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El puerto de Sejos ya se ve desde el tramo final de la pista.
El puerto de Sejos ya se ve desde el tramo final de la pista. Marco G. Vidart
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Monumentos de vida y roca

La ruta de la Canal de Cureñas, también conocida como la de la Jaya Cruzá, permite llegar, a través de una senda entre árboles y cauces de agua, al puerto de Sejos, donde se puede visitar el paraje de los Cantos de la Borrica

Jueves, 17 de octubre 2024

Un bosque con hayas, avellanos, algún roble... Y siempre con la compañía de un pequeño río de nombre algo intimidante, el Infierno. Por si fuera poco, formaciones de roca. De lo más curiosas. Hasta llegar a uno de los paisajes más increíbles de Cantabria, el puerto de Sejos. La ruta de la Canal de Cureñas, también conocida como la de la Jaya Cruzá, ofrece un recorrido que, para tanto premio, demanda un poco de esfuerzo y un mucho de precaución. Porque el lugar al que se llega, Sejos, es en los que hay que tener un especial respeto en cuanto a la meteorología.

Descubra la ruta a través de este vídeo. Marco G. Vidart

Un cartel en el puerto de Palombera, 'La Jaya Cruzá', indica el nombre del lugar donde empieza la ruta y que ya se ha hecho también habitual para referirse a ella. Junto al cartel, el único aparcamiento que hay como tal en la subida. Desde el comienzo, ya se ve que el camino va hacia arriba. No habrá pendientes imposibles, pero la mayor parte del rato se ascenderá en una subida constante. El bosque forma algún túnel natural por el que transitar.

El río, a la derecha en el sentido ascendente de la marcha, acompaña con su murmullo. Hasta que tras un pequeño descenso se llega a la zona de Tramborríos, donde las aguas del Infierno se juntan con las del Bijoz para crear un paisaje de cuento. Pequeños saltos de agua, la posibilidad de estar junto a los cauces... Más de uno sentirá la tentación de quedarse ahí.

La ruta

La ruta
  • Localización: Los Tojos. Mancomunidad Campoo-Cabuérniga.

  • Duración total: 6.30 horas.

  • Longitud total: 14.5 kilómetros.

  • Nivel: Medio.

La pista, de monte aunque no hay problema en seguirla, se empieza a romper más justo a partir de Tramborríos. Si ha llovido en los días previos, conviene tener cuidado con el barro. La subida comienza a hacer un zigzag para ganar altura. Después de un pequeño tramo de descenso llegan las primeras sorpresas geológicas. A la izquierda del camino, una enorme 'puerta' invita a pasar al interior. Las pequeñas piedras incrustadas en las rocas volverán a repetirse en el paisaje más adelante. Y a la derecha, al otro lado del río, aparece la silueta inconfundible de Los Molinucos del Diablo. Unas rocas que son lo más parecido a un castillo que la naturaleza haya querido hacer por la zona.

*Consulta el punto de partida de la ruta. Inicio desde el aparcamiento donde puedes dejar el coche:

Poco después, empiezan las precauciones. Esta vez, la pista se rompe de verdad. Piedras grandes, barro... No son demasiados metros, pero sí dificulta bastante la marcha. El camino lleva a un arroyo, donde hay un pequeño puente bajo unos árboles. El paisaje, ya muy abierto, permite ver toda la magnificencia del puerto de Sejos, ese espacio de la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga en el que los municipios de Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y la Hermandad de Campoo de Suso se alternan para subir el ganado a sus pastos.

*Consulta la ruta en Wikiloc:

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La senda, poco a poco tras atravesar el arroyo, se va desvaneciendo. No es mal plan quedarse por ahí a comer. Pero de frente, sobre la ladera, se aprecian ya la primeras rocas de los Cantos de la Borrica. Ahí viene otra precaución, porque para llegar hasta ellos hay que hacerse un pequeño 'fuera de pista'. En línea recta, a través de un escobal, son poco más de 700 metros. Quien lo prefiera, a la izquierda en el sentido de la marcha, verá la pista que transcurre por todo el puerto de Sejos.

Las piedrecitas incrustadas en la roca de aquella 'puerta' aparecen en todas partes en los Cantos de la Borrica. Bloques erráticos transportados por glaciares, pero que ahora están diseminados por una extensa braña. Algunos más pequeños y otros, empequeñeciendo una cabaña que tienen a sus pies.

Los Cantos, el imponente Cueto de la Concilla con sus casi 2.000 metros de altura, las montañas que delimitan Campoo... El paisaje, abrumador, invita a comer tranquilo e incluso a esperar por si hay suerte para ver algún 'bicho' salvaje. A bajar la guardia. Pero la ruta tiene un asterisco en su manual de instrucciones. En pocos lugares el tiempo cambia tan rápido como en Sejos. Su niebla, entre las gentes de la zona, es casi legendaria. Y la opción de perderse ahí no es nada buena. La pista está cerca de los Cantos de la Borrica, pero para un lado lleva hasta casi la cumbre del puerto de Palombera, tras una pateada mucho más que considerable. Y para el otro lado, a Polaciones. Directamente a otro valle. Por eso, quien vaya a los Cantos de la Borrica hará muy bien en no quitar ojo del cielo y tener bien localizada la pequeña garganta que lleva hasta el camino.

Pero con la debida precaución, que incluye el elegir un día lleno de sol para hacerla, la ruta de la Jaya Cruzá –o de la Canal de Cureñas– lo tiene todo para cautivar al caminante. Bosque con varias especies de árboles, cauces de agua de montaña, rocas que parecen construcciones... Y el imponente paisaje de Sejos, que muchas veces recuerda que en la montaña, el tiempo cambia demasiado rápido. Y generalmente, a peor.

1. El inicio

La ruta comienza junto al único aparcamiento que como tal hay en el puerto de Palombera. Marco G. Vidart

2. El agua

La zona de Tramborríos es una de las más bonitas del recorrido.

3. Las rocas

Los Molinucos del Diablo, al otro lado del camino.

4. Sejos.

Un tramo de pista más rota ya permite ver el paisaje del puerto de Sejos.

5. Los Cantos de la Borrica

Una braña llena de curiosas formaciones rocosas.

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