El campamento de Garma Ciega acogerá a más de cien espeleólogos europeos en julio

En la edición del pasado año participaron en la cita más de cien deportistas llegados de toda Europa. El principal aliciente se encuentra en la propia ubicación del campamento, en el Sistema Mortillano, que cuenta con más de 140 kilómetros de desarrollo y son las dos bocas de acceso situadas a mayor altitud. Este hecho permite realizar una actividad de tipo alpino en la que se salvan grandes desniveles y se recorren galerías inundadas de enormes dimensiones.

Para hacerlo posible, la Fundación de Espeleosocorro Cántabro (Esocan) instalará un vivac en la Sala de los Titanes, a 500 metros de profundidad, desde el que se acometerá el acceso a la zona profunda. Bajar al sifón de Garma Ciega o realizar la travesía Cellagua-Garma Ciega es una actividad muy exigente, reservada a deportistas con una buena preparación física, técnica y psicológica. Los participantes deben efectuar una autoevaluación objetiva y responsable de sus capacidades y una cuidadosa planificación de la actividad.

Para obtener el patrocinio de la Unión Internacional de Espeleología, el campamento promovido por Esocan presentó su candidatura y debió superar varias rondas de selección hasta resultar la prueba escogida. Una selección que refuerza el plan de marketing de la región como destino de turismo espeleológico desarrollado por la Universidad de Cantabria para el propio Ejecutivo regional, a petición de los ayuntamientos del Alto Asón y en el que la fundación Esocan tuvo una participación activa.

En el documento se resalta el valioso posicionamiento que la comarca del Alto Asón tiene entre los espeleólogos españoles, que contrasta con el bajo conocimiento que espeleólogos extranjeros tienen de Cantabria. Para reducir esta brecha, se han establecido tres segmentos de actuación. El primero ya está siendo atendido por las empresas de turismo activo de la comarca y limítrofes. El segundo también está cubierto por los clubes. Mientras que el tercero, referido a la actividad espeleológica de grandes verticales que carecen de la consideración de travesía, estaba abandonado tras una etapa en la que los clubes se ocuparon de cubrir dicho ámbito.

Gracias al esfuerzo de Esocan, dicho vacío queda ahora encarrilado, con el objetivo de desarrollar una actividad deportiva de alto nivel, facilitando a los participantes la logística y favoreciendo la práctica de la espeleología de «compromiso». El reconocimiento por parte de la UIS supone un espaldarazo a los esfuerzos que desde la Fundación Esocan realizan para la promoción de la espeleología en Cantabria desde un enfoque de seguridad, responsabilidad y respeto al medio subterráneo.