Ruta desde Soto de Valdeón al Refugio de Vegabaño por la Vega de Llos

Un espectacular recorrido que nos acercará al Refugio de Vegabaño, un refugio situado a 1.432 m de altitud en pleno Macizo Occidental de Picos de Europa y en medio de un precioso entorno de bosques, rodeado de verdes praderías. Uno de esos lugares perfectos para disfrutar de la montaña en cualquier época del año e ideal tanto para senderistas principiantes, como para expertos montañeros.

En este caso, la ruta que te proponemos no presenta una gran dificultad, por lo que es posible hacerla con niños si están acostumbrados a andar por la montaña.

Soto de Valdeón - Vega de Llos - Collado del Frade - Refugio de Vegabaño

La ruta también puede comenzarse desde el vecino pueblo de Posada de Valdeón, pero es este caso decidimos comenzarla desde Soto de Valdeón. Un bonito y acogedor pueblo con un valioso patrimonio etnográfico, en el que encontraremos coloridas y cuidadas casas y numerosos hórreos, que no pasan desapercibidos. Nos adentraremos en este pequeño pueblo, hasta llegar al Hotel Casa Vieja. Justo a su izquierda podremos seguir por una pista hormigonada y evidente que nos seguirá mostrando alguna que otra colorida casa y hasta llegar a un desvío por camino de tierra que asciende hacia la izquierda.

Caminando a través de él comenzaremos el primer tramo de la ruta. Por esta pista sin desvíos y en todo momento evidente, iremos poco a poco ganando altura y adentrándonos en una zona cada vez más boscosa, que nos regalará alguna que otra sombra.

Este primer tramo del recorrido hasta Vega de Llos lo encontraremos marcado y señalizado con el PR-PNPE-12 por lo que simplemente tendremos que seguir las marcas blancas y amarillas.

Seguiremos el camino de tierra superando tramos con cada vez más vegetación y algún otro tramo de felechales. Caminos que encontramos en todo momento perfectamente limpios y desbrozados, por lo que transitar por ellos no tiene pérdida.

Poco a poco comenzaremos a acercarnos a Vega de Llos. Una espectacular majada en la que abandonaremos esos tramos más boscosos, para adentrarnos en un paisaje de pastos con magníficas vistas a Picos de Europa y en la que encontraremos una fuente con agua fresca y una cabaña de piedra.

Este es un buen lugar para hacer una parada en la ruta y aprovechar para comer algo, ya que en esta pradera nos encontraremos en un lugar con buen firme y las vistas nos invitarán a ello.

Después será el momento de continuar con la ruta y también de seguir ganando altura. Para ello tendremos que dejar a nuestra espalda la cabaña de piedra y seguir ascendiendo hacia la izquierda con el fin de acercarnos al Collado del Frade.

Para ello tendremos que seguir nuestro camino hacia la izquierda a un collado evidente más bajo, atravesando primeramente una zona de piornos y después afrontando la subida por una pequeña canal por la que iremos ganando altura afrontando un evidente y empinado sendero. En pocos minutos y después de superar ese marcado desnivel, podremos ya vislumbrar el Collado del Frade y su pequeño refugio justo en frente.

Justo al finalizar la subida, encontraremos un cable con pastor eléctrico para el ganado. Este cuenta con un agarre de plástico que podremos utilizar para abrir y dar paso al collado, pero siempre con cuidado y sin olvidarnos de cerrarlo después de pasar.

Una vez en este punto nos encontraremos con uno de los paisajes más espectaculares de la ruta con la imponente Canal del Perro a nuestra derecha y el refugio del Frade justo en frente, donde podremos aprovechar para coger agua.

En este caso, no fue necesario reponer agua, así que simplemente retomamos nuestro camino hacia la izquierda por un sendero evidente y estrecho por el que simplemente bordearemos este collado y siguiendo algunos hitos que irán marcándonos el camino.

Poco a poco iremos integrándonos en una zona de piornos, por la que comenzaremos el descenso ya hasta el refugio de Vegabaño para el que apenas nos quedará una hora de caminata. Por el camino iremos encontrándonos además con postes que nos señalizarán el camino a este refugio.

Según vayamos avanzando iremos integrándonos en una zona cada vez más boscosa en la que las hayas y los robles comenzarán a ser los protagonistas. Una zona que atravesaremos siguiendo en todo momento un sendero de tierra evidente y por el que también acabaremos encontrándonos con el famoso roblón.

Un ejemplar centenario situado en el Hayedo de Cuesta Fría y que encontraremos protegido por una valla de madera. Este ejemplar de roble destaca por su altura de 18,20 metros, pero sobre todo por su edad, ya que cuenta con nada menos que 513 años.

Desde él, solo nos queda afrontar el último tramo de la ruta hasta el Refugio de Vegabaño, atravesando finalmente una zona cada vez más pantanosa y en muchos casos bastante embarrada, por la que en ocasiones tendremos que intuir el sendero. Aún así, podremos ir guiándonos por los hitos que iremos encontrando por el camino.

Finalmente dejaremos atrás la zona de bosque y tras atravesar un pequeño puente de hormigón el Arroyo Turégano, nos iremos adentrando en la bonita y verde majada de Vegabaño, en la que encontraremos nuestro objetivo de hoy: el Refugio de Vegabaño. En este punto pondremos fin a la ruta y retomaremos fuerzas.

Una vez en este refugio, podremos aprovechar para tomar o comer algo y disfrutar de la hospitalidad de sus refugieros, Nuria y Julián. Para la vuelta simplemente tendremos que coger el mismo camino por el que hemos venido hasta Soto de Valdeón o disfrutar de alguna de las muchas rutas que parten desde este bello entorno.