Monte Hijedo (Riopanero). De sus entrañas extraían madera utilizada por los carboneros para alimentar las ferrerías del entorno, incluso para las Reales Fábricas de Artillería de La Cavada y Liérganes. Otra regia localización, la de los Reales Astilleros de Guarnizo, utilizó aquella materia prima que servía además para calentar a la población local y fabricar traviesas del ferrocarril o vigas de las minas. Así fueron desapareciendo los árboles de una gran extensión que hoy día, aunque reducida, se distingue aún como una de las tres manchas de roble albar más importantes de España. Las otras dos son el robledal de Garralda (Navarra) y el de Muniellos (Asturias). El enclave contiene otros habitantes como hayas, tejos, acebos, avellanos, endrinos, mostajos, serbales y algunas especies de sotobosque. Entre sus formas se esconden topos ibéricos, corzos, jabalíes, milanos negros, gavilanes, búhos chicos o águilas perdiceras que habitan en la cuenca del arroyo de Hijedo. El acceso se hace desde el pueblo de Riopanero, en Valderredible. Allí espera además el Centro de Interpretación del Monte Hijedo, un edificio restaurado de origen medieval que informa sobre este preciado entorno natural e invita a conocer la forma en que sociedad y bosque se han relacionado a lo largo de los siglos, aprovechando sus recursos.
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