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El litoral de Cantabria es un espacio físico constituido por una sucesión de ámbitos de dimensiones más reducidas. Así, en la zona Este (Santander a Castro Urdiales) tienen predominio las rías y marismas. Sin embargo, la costa Oeste es más acantilada, en la que los ... macizos montañosos alcanzan el mismo borde litoral.
La orografía de esta costa se ha producido en el tránsito del Pleistoceno al Holoceno, en un momento que se puede situar a partir del 10.000 a.C., llegando a su momento álgido en el denominado Óptimo Atlántico, entre el III y II milenios a.C. En ese momento, el nivel del mar pudo estar incluso entre 2 y 5 m más elevado que el nivel actual. Se trata de un espacio de configuración topográfica reciente, comparada con la amplitud de la evolución de la presencia humana en la franja cantábrica española y en la de Cantabria en particular.
Por tanto, el frente costero cántabro está formado por una sucesión alternante de rías, macizos montañosos y rasas costeras, directamente relacionadas con las cuencas fluviales y los macizos que les separan.
El recorrido que aquí se describe es una zona agreste, pero de fácil tránsito. Esta interesante y didáctica caminata, de sencilla ejecución, facilitará el conocimiento de diversos ecosistemas costeros, interesantes muestras de patrimonio histórico, excepcionales panorámicas, así como los procesos geológicos actuales y pasados, de un paisaje en constante evolución.
Además, parte de los espacios por los que discurre esta ruta, antes degradados, se han recuperado habiendo sido acondicionados para su disfrute. En algunos puntos se encontrarán señalizaciones que explican el itinerario y sus valores ambientales.
Desde el aparcamiento del Faro de Bellavista (62 m), más conocido como Faro de Cabo Mayor, se baja (NO) por el camino que discurre por unos prados, primero, y por los límites del acantilado, hasta un punto bajo denominado Sanseras (6 m en su punto más bajo, 12 por el de paso). El camino vuelve a subir por una escarpada senda hasta la altura del desaparecido Puente del Diablo (36 m).
Desniveles: Subida acumulada: 487 m. Bajada acumulada: 521 m.
Distancia estimada: 0,7 km, con las siguientes distancias parciales: Faro de Cabo Mayor al Puente del Diablo, 0,7 km; al Panteón del Inglés, 0,7 km; a Punta Vergajo, 1,9 km; a la Playa de la Maruca, 2,0 km; a la Virgen del Mar, 5,1 km; a la Playa de San Juan de la Canal, 2,1 km; a la Playa de la Arnía, 2,3 km; a la Playa de Somocuevas, 3,0 km; a las Playas de Liencres, 2,9 km.
Duración previsible: 5 horas
Dificultad: Fácil, aunque un poco larga. Los desniveles a vencer son bajos, las pendientes suaves y por buenos caminos.
El Puente del Diablo era un precioso accidente geológico del litoral santanderino, conocido por los vecinos de Cueto «de toda la vida» como el puente del Jorao (por estar en la finca de la familia del mismo nombre). Se trataba de una formación rocosa horadada por el mar. Inicialmente era un conducto kárstico producido por la acción del filtrado del agua que realiza oquedades en las rocas calizas. Es una pena que la bravura del Mar Cantábrico haya derribado este monumento natural.
Debido a que no existe este puente natural, es necesario bajar (izquierda) 7 m, para volver a subir a la senda antigua. Enseguida se pasa junto al el Centro Meteorológico Territorial de Cantabria y Asturias (45 m en el camino, ya que éste está a 52 m). A continuación, se pasa junta al campo de fútbol de La Telegrafía de Cueto (donde juega el Club Atlético España de Cueto fundado en 1928) y el Club de Tiro. Enseguida se alcanza el Panteón del Inglés (36 m), en el término de Peñas Rochas.
El Panteón del Inglés es un monumento de estilo neogótico, levantado en homenaje a William Rowland, (fallecido aquí en 1889 al caer de un caballo) por encargo de su amigo José Jackson Veyán, jefe de las instalaciones telegráficas del semáforo de Cueto. Finalizado en 1892 utiliza el repertorio del lenguaje medievalista: gran gablete, arco trilobulado, pináculos... Aislado al borde del acantilado, su figura destaca desde la lejanía habiéndose convertido en un hito de referencia de toda la costa norte de Santander. Este panteón no alberga restos humanos, simplemente se erigió como un memorial.
Enseguida se pasa junto a la Punta de La Congria y el Cabo de Lata. A la izquierda (O) de esta prominencia se encuentra el Islote de Ansión. A partir de aquí (a la izquierda según se camina) y hasta la Punta Vergajo, se pueden ver los populares «morrios», paredes de piedra armada en seco que delimitan las praderías, para proteger pastos y cultivos en esta zona castigada por los vientos marinos. Este peculiar paisaje de la costa Cueto-Monte tiene paralelismos con otros de regiones atlánticas como Bretaña e Irlanda.
Después de bordear la Punta Vergajo se pasa por la depresión del Golfo de El Bocal, donde se encuentra la playa del mismo nombre. A la izquierda, se deja el Instituto Español de Oceanografía, después de lo cual el camino da un par de curvas para salvar unos cercados y se llega a la Punta de Ruco Grande, donde conviene acercarse a una plataforma sobre las rocas. El siguiente saliente es Punta Cortada y al extremo de este cabo se haya la Punta Cruz de Flórez.
A partir de aquí, el camino vira primero al S y después al SO, para salvar la Ensenada de Brañaperros, al principio de la cual se baja a la Playa de Bañaperros (3 m), en cuya zona hay restos arqueológicos. Al terminar esta ensenada se llega a la Punta de Los Cañones, donde se encuentra la Batería de San Pedro del Mar, que es una fortificación erigida a inicios del siglo XIX. Esta batería presenta edificación rectangular central y cortinas poligonales adaptadas al irregular perfil de la península en que se enclava. Formaba parte del sistema defensivo de la ciudad junto con el Castillo de Corbanera. Al parecer, en agosto de 1806, marinos ingleses desembarcaron en La Maruca, asaltaron la escasa guarnición de la batería, y bombardearon Santander antes de salir huyendo cuando la población respondió a su ataque. Esta edificación es ahora un Centro de Interpretación de la Naturaleza de Santander.
En una zona más alta (a la izquierda) se puede ver el Castillo de Corbanera. Construcción que data del siglo XIX compuesta por dos estructuras, la torre medieval y el recinto circular, en piedra y ladrillo. Se unía con un paño de muralla a la Batería de San Pedro La Maruca: Molino de Mareas; Paseo Marítimo y bocana; Castillo de Corbanera del Mar. Es el único rastro conservado de las murallas que se construyeron en 1875 para defender Santander de un posible ataque carlista, tras la incursión un año antes del general Mendiri.
Se continúa hacia el SO, atravesando todo el paseo marítimo, junto al aparcamiento de la Playa de La Maruca (5 m). Al alcanzar el Club de Remo de la Maruca, se irá a la izquierda rodeándolo y siguiendo por un camino (derecha) que se topará con la tapia de la parcela del molino de mareas, que se bordeará para cruzar el puente sobre el Arroyo de la Tejona, que a partir de él se denomina Ría de San Pedro del Mar.
Este molino de mareas, denominado Molino de Aldama, fue edificado en el siglo XVIII, poseyó siete ruedas. Hoy quedan restos a modo de puente de lo que fue un molino de marea destinado a moler cereal hasta el siglo XIX, como testimonio del hábil aprovechamiento de los recursos hidráulicos como fuente energética en las sociedades preindustriales. Se conservan en buen estado el muro de cierre y la casa de molienda. Este edificio se utiliza hoy como vivero de mariscos. Antiguamente esta ensenada era un puerto natural para pequeñas embarcaciones de pesca. Ahora sirve de refugio a embarcaciones de recreo.
Después de obviar una salida a la izquierda e ir de frente en el cruce siguiente, se dejará el camino asfaltado, para tomar uno que sale a la derecha, que después de dejar Punta Pinquel a la derecha, sube rodeando toda esta prominencia de Rostrío, dejando el Cabo Cabezón de San Pedro a la derecha y pasando después junto a la Punta de La Mesa, donde se dejará a la izquierda el Centro Hípico Rostrío, cerca del cual se encuentran las ruinas de las Baterías de San Pedro del Mar.
Se continúa por el borde del acantilado (O-SO) hasta llegar a la pequeña lengua de mar que hay antes de la Punta de las Muelas. Aquí no hay camino transitable para seguir por los acantilados, por lo que se irá por el camino que llega a esta lengua (izquierda) hasta la carretera de acceso al Cementerio de Ciriego Una vez en ella, se irá a la derecha, para tomar la carretera que rodea el cementerio por el N y continuar por un ramal que sale a la derecha, llegando enseguida al Aparcamiento de La Virgen del Mar.
La ermita de La Virgen del Mar se sitúa en una isla de casi ocho hectáreas, que se une a tierra firme en bajamar mediante una flecha de arena, convirtiéndose así en un tómbolo. La isla cuenta con un puente peatonal que la une a tierra y su valor principal es el de su pintoresca ubicación. La ermita fue fundada hacia finales del siglo XIV por el caballero Don Gonzalo Fernández de Pámanes (hijo de Martín), perteneciente a uno de los más esclarecidos linajes primitivos de Santander. El templo es de una sola nave, con bóvedas de crucería con cinco claves, de un gótico muy tardío, las dovelas están gastadas en los nervios por la erosión de la humedad y salitre. Al picar las paredes encaladas en tiempos del abad y párroco Abrahán Arroyo se dejó al descubierto la piedra de mampostería; su suelo está enlosado en piedra. La bóveda está formada por tres cuerpos separados por otros tantos arcos fajones de medio punto que se apoyan en pilares simples. En la parte posterior tiene un reducido coro, sobre el que se apoya la sencilla espadaña.
El sepulcro medieval con la figura yacente del fundador (+1400) está adosado a la pared norte y anteriormente ocupaba el centro de la primitiva ermita, también en ese lado y cercano al altar se encuentra la tumba con la escultura funeraria del canónigo benefactor, D. Tomás Soto Pidal (+1964), labrado por el escultor local Manuel Cacicedo. Dos ventanas y un ojo de buey dan desde la vertiente sur luz al interior. Hay tres retablos, dos laterales (uno a cada lado), y el mayor desde el que preside la imagen de la Patrona. Al lado de la epístola está una habitación abierta al sur, dedicada a sacristía.
El primitivo templo está rodeado a modo de forro por un pórtico alto al que se accede desde el gran arco del portalón, que también conduce al templo, habitación baja de entrada y acceso a la escalera del piso superior de dependencias.
Su situación al lado del mar ha supuesto su derribo parcial durante los temporales en varias ocasiones. Quizá su mayor destrucción fue la de finales del siglo XVII. Se sabe que el santanderino José Calderón, que trabajaba en ella en 1684, reconstruyó la capilla mayor.
La Virgen del Mar es la patrona de Santander y cada año por su festividad se traslada en procesión desde la isla a la catedral de la ciudad y luego devuelta otra vez al lugar original. Esta festividad de la Virgen del Mar se celebra el lunes siguiente al Domingo de Pentecostés.
Después de cruzar el área de aparcamiento se continúa hacia el Oeste por los caminos que llevan hasta la parte final de una estrecha lengua de mar, para dejarla a la derecha, a la vez que se rodea el Pico del Sol (34 m), y seguir por los senderos (SO) que discurren por el borde de los acantilados.
Pronto se llega a la Ensenada de San Juan de la Canal. Al llegar casi a la cabecera de la ría que ha formado el Arroyo de Palancate, se dejará el camino para cruzar la ría por una pasarela peatonal y seguir rodeando las urbanizaciones, que quedan a la izquierda, circunvalando la Playa de San Juan de la Canal. Después de pasar todas las edificaciones, se tomará uno de los caminos que, a la izquierda, sube al alto de la Casuca (71 m). En esta zona se encuentran unos yacimientos arqueológicos (se cree que sean del Paleolítico Medio, el Solutrense Calcolítico...) al aire libre y de cierta extensión. Están localizados en la ensenada sobre la playa, en los acantilados y en elevaciones calizas.
Una vez en el alto, se recorrerá (SO) por la parte superior durante un buen trecho, hasta encontrar una bifurcación, en la que se seguirá por la derecha para continuar por el borde de los acantilados y rodear las playas de Covachos y de la Arnía. Estas dos playas de forman parte de un antiguo valle fluvial erosionado del que sólo queda como testigo un islote de gran interés geomorfológico y paisajístico llamado Isla del Castro, al que se puede acceder en bajamar. La playa de Covachos nudista, ambas son de difícil acceso (peatonal), son pequeñas, de aguas claras y muy bellas, aunque sufren el acoso de las construcciones que llegan hasta el mismo borde del litoral.
Continuando por el borde del acantilado, se pasa frente a los Urros de Liencres, que son un conjunto de islotes y peñones costeros con interesantes fondos marinos situados frente a la costa. Tienen alto interés paisajístico y geomorfológico, como testigos del progresivo retroceso de la línea costera producido por la acción erosiva del mar. El Urro Mayor constituye un importante enclave de nidificación para las aves marinas: se han contabilizado parejas de cormorán moñudo (8-11 pp.), gaviota patiamarilla (50 pp.), además del halcón peregrino.
Después de pasar la zona de los Urros, se transitará junto a los Bufones de los Urros, bordeando uno de los más grandes. Más adelante se bajará a la playa de Portío, pero, sin entrar en el arenal, se tomará un camino que sube por el borde del acantilado, con las urbanizaciones encima de este camino. Se baja a una pequeña ensenada para volver a subir y rodear la playa de Cerrías, por su parte alta, continuando por una zona de costa realmente «quebrada», hasta alcanzar la playa de Somocuevas (sin bajar a la misma), que se encuentra al abrigo de la Punta de Somocuevas. Esta playa también es nudista.
Continuando junto al acantilado, se alcanza el alto de Pedruquios (58 m), donde existe un vértice geodésico. Siguiendo por la rasa costera se baja suavemente, pasando junto a la Ensenada de Madero, una alargada lengua de mar protegida por una línea de urros. Durante la marea baja se puede acceder a la playa de Pedruquías, el arenal que hay en el fondo de esta cala.
El camino vuelve a bajar y a subir, para entrar en una polvorienta pista, por la que sólo se seguirá un pequeño tramo, porque se deja para continuar por los caminos litorales, bajando al cauce de un regato, normalmente seco, para volver a subir y, enseguida, conectar con una de las carreteras de acceso a al aparcamiento de las playas de Liencres. En ese momento se va dejando a la derecha la playa de Canallave y enseguida le alcanza el aparcamiento, donde termina la marcha. Este saliente donde se ubica el aparcamiento, divide la citada Playa de Canavalle de la playa de Valdearenas.
Este último tramo está ubicado dentro del Parque Natural de las Dunas de Liencres, declarado así en 1986, con una superficie de 195 ha. En este espacio se encuentra un imponente bosque de pino marítimo (Pinus pinaster) que consigue fijar las dunas, ya que sino, forzadas por los vientos, se harían móviles. Se trata de las mayores y mejores dunas del Cantábrico, aunque se produjeron sacas abusivas de arena en el pasado. Sometidas a un programa de recuperación y conservación, la zona más sensible se encuentra vallada y no es posible el acceso, se han instalado pasos elevados.
Plan Especial de la Red de Sendas y Caminos del Litoral. Gobierno de Cantabria
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3815076
http://www.virgendelmar.es/re_ermita.asp
http://es.wikipedia.org/wiki/Pante%C3%B3n_del_Ingl%C3%A9s
http://www.mariscosmaruca.com/fotos/imagenes_4066_1.html
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