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Marco G. Vidart
Santiago de Cudeyo
Miércoles, 4 de diciembre 2024
A la vez que ofrece una de las vistas más alucinantes de toda la región, luce siempre a lo lejos con un punto de altivez. 'Ven... Si te atreves'. El común de los mortales utiliza el coche para llegar a la cima. Un puñado de valientes se atreve cada año con sus cuestas en una carrera en la que no puede haber más sufrimiento. Y de cuando en vez, la Vuelta a España regresa a uno de sus 'bombones' más selectos. Peña Cabarga es sinónimo de cuestas imposibles, de gritos de esfuerzo en esas cuestas que, a veces con porcentajes inhumanos, miran al cielo de forma agresiva. Pero en esa mole también hay senderos. Rutas que invitan a conocerla de otra manera y que resultan, aunque sea solo un poco, más amables para llegar a la cima del Pico Llen y disfrutar de esas vistas que, no por conocidas por muchos cántabros, dejan de ser espectaculares.
Desde Santiago de Cudeyo nace una de esas rutas. Cerca de una pequeña pista polideportiva, una desviación a la derecha inicia el recorrido. Y como si Peña Cabarga empezase su particular 'regocijo' con el caminante, al punto comienza a recordarle dónde se está. Para arriba. Aunque sin un porcentaje imposible.
La pista se adentra en el bosque. Piedra grande, hojarasca de eucaliptos o algún castaño... Si ha llovido en los días previos, la precaución de siempre para no dar un resbalón no está de más. Una señal indica una bifurcación, pero como esta ruta es circular, se puede coger el sentido que se desee porque se regresará a ese mismo punto.
Localización: Santiago de Cudeyo (Medio Cudeyo).
Duración total: 2 horas y 45 minutos.
Longitud total: 6,5 kilómetros.
Nivel: Fácil.
Si se escoge seguir de frente, enseguida empiezan a oírse las carcajadas de la montaña. Porque hasta ahí el trayecto no parece tan duro. Poco después de ese desvío comienza un tramo 'hecho en Peña Cabarga'. De esos que en un montón de metros, no sueltan. 'No te olvides de dónde estás', parece llegar una voz desde el Pico Llen. En algún recoveco que dejan los árboles, se ve Santander y los municipios cercanos.
*Consulta el punto de partida de la ruta. Inicio desde el aparcamiento donde puedes dejar el coche:
Pero a poco más de un kilómetro de recorrido se oye un sonido. ¿Campanos de vacas? Y quien ha ido de cuando en vez a Peña Cabarga las recuerda... por la cima. La vista lo confirma. No se está lejos de las antenas.
Un pequeño tramo de llano antecede a la parte más rota del recorrido. Piedras grandes, barro... Los pinos toman el relevo a los eucaliptos antes de que la pequeña pista parezca perderse en una zona llana, flanqueada en un costado por grandes rocas. Pero de frente y a la derecha, se retoma. Ahí aparece un bosque salpicado con las típicas piedras que pueblan la cima de Peña Cabarga.
*Consulta la ruta en Wikiloc:
Un tramo de bosque, entre pinos, constituye otra pequeña prueba. A veces, el camino se pierde. Pero basta con encontrar marcas de pintura en árboles o rocas, para retomarlo. En otro tramo, de unos pocos metros, hay que salvar un fuerte desnivel, para llegar a un prado ya con arbusto bajo y escajos. El mirador de Peña Cabarga ya se ve en lontananza.
La llegada a la carretera permite seguir, al otro lado, campo a través. Desde lo alto del Pico Llen, con un día despejado, las vistas son de sobra conocidas. Buena parte de la región se puede contemplar desde Peña Cabarga. Si además se hace la ruta en un día en el que el bar esté abierto, se puede reponer fuerzas un rato.
La ruta se retoma junto a las primeras antenas que uno se encuentra al llegar a Peña Cabarga por la carretera –no las que hay en la cima–. El camino inicia un descenso prolongado, pero constante. Una bifurcación constituye otra pequeña precaución, ya que hay que seguir justo de frente. El camino se interna en un bosque umbrío en el que hay alguna pendiente fuerte, donde el riesgo de darse alguna 'culada' es alto.
Pero ese tramo de bosque es corto. Una última desviación, donde la lógica hace mirar a la derecha porque el paisaje es abierto y se localiza con facilidad hacia dónde se debe ir, lleva tras un pequeño recorrido a la primera bifurcación de la ruta. De ahí, el regreso hacia Santiago de Cudeyo hace pensar al caminante en varias cosas. En el buen rato de ejercicio que se ha hecho, en las vistas alucinantes que se han contemplado... Y en que en esta ruta, Peña Cabarga no es tan dura como parece. Aunque el recuerdo de tres o cuatro tramos que parecen paredes también está presente y hacen que vuelva a resonar la risa floja de una de las montañas más emblemáticas de Cantabria. Porque para disfrutar de esas postales únicas, hay que pagar un poco de dolor en las 'patas'.
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