Ruta por el Pico de Las Nieves y su espejo

Mitos al margen, la ermita Virgen de las Nieves, en Guriezo, se remonta al s. XVI (la primera referencia sobre ella data de 1536, en la que se cita que está custodiada por un ermitaño), aunque el santuario actual es del s. XVIII. Se llamaba Virgen de los Castros hasta que, un 5 de agosto, en pleno verano, una gran nevada cubrió la sierra. Desde entonces, esa fecha acoge anualmente una multitudinaria ascensión a la ermita con posterior romería en la campa que hay a sus pies.

Pero desde hace casi cien años, la coqueta Virgen de la Nieves tiene un espejo en el que mirarse. Al otro lado del valle del arroyo Remendón, a 550 metros de altitud, se encuentra el embalse El Juncal. Se trata de una importante obra de ingeniería de la época construida entre 1916 y 1924 para generar energía eléctrica, a la que se suma una red de canales de 22 kilómetros de longitud que recoge las aguas de las escorrentías y arroyos que bajan del cordal del Armañón.

Con salida y llegada en el pequeño nucleo guriezano de Angostina, pico y embalse serán los objetivos de la excursión de hoy, que uniremos a lo largo de nueve kilómetros por su acueducto de servicio más largo.

Desde la plaza de Angostina, enfilamos por delante del bar Las Nieves hacia la carretera que lleva a Guriezo. A la altura de la iglesia de San Sebastián (0h.10') giramos (izd) para seguir hasta Landeral (0h.20'). Al final del pueblo, obviamos la señal que indica al Pico de las Nieves (dch) para seguir rectos una opción más directa por una pista cementada que enseguida empieza a ganar altura.

Entramos en un eucaliptal donde unas fechas en los árboles nos guiarán en un par de bifurcaciones. Salimos de nuevo a terreno abierto y dejamos una borda a la derecha (0h.45') para subir por un camino entre prados. Desembocamos en el final de una pista cementada, que seguimos por la izquierda. Este carretil lleva hasta un collado (1h.15') por el que pasa la carretera de acceso al Pico de las Nieves, que viene del alto de Hoyomenor (CA-510). Cerca (dch) está la Casa de la Virgen.

Cruzamos el asfalto y seguimos un camino que rodea la Peña del Castro y nos deja en el collado/campa del Toril (1h.30'), llamado así por las novilladas que en otros tiempos se celebraban en su explanada de cemento. Solo queda remontar la escarpada senda de acceso a la ermita de la Virgen, con varios tramos de escalones esculpidos en la caliza. El templo (1h.45') es una de las mejores atalayas del oriente cántabro, con una extensa panorámica que va desde las sierras de Hornijo y Porracolina a toda la costa oriental de Cantabria.

Tras disfrutar de las vistas afrontamos la vuelta a Angostina por el canal y el embalse de El Juncal. Descendemos a la campa del Toril y rodeamos el Pico por en norte (izd) hasta salir a la carretera de acceso. Apenas transitaremos quinientos metros por ella. En un amplia curva a la izquierda descendemos por un camino muy roto medio centenar de metros hasta descubrir un sendero (dch) entre la maleza y los helechos. A media ladera, nos lleva hasta el inicio del canal, una surgencia en una pequeña oquedad (2h.15').

Iniciamos aquí la larga travesía por el acueducto que nos llevará hasta el embalse, claramente dividida en tres tramos. El primero discurre por terreno despejado por la vertiente occidental del valle, muy cerca del cordal que se desgaja hacia el sur del Armañón. Cerca ya del fondo del barranco, entramos en un bonito robledal (2h.45'), que atravesamos hasta salir al tramo en el que el canal está excavado en la roca viva del karst de Jorrios (3h.35'). Es el sector más espectacular y vertiginoso del canal, asomado al barranco y con varios túneles húmedos y angostos (alguno con sendero alternativo a cielo abierto).

Tras media hora larga de caminata salimos a una pista de piedrilla (4h.10'). El canal sigue todavía un kilómetro más hasta la cabecera del embalse, pero por hoy nos damos por satisfechos. Remontamos la pista para rodear el embalse, cruzar su muro de contención –con una bonita vista del Pico de las Nieves reflejado en sus aguas– y bajar ya hacia Angostina. Al poco de iniciar el descenso dejamos la pista para perder altura junto a la canalización que lleva el agua hasta la central eléctrica de Trebuesto. A la altura de una vieja edificación cruzamos sobre la tubería para seguir un camino que bordea un humedal y desemboca en una pista. Bajamos por ella y no tardamos en salir a otra más amplia. Será la que, tras un largo descenso, nos devuelva a Angostina (5h.20').