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Crónica de Raquel García para la 'tierruca' desde Nepal, el país de los sentidos

Crónica de Raquel García para la 'tierruca' desde Nepal, el país de los sentidos

Aunque confiesa que hay días duros en su expedición, Raquel García comparte con los lectores de DMontaña momentos especiales de su hazaña, como la llegada al campo base de Pikey Peak a unos 4.000 metros

raquel garcía

Miércoles, 10 de abril 2019, 19:51

¡Hola a todos los lectores de DMontaña! Saludos desde Nepal.

Hemos estado un par de días sin nada de Internet, algún día hemos conseguido un poco de cobertura pero no daba ni para enviar un whatsapp. Desde la última vez que os escribí a través de El Diario Montañés han pasado muchas cosas y las jornadas han sido súper interesantes.

Hemos hecho lo que aquí llaman el campo base de Pikey Peak, a unos 4.000 metros. Fue un día durillo, pero mereció mucho la pena. Llegamos al campo base con niebla y mucho viento, y el 'lodge' en el que nos quedamos lo regentaba una pareja mayor de serphas muy peculiares.

Por la noche se sucedieron todos los fenómenos meteorológicos que se pueden ver y, aunque yo no estaba al lado de la ventana, los rayos iluminaban toda la habitación. Lluvia, viento y granizo. Todo junto. La sorpresa llegó cuando nos levantamos, ¡estaba todo blanco!

Estuvimos decidiendo si bajar ese día o esperar debido a la ventisca, la pareja de sherpas nos dijo que en un par de horas podía clarear, así que esperamos y al final, tal y como ellos dijeron, despejó. Antes de irnos nos dedicaron un rezo budista para que no nos pasara nada en el descenso.

Va a hacer un mes casi que estoy aquí y sigo adaptándome... Al reducir las jornadas atravesar Nepal de Este a Oeste como teníamos previsto será materialmente imposible. No hay tiempo, pero el reto no acaba aquí, no abandono. Hay más retos. El social, cultural, educativo y, por supuesto, otro súper interesante deportivo, aunque no sea el mismo que cuando comenzó la travesía ...

Ahora intentaré acumular todos los kilómetros posibles atravesando el Himalaya de Nepal y, lo más importante, conseguir buen material gráfico con ayuda de Andrés, el cámara. Como ya os dije, no hemos venido aquí a hacer un trekking turístico, estamos viviendo el puro Nepal por el que casi no pasa gente.

Los aldeanos le preguntan a Mohan, nuestro guía, si no teníamos dinero para ir en transporte. Las aldeas están muy alejadas unas de otras, aunque siempre hay excepciones y, muy de vez en cuando, encontramos alguna ciudad. Hace unos días llegamos a Jiri, donde están acostumbrados a ver a turistas porque, entre otras cosas, allí se queda mucha gente para hacer el trekking de Edmund Hillary. Se llama así porque cuando subió al Everest no había avionetas como ahora, que te llevan hasta Lokla. Él lo hizo caminando, así que ese día hicimos parte de esa ruta.

Mientras escribo estas líneas estamos en Bigu Gompa. Aquí se nota que el terremoto pasó factura. Nos hemos quedado un día más porque el sitio merece mucho la pena. Cerca de la frontera tibetana hay un monasterio de monjas budistas.

Referente al ánimo, hay días que me levanto un poco de bajón, pero se me pasa cuando empezamos a caminar y al levantar la vista aparece un 7.000, como pasó hace unos días al ver el Gauri Shankar. Se trata del monte sagrado por el que Nepal rige su horario.

Cuando pasamos o paramos por alguna aldea, los niños se asoman curiosos y cuando le ofreces unas pinturas, un globo o un bolígrafo se le ilumina la cara como si le estuvieras dando el mejor regalo. Esos momentos te hacen olvidar los malos, los que la mente te juega malas pasadas.

Poco a poco, vamos descubriendo que no hay tanta diferencia en el ámbito social de la igualdad. Hemos visto mujeres golpeando piedra, porteando a diario para su uso doméstico y lo malo de ver eso es que no ves sólo mujeres y hombres, también ves muchos niños de todas las edades haciendo esos trabajos...

Vamos a ver si lo físico nos permite hacer en un par de días otro de los pasos altos que es el Tinsangla.

Quiero dar las gracias a El Diario Montañés y todos los seguidores que desde las redes sociales, el racetracker y www.trailhimalayanepal.com mandáis ánimo y buena energía.

Gracias de parte de toda la expedición y, como se dice en la tierruca un besuco desde Nepal, el país de los sentidos.

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