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Iratxe López
Domingo, 14 de enero 2024, 07:56
Imagina el mundo hace muchos, muchísimos años, una época de lluvias, nieve y hielo, un tiempo de fríos intensos que produjo las grandes glaciaciones. Piensa en la Tierra poblada por enormes glaciares que arrollaban todo a su paso. Sin prisa, pero sin piedad. El hielo ... arrancando y desgajando rocas que, ya sueltas, acababan en un punto muy lejano respecto al de partida. Arrastradas por aquella fuerza imparable. Creando una geomorfología especial, propia, única, pista indeleble de todo el proceso.
Artesas glaciares es otro de los nombres otorgados a esos valles que se distinguen por su perfil transversal en forma de ese cajón. Creados por el fluir de hielo acumulado en los circos glaciares. Cuando las capas inferiores acababan desplazándose hacia la zona baja del valle, donde podían transformarse en lagos. Nos dirigimos hacia los regalos paisajísticos que esculpieron. Para dar una vuelta y meditar sobre la complejidad de su creación.
CANTABRIA
Afrontaremos los antiguos glaciares de esta zona campurriana, la Cuenca Bucer y la Cuenca Vitor, profundas depresiones de fondo aplanado y perfil escalonado. Desde el pueblo de Mazandrero. Advertencia, espacio de oso pardo, repleto de arandaneras que adoran estos animales. Allí es sencillo imaginar el antiguo glaciar. Con umbrales, barras rocosas perpendiculares a la dirección del valle fáciles de distinguir en Bucer. Y morrenas visibles en ambas cuencas.
El recorrido circular suma 13 kilómetros no sencillos, 600 metros de desnivel. Información y track: https://redcantabrarural.com. Subirás entre pastizales por encima del Arroyo La Muñía y bosque caducifolio. Tocando tramos del Camino de la Guerra, usado durante la civil. Hasta la pista que lleva a los relieves glaciares cuaternarios de Bucer y Vitor. Por cierto, no es raro ver rebecos. De nuevo aparecerá el perfil en 'U', paredes verticales y fondo plano. Dicen que allí se acumuló el hielo durante el último Máximo Glaciar, entre hace unos 70.000 y 18.000 años.
Al descender, habrá que elegir un sendero por loma entre escobales, el arroyo Parralozas a un lado y el río Izarilla al otro. Hasta una pista que bordea el Monte Sobardal, extendida hacia el punto de inicio. Habrás imaginado glaciares de tipo alpino con zona de acumulación, el circo glaciar, vamos, y lengua que transportaba los materiales erosionados hasta su frente.
BURGOS
Aplaudidas y buscadas como joyas naturales, aguardan en la Sierra de la Demanda, al sureste de la provincia. Hablamos de 6.860 hectáreas con singularidad geomorfológica debido a sus formaciones de origen glaciar. Eso supuso que dentro de sus lindes se instalara una gran variedad de vecinos, enorme biodiversidad de flora y fauna. No son pocos quienes las visitan para aislarse del ruido, respirar aire limpio y meditar sobre la longevidad del mundo. Para caminar. Aprovechando la multitud de itinerarios que recorren desde niños a adultos. Eligiendo facilidad o complicación, según las posibilidades y habilidades de cada cual. El acceso al parque natural se materializa a través del pueblo de Neila, que ha basado su economía en la ganadería. Espera plácido entre prados y montañas; salpican el verde vacas, ovejas, cabras y caballos que adoran su hierba como delicatessen gastronómica. También puedes llegar desde Quintanar de la Sierra.
Probablemente la marcha más completa sea la circular de Laguna de Neila, abarca 8 kilómetros. Se trata del recorrido balizado PR-BU-203, muy fácil de seguir. Hay otros, si prefieres elegir tú mismo (https://lagunasdeneila.es). Enamora la imagen al llegar a la zona, la apertura de panorámica entre picos que sobrepasan los 2.000 metros de altitud. Sobrecoge lo abrupto del lugar y las lagunas hermanas que dominan la zona: la Negra, la de la Cascada, la Tejera, la Larga, la Pardilla, la de los Patos o la Brava. Sentarse a contemplarlas tranquiliza el espíritu, pone a los humanos en su sitio, ese que han olvidado.
GUIPÚZCOA
Se trata del único con morfología glaciar en la Comunidad Autónoma del País Vasco. Su historia nos cuenta que, hace unos 30.000 años, un glaciar de 5 kilómetros de longitud y de 70 a 100 metros de altura lo cubría, alimentado en la zona de campas. Bajaba hasta las minas. El mejor punto de observación para hacerse una idea de lo que sucedió lo marcan las chabolas de Ondarre y la fuente de Pardeluts. Contemplarás rocas aborregadas y escalones glaciares que debieron ser, por entonces, espectaculares seracs. Puedes llegar allí desde la localidad de Amezketa. Varias rutas fácilmente localizables en wikiloc muestran los pasos. Los circos glaciares principales se ubican bajo las cumbres del Ganboa, en la ladera occidental del valle.
Si te fijas bien, distinguirás en la zona alta la forma de 'U' propia de valles glaciares; la de 'V' dibujada por los ríos de agua en la baja. En esa parte inferior, que se libró del hielo, el cauce socavó un profundo cañón fluvial. En la parte de Pardeluts, en cambio, hay algunos valles colgados. Pero lo que más ayuda a despejar dudas sobre el origen del lugar es la gran morrena frontal emplazada junto a las minas de Buruntzuzin, a 800 metros de altura. «Se pueden apreciar los rasgos sedimentológicos propios de una morrena glaciar formada por cantos de diferentes tamaños englobados por una matriz de grano fino», aseguran los expertos.
NAVARRA
Navarra cuenta también con este valle glaciar, esculpe un paisaje caprichoso. De gran belleza, se encuentra al norte del Valle del Roncal, muy cerca de la frontera con Francia, en el Pirineo navarro. De hecho, dicen que allí puede nevar hasta en junio. Tocan su cielo las principales alturas de la provincia, los montes de la Mesa de los Tres Reyes, que con sus 2.428 metros se alzan como cumbre más alta, o el Petretxema de 2.377, por ejemplo. La altura menor es la del Rincón de Belagua, que suma 1.100 metros.Su llanura parece no tener fin, a pesar de permanecer atravesada por los barrancos del río Belagua y del Arrakogoiti, custodiada por cumbres como las de Larrondoa, Lakartxela, Bimbalet, Lákora, Lapaquiza de Linzola o Txamantxoia. Se reproducen campos agrícolas y ganadería, por eso es frecuente contemplar bordas.
Isaba es la puerta de acceso. La gente disfruta paseos por la Reserva Natural de Larra, que comprende una de las zonas kársticas más extensas de Europa con 120 kilómetros; la de Aztaparreta, cuyo hayedo-abetal se considera el bosque mejor conservado del Pirineo; y la Reserva Integral de Ukerdi, dotada de extensiones de roca caliza, roca gris azulada y pinos negros. El objetivo de cualquier ruta pasa por abstraerse con el paisaje y apostar por ver águilas y urogallos, quebrantahuesos y marmotas. Puedes elegir, por ejemplo, el sendero de Zemeto y conocer la parte alta del valle, asomarte a Larra gracias a 4 kilómetros circulares. Si prefieres el coche, deberías ir hasta el mirador de Larra-Belagua, a 17 kilómetros de Isaba por la carretera NA-137. Las vistas... ¡geniales!
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