El pueblo asturiano de Viboli, incomunicado por los aludes

El motivo, varios aludes de nieve, «al menos dos, que bajaron la semana pasada y que nadie ha retirado por el abandono que tenemos en estos pueblos », denuncia Mariano Hortal Rivero, vecino de la aldea de Biamón, un barrio de Casielles. Según explica, las bajas temperaturas impiden el deshielo de esa nieve que sigue cortando el acceso a Viboli. «Los vecinos llamaron el viernes, pero yo estuve hablando esta mañana con ellos y siguen incomunicados. Si no toman medidas tendrán para varios días más, porque allí el sol no entra», añadió. Además, al tratarse de una zona muy transitada por montañeros, «esa acumulación de nieve es un auténtico peligro para ellos, porque si se ponen a cruzar esos aludes pueden acabar en el río».

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Para colmo, ayer por la mañana, en la misma carretera que da acceso a Casielles y Viboli se desprendió una gran roca, «un morrillo grande que rompió la valla de protección y un tramo del firme de la carretera, unos metros más arriba nada más pasar el bar de La Güera», añade este vecino. Mariano reconoce que no son muchos los vecinos que viven en los Beyos, pero reclama un poco más de atención. Él es el único habitante de Biamón y en Viboli solo residen tres personas. «Una de ellas es una señora de 80 años y otro un señor con una discapacidad bastante grande que merece un poco más de consideración y preocupación por parte del Ayuntamiento y de las autoridades competentes», asegura Mariano Hortal.

Por suerte, para subir a Casielles y Biamón la carretera está abierta, se puede circular aunque con mucha más precaución de lo habitual ya que hay placas de hielo en varios lugares y el hundimiento causado por la roca desprendida de la ladera. Como hay tantos desprendimientos, las cunetas siguen acumulando piedras y «el agua ya no transita por ellas». A su vez, la calzada está «llena de socavones». Este vecino también pregunta por la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil creada hace tres años en el concejo, «ya que nos vendría muy bien en momentos como estos». Solo espera que el Ayuntamiento de Ponga «se preocupe un poco más de estos pueblos».