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Marco G. Vidart
Viérnoles
Jueves, 20 de febrero 2025, 20:27
Llegar a la cima del monte Dobra requiere, como subir a cualquier montaña, un poco de esfuerzo. Pero a cambio, hay una gran recompensa. Unas vistas espectaculares de gran parte de la geografía cántabra, con el paisaje urbano de Torrelavega en primer término, premian ese rato de descanso en la cima. Ejercicio que no demanda un esfuerzo excesivo y vistas de postal en una ruta que no puede estar más a mano son argumentos más que suficientes para pasar un día en plena naturaleza cerca de una gran zona urbana como es Torrelavega.
Varias son las opciones de hacer una ruta por el Dobra. La elegida en este caso es una circular que parte de Viérnoles, uno de los pueblos del municipio de Torrelavega. En el barrio de Hoz, cerca de uno de los pasos que hay bajo las vías, hay un gran espacio en el que se puede dejar el coche.
Localización: Viérnoles (Torrelavega.
Duración total: 4 horas.
Longitud total: 11,1 kilómetros.
Nivel: Fácil.
Al cruzar el pequeño túnel y girar a la derecha, el camino ya avisa. Porque la cima del monte Dobra está a algo más de 600 metros de altitud. Desde el primer metro, el recorrido mira hacia arriba.
Aún así, el paso es de lo más cómodo. El asfalto es el protagonista en ese primer tramo. Tras dejar atrás un primer grupo de eucaliptos, el árbol predominante en la zona, algunos claros ya permiten ver el paisaje. Buena parte del municipio de Torrelavega aparece ante la vista.
Alguna rampa algo más exigente castiga las 'patas'. Enseguida, y tras un paso canadiense, aparece la primera bifurcación a tener en cuenta, en la que hay que girar hacia la izquierda. La senda asfaltada sigue hasta un paraje en el que unas rocas, a la izquierda, marcan el inicio de una senda típica de montaña. Desde ahí, las vistas, con más altura ya en el camino, son aún más espectaculares. Unas cabras, desde la derecha, miran curiosas al caminante que contempla el paisaje.
*Consulta la ruta en Wikiloc:
Al llegar al cartel que indica que se está en el collado de Navardoyos hay otra bifurcación, en la que hay que seguir el camino de la derecha. En un pequeño tramo de descenso en el que se pasa junto a un área recreativa –la Fuente de Las Palomas–, otra bifurcación, en la que hay que seguir en este caso a la izquierda, antecede a la parte más complicada del recorrido. Una cuesta pindia precede a una pequeña braña y a otra cuesta empinada, esta ya con la pista más rota. El camino parece que se bifurca y que un ramal sigue paralelo a la alambrada. Hay que seguir a la derecha.
Se llega ahí a un lugar especial. Se diría que se está en otros parajes de la región, porque es la típica braña de montes más altos. Hierba corta, escajos... Se pierde el camino, que está al final hacia la derecha. Ahí llega la parte más complicada de toda la ruta. Porque aunque no son más que unos cuantos metros, es un descenso por caminos que si ha llovido los días previos, hay barro en cantidades industriales. Conviene extremar la precaución para no caerse, si están embarrados, o incluso salirse un poco de la pista para caminar entre el escajal. Aunque por ahí también hay barro en abundancia.
Desde Viérnoles al monte DobraVer 16 fotos
Tras terminar ese descenso, se llega a otro desvío. Quien quiera, hacia la izquierda emprende el camino a Viérnoles. Pero si se sigue a la derecha, se asciende un poco y se llega a la bifurcación que lleva al Dobra. Los primeros metros hacia el monte, si ha llovido con antelación, también son complicados para salvar algunos tramos de barro. Pero enseguida cesa. El camino, sin pendientes imposibles, lleva hasta los últimos metros en los que sí hay que extremar la precaución. Porque para llegar al punto geodésico y la cruz que adornan la cima del pico de La Capía, como también se denomina al monte Dobra y que constituye la divisoria entre los municipios de Torrelavega, Puente Viesgo y San Felices de Buelna, hay que salvar unos pocos metros entre rocas.
A cambio del esfuerzo, las vistas. Gran parte de la región se ve desde la cima del Dobra, que sin montes más altos cerca permite apreciar paisajes en todas direcciones. El regreso a Viérnoles, desde ese anterior giro para dirigirse hacia el Dobra, no presenta ya ninguna dificultad y es en su mayor parte por asfalto. Una ruta circular de lo más cómoda y en la que solo algunas partes del recorrido, especialmente si ha llovido con anterioridad, exigen algo más de esfuerzo al caminante. El premio, unas vistas imponentes de gran parte de la región desde un monte sobre Torrelavega.
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