![Besoy: «El paisaje de los Picos es difícil de llevar al óleo»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202108/09/media/cortadas/66711630-kFoD--1248x830@Diario%20Montanes.jpg)
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Su trayectoria como pintor paisajista ha estado marcada por el esfuerzo constante y la dedicación. El pintor lebaniego Joaquín Besoy (Lon, 1951) quiso desde niño plasmar en sus cuadros «las bellezas naturales de Liébana y Picos de Europa» y ahora ve reconocido su trabajo «con ... premios y distinciones». Disfruta pintando al aire libre en todas las estaciones, pero especialmente en el otoño, «donde una gran variedad de colores inundan los bosques de la comarca». Se considera autodidacta y hasta finales de este mes de agosto presenta su obra en una sala ubicada entre las calles Cántabra y de San Cayetano, en el casco antiguo de Potes.
-¿Cuándo surge su afición por la pintura?
-Siempre tuve una gran afición al dibujo, ya que desde muy pequeño me gustaba realizarlos en la escuela. Quise hacer Bellas Artes, pero no fue posible porque tenía que desplazarme a Bilbao. Fui ganadero, emigrante en Méjico y hostelero. Comencé a pintar con 43 años porque era lo que siempre había soñado desde mi infancia. Hice mi primera exposición en Potes, en la Torre del Infantado, donde vendí algún cuadro. Y eso fue lo que me animó a continuar.
LOS TEMAS
-¿Quiénes han sido sus maestros en esta carrera?
-Han sido tres pintores que han influido en mí a la hora de pintar. El catalán Alberto Gracia, que vino a Liébana en los años ochenta y le acompañé a pintar en algunas ocasiones, y Elías Garralda, un gran pintor paisajista que durante varios años, cada vez que venía a Potes, pintábamos juntos. Ambos me ayudaron mucho a entender la forma de encajar un paisaje al óleo. Finalmente, siempre he admirado a Carlos de Aes, pintor de otra generación, al que no conocí, que fue uno de los mejores paisajistas del mundo y que pintó Picos de Europa con cuadros realizados cerca de mi pueblo natal de Lon.
-¿Se considera un pintor de caballete?
-Desde luego. Existe mucha diferencia entre pintar al aire libre o hacerlo en un estudio en tu casa. Hay cuadros que sí les he realizado en casa por una buena fotografía. Pero siempre procuro salir a dar los últimos toques a ese lugar porque en fotografía no se captan muchos detalles que al final marcan la diferencia. Cuando pinto al aire libre disfruto mucho y soy consciente de que siempre hay que intentar, cada día, captar la luz del paisaje a las mismas horas para lograr un gran cuadro, que pinto utilizando siete u ocho colores.
-¿Cómo ha sido su evolución como pintor desde sus primeras obras?
-Ha sido una evolución enorme. Me considero un pintor autodidacta y soy consciente de lo que he conseguido a base de mucho esfuerzo, dedicación y horas de trabajo. Me emociono al hablar porque, para mí, es una gran satisfacción personal el ver que mi obra está siendo reconocida y el nivel tan alto que he logrado. Mi objetivo ha sido intentar superarme a mí mismo.
EVOLUCIÓN
-¿Qué detalles son los que más valora antes de decidir pintar un cuadro?
-Tengo la suerte de vivir en un paraíso para el pintor que es Liébana y Picos de Europa. Al principio buscaba lugares emblemáticos, pero ahora busco rincones con mucha más dificultad, que me suponen un reto, porque eso me motiva para poder intentar conseguir un buen cuadro.
-¿Qué rincones de Liébana aún conservan una arquitectura tradicional y un paisaje que enamoran a un pintor?
-Son innumerables. Quizás donde más he pintado ha sido en Potes y en Mogrovejo, pero en Liébana hay pueblos tan bonitos que siempre es muy difícil elegir, porque cada lugar tiene su encanto particular.
-¿Qué representa el otoño en Liébana para un paisajista?
-Encontrarte ante un colorido extraordinario, con gran variedad de árboles que muestran tonos muy variados y desde donde se desprende una luz muy especial. Es un color tan intenso que, a veces, cuesta pensar si lo que contemplan tus ojos y tienes que plasmar al óleo es un paisaje real.
-¿Disfruta pintando los Picos de Europa?
-Indudablemente. Yo nací a los pies de los Picos de Europa, en el pueblo de Lon, y desde niño recorrí estos parajes cuidando el ganado. En la pintura, los Picos de Europa han estado algo olvidados porque es muy difícil llevar al óleo el paisaje que contemplas, los diferentes planos, la roca bien definida, las nieblas, etc. Sin duda, ha sido mi gran reto y estoy muy satisfecho por los resultados obtenidos.
-Y su obra está siendo reconocida con los años.
-Creo que sí, ya que en estos últimos cinco años he conseguido importantes premios, que me ha concedido la asociación española de pintores y escultores. Incluso he tenido cuadros seleccionados con diplomas o con menciones honoríficas. El próximo mes de octubre expondré mi obra en la sala de Usera, en Madrid.
-¿Qué significa Liébana y Picos de Europa para usted?
-He nacido en esta maravillosa tierra y después de recorrer muchos lugares del mundo he regresado a mis orígenes y donde han nacido mis antepasados. Es un orgullo ser lebaniego y poder divulgar esta comarca en mis cuadros.
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Ana del Castillo
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