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Más de 500 deportistas participaron este domingo, 12 de junio, en el Día del Montañismo Cántabro con una ruta de 14,5 kilómetros que partió desde la Estación de Renfe de Liérganes para desde allí subir por el Monte Rucandio, asomarse al el Mirador ... de La Peluda, pisar las míticas Tetas, conocer Rucandio y llegar hasta La Cavada.
Directivos de la Federación Cántabra de Deportes de Montaña y Escalada y el alcalde, Santiago Rego, dieron la bienvenida a los asistentes y facilitaron las instrucciones de la jornada, que acabó con una comida en el polideportivo donde se entregaron regalos a las 30 peñas participantes.
Los montañeros, entre los que estaba el Grupo de Montaña Cacidedo, siguieron el camino que recorre el Monte Rucandio, un bosque de hayas, eucaliptus y laureles. Después llegaron al barrio inferior de Rucandio -término municipal de Riotuerto-, y un poco más arriba, pasaron por el Mirador de La Peluda. Desde este lugar disfrutaron de unas magníficas vistas del valle de Liérganes, de la bahía de Santander y del macizo, cuya cima más alta es Peña Coba.
A partir de aquí la pendiente se agudizó hasta llegar al collado entre los Picos Cotillamón y Miramón, conocidos como 'Las Tetas de Liérganes', para después bajar por otro bosque hasta el centro del pueblo de Rucandio.
Allí, los participantes en esta marcha contemplaron la iglesia barroca de Santa María Magdalena, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1998. En la plaza de esta iglesia se leyó un manifiesto en defensa de las montañas.
Posteriormente bajaron hasta La Cavada, donde, junto al colegio público, se ofreció un aperitivo para continuar el paseo entre el arbolado hasta Liérganes, donde se celebró una comida, un baile y se entregaron premios y regalos.
La Federación Cántabra de Deportes de Montaña y Escalada homologó la senda de 'Las Tetas', reconocida oficialmente con el nombre de Picos de Busampiro, en el año 2017. Esta ruta da a conocer este entorno natural y de montaña que acompaña a uno de los parajes más reconocibles del municipio, el Puente Mayor y su viejo molino, que alberga el Centro de Interpretación del Hombre Pez.
Se trata de un itinerario considerado como «fácil» por los expertos y que tiene un recorrido circular de 14,5 kilómetros y una duración media de cuatro horas, casi todo por pistas asfaltadas y algún sendero de tierra en la subida al pueblo de Rucandio.
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