pasear entre sus txabolas es volver a los tiempos en los que los pastores pasaban buena parte del año conviviendo con sus rebaños y elaborando queso artesanal.
Junto al collado de Argindegorta (1.036 m), asentada sobre un polje (valle cerrado) y encajada y protegida entre las cumbres de Oderiaga, Usotegieta e Ipergorta, la majada de Austigarmin es la mejor conservada de todo el macizo. Situada a mil metros de altura, alberga una decena de bordas, la mayoría aún en uso, además de corrales, rediles, cochiqueras y otras construcciones menores. Pasear entre sus txabolas es volver a los tiempos en los que los pastores pasaban buena parte del año conviviendo con sus rebaños y elaborando queso artesanal.

Menhir de Kurtzegan

El menhir de Kurtzegan se sitúa en el collado y cerca de la cumbre del mismo nombre, en el cordal de los montes de Arno, que cierra por el sur el valle de Orozko. Por sus dimensiones -más de cinco metros de alto y siete toneladas de peso- estamos ante el monolito más importantes de Euskadi. Sus restos -estaba partido en varios trozos- permanecían derribados en el suelo hasta que hace una década se acometió su restauración. Los estudios realizados de forma paralela a su reconstrucción han descubierto que dos de los tres bloques de los que consta pertenecen a una misma pieza. Sus diversas partes han sido ensambladas y revelan un menhir de 5,40 metros de longitud. Los expertos también han concluido que el material del bloque principal es arenisca albiense, que pudo ser extraída del alto de Kurtzenaga o de la cima del Kolometa. La ausencia de otros restos arqueológicos ha impedido datar el monumento.

El menhir de Kurtzegan se sitúa en el collado y cerca de la cumbre del mismo nombre, en el cordal de los montes de Arno, que cierra por el sur el valle de Orozko. Por sus dimensiones -más de cinco metros de alto y siete toneladas de peso- estamos ante el monolito más importantes de Euskadi. Sus restos -estaba partido en varios trozos- permanecían derribados en el suelo hasta que hace una década se acometió su restauración. Los estudios realizados de forma paralela a su reconstrucción han descubierto que dos de los tres bloques de los que consta pertenecen a una misma pieza. Sus diversas partes han sido ensambladas y revelan un menhir de 5,40 metros de longitud. Los expertos también han concluido que el material del bloque principal es arenisca albiense, que pudo ser extraída del alto de Kurtzenaga o de la cima del Kolometa. La ausencia de otros restos arqueológicos ha impedido datar el monumento.
El menhir de Kurtzegan se sitúa en el collado y cerca de la cumbre del mismo nombre, en el cordal de los montes de Arno, que cierra por el sur el valle de Orozko. Por sus dimensiones -más de cinco metros de alto y siete toneladas de peso- estamos ante el monolito más importantes de Euskadi. Sus restos -estaba partido en varios trozos- permanecían derribados en el suelo hasta que hace una década se acometió su restauración. Los estudios realizados de forma paralela a su reconstrucción han descubierto que dos de los tres bloques de los que consta pertenecen a una misma pieza. Sus diversas partes han sido ensambladas y revelan un menhir de 5,40 metros de longitud. Los expertos también han concluido que el material del bloque principal es arenisca albiense, que pudo ser extraída del alto de Kurtzenaga o de la cima del Kolometa. La ausencia de otros restos arqueológicos ha impedido datar el monumento.

Mojón de la Cruz (Zigoitia-Zeanuri)

El Parque Natural de Gorbeia es un espacio con entidad propia, pero cuyo territorio pertenece a ocho municipios: Areatza, Artea, Orozko, Zeberio y Zeanuri, en Bizkaia; y Urkabustaitz, Zigoitia y Zuia, principalmente a este último, con más de un tercio del territorio protegido dentro de sus límites. Los mojones e hitos numerados marcando los límites municipales se extienden por todo el Parque y aún hoy siguen siendo ley.

El Parque Natural de Gorbeia es un espacio con entidad propia, pero cuyo territorio pertenece a ocho municipios: Areatza, Artea, Orozko, Zeberio y Zeanuri, en Bizkaia; y Urkabustaitz, Zigoitia y Zuia, principalmente a este último, con más de un tercio del territorio protegido dentro de sus límites. Los mojones e hitos numerados marcando los límites municipales se extienden por todo el Parque y aún hoy siguen siendo ley.
El Parque Natural de Gorbeia es un espacio con entidad propia, pero cuyo territorio pertenece a ocho municipios: Areatza, Artea, Orozko, Zeberio y Zeanuri, en Bizkaia; y Urkabustaitz, Zigoitia y Zuia, principalmente a este último, con más de un tercio del territorio protegido dentro de sus límites. Los mojones e hitos numerados marcando los límites municipales se extienden por todo el Parque y aún hoy siguen siendo ley.

Urdandegi (porqueriza) de Aldapiñape

Las majadas pastoriles eran el lugar de residencia de los pastores desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Formaban auténticas comunidades que se procuraban todas las comodidades y servicios posibles. Los Urdandegi, cochiqueras o porquerizas se utilizaban para guardar los cerdos, que eran una de sus principales fuentes de alimentación.

Las majadas pastoriles eran el lugar de residencia de los pastores desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Formaban auténticas comunidades que se procuraban todas las comodidades y servicios posibles. Los Urdandegi, cochiqueras o porquerizas se utilizaban para guardar los cerdos, que eran una de sus principales fuentes de alimentación.
Las majadas pastoriles eran el lugar de residencia de los pastores desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Formaban auténticas comunidades que se procuraban todas las comodidades y servicios posibles. Los Urdandegi, cochiqueras o porquerizas se utilizaban para guardar los cerdos, que eran una de sus principales fuentes de alimentación.

Txabola de Aginalde y Tejo singular

La meseta de Arimegorta se eleva a casi mil metros de altitud y es uno de los parajes más bellos de Gorbeia. Perfilado por el imponente Aldamin, al sur, y los farallones que caen hacia Zeanuri, al norte, acoge un buen número de refugios y bordas y está salpicado de árboles de todo tipo. La txabola de Aginagalde y el tejo que le escolta, declarado Árbol Singular, aúna los dos elementos característicos de este altiplano.

La meseta de Arimegorta se eleva a casi mil metros de altitud y es uno de los parajes más bellos de Gorbeia. Perfilado por el imponente Aldamin, al sur, y los farallones que caen hacia Zeanuri, al norte, acoge un buen número de refugios y bordas y está salpicado de árboles de todo tipo. La txabola de Aginagalde y el tejo que le escolta, declarado Árbol Singular, aúna los dos elementos característicos de este altiplano.
La meseta de Arimegorta se eleva a casi mil metros de altitud y es uno de los parajes más bellos de Gorbeia. Perfilado por el imponente Aldamin, al sur, y los farallones que caen hacia Zeanuri, al norte, acoge un buen número de refugios y bordas y está salpicado de árboles de todo tipo. La txabola de Aginagalde y el tejo que le escolta, declarado Árbol Singular, aúna los dos elementos característicos de este altiplano.

Ref. Juventus (Egiriñao)

Enmarcado en uno de los parajes más bellos del Parque Natural, fue el primer refugio levantado en Gorbeia, en 1920, por la entonces Federación Vasco-Navarra de Montaña. En 1957 fue adquirido por el Club Juventus y a lo largo de los años ha tenido numerosas remodelaciones hasta el punto de que hoy en día alberga tres refugios diferenciados y que son propiedad de los clubes de montaña Juventus, Bilbao Alpino y Arnotegi.

Enmarcado en uno de los parajes más bellos del Parque Natural, fue el primer refugio levantado en Gorbeia, en 1920, por la entonces Federación Vasco-Navarra de Montaña. En 1957 fue adquirido por el Club Juventus y a lo largo de los años ha tenido numerosas remodelaciones hasta el punto de que hoy en día alberga tres refugios diferenciados y que son propiedad de los clubes de montaña Juventus, Bilbao Alpino y Arnotegi.
Enmarcado en uno de los parajes más bellos del Parque Natural, fue el primer refugio levantado en Gorbeia, en 1920, por la entonces Federación Vasco-Navarra de Montaña. En 1957 fue adquirido por el Club Juventus y a lo largo de los años ha tenido numerosas remodelaciones hasta el punto de que hoy en día alberga tres refugios diferenciados y que son propiedad de los clubes de montaña Juventus, Bilbao Alpino y Arnotegi.

Ruinas de borda en hayedo Haginamendi

Gorbeia está salpicado de bordas en todas sus vertientes. Agrupadas en majadas o aisladas en hayedos y pastos al socaire, la mayoría han desaparecido. Como mudos testigos de aquella época de esplendor pastoril quedan desperdigadas por el macizo sus ruinas, casi siempre las bases de sus muros, hoy cubiertos de musgo, que sirven para imaginar la dureza de la vida de aquellos rudos hombres en armonía con la naturaleza.

Gorbeia está salpicado de bordas en todas sus vertientes. Agrupadas en majadas o aisladas en hayedos y pastos al socaire, la mayoría han desaparecido. Como mudos testigos de aquella época de esplendor pastoril quedan desperdigadas por el macizo sus ruinas, casi siempre las bases de sus muros, hoy cubiertos de musgo, que sirven para imaginar la dureza de la vida de aquellos rudos hombres en armonía con la naturaleza.
Gorbeia está salpicado de bordas en todas sus vertientes. Agrupadas en majadas o aisladas en hayedos y pastos al socaire, la mayoría han desaparecido. Como mudos testigos de aquella época de esplendor pastoril quedan desperdigadas por el macizo sus ruinas, casi siempre las bases de sus muros, hoy cubiertos de musgo, que sirven para imaginar la dureza de la vida de aquellos rudos hombres en armonía con la naturaleza.

Refugio Ángel Sopeña (Álava)

El 29 de mayo de 1960 se inaugura con asistencia de unos 3.000 montañeros el nuevo refugio de la Federación Vizcaína en Arraba. Lleva el nombre del montañero y dirigente federativo Ángel Sopeña, en homenaje a su labor en favor todos los refugios de Gorbeia. La Federación Española tenía una deuda contraída con los montañeros vascos desde que se desprendió en 1957 del antiguo refugio de Eguiriñao, que pago contruyendo este nuevo edificio. Disponía de 32 plazas con guardería y cantina abierta del 1 de mayo al 31 de octubre. El resto del año había que recoger la llave en el Club Deportivo de Bilbao, en Zeanuri en la casa de Domingo Manterola, o en la Subdelegación de la Federación en Vitoria. De su cuidado se encargaba el pastor Basilio Echevarria, que servía comidas y bebidas y lo proveía de leña. Como anécdota, en agosto de 1983, con motivo de las grandes lluvias que asolaron el País Vasco, se formó un gran lago delante del refugio, que sorprendió a los propios pastores. Su última gran remodelación, que le dio su aspecto actual, data de 1992.

El 29 de mayo de 1960 se inaugura con asistencia de unos 3.000 montañeros el nuevo refugio de la Federación Vizcaína en Arraba. Lleva el nombre del montañero y dirigente federativo Ángel Sopeña, en homenaje a su labor en favor todos los refugios de Gorbeia. La Federación Española tenía una deuda contraída con los montañeros vascos desde que se desprendió en 1957 del antiguo refugio de Eguiriñao, que pago contruyendo este nuevo edificio. Disponía de 32 plazas con guardería y cantina abierta del 1 de mayo al 31 de octubre. El resto del año había que recoger la llave en el Club Deportivo de Bilbao, en Zeanuri en la casa de Domingo Manterola, o en la Subdelegación de la Federación en Vitoria. De su cuidado se encargaba el pastor Basilio Echevarria, que servía comidas y bebidas y lo proveía de leña. Como anécdota, en agosto de 1983, con motivo de las grandes lluvias que asolaron el País Vasco, se formó un gran lago delante del refugio, que sorprendió a los propios pastores. Su última gran remodelación, que le dio su aspecto actual, data de 1992.
El 29 de mayo de 1960 se inaugura con asistencia de unos 3.000 montañeros el nuevo refugio de la Federación Vizcaína en Arraba. Lleva el nombre del montañero y dirigente federativo Ángel Sopeña, en homenaje a su labor en favor todos los refugios de Gorbeia. La Federación Española tenía una deuda contraída con los montañeros vascos desde que se desprendió en 1957 del antiguo refugio de Eguiriñao, que pago contruyendo este nuevo edificio. Disponía de 32 plazas con guardería y cantina abierta del 1 de mayo al 31 de octubre. El resto del año había que recoger la llave en el Club Deportivo de Bilbao, en Zeanuri en la casa de Domingo Manterola, o en la Subdelegación de la Federación en Vitoria. De su cuidado se encargaba el pastor Basilio Echevarria, que servía comidas y bebidas y lo proveía de leña. Como anécdota, en agosto de 1983, con motivo de las grandes lluvias que asolaron el País Vasco, se formó un gran lago delante del refugio, que sorprendió a los propios pastores. Su última gran remodelación, que le dio su aspecto actual, data de 1992.

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eldiariomontanes La presencia del ser humano en el Parque Natural de Gorbeia