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Los visitantes de Fuente Dé se llevaron ayer un susto al escuchar el fuerte estruendo de un desprendimiento de rocas frente al anfiteatro de la estación inferior del teleférico. En una jornada donde la niebla era densa, y sin poder conocer si había heridos, se ... dio rápido el aviso al servicio 112 y se movilizó a la Guardia Civil para que comprobara la gravedad del accidente. Por suerte, la visibilidad era escasa y nadie había emprendido la ruta junto al lugar donde se produjo la caída de rocas, en el inicio del camino de la Jenduda.
A los pocos minutos de dar el aviso a emergencias hubo una importante movilización de efectivos en la zona, que inquietó a las personas que estos días ascienden en el teleférico, o que recorren a pie alguna de las rutas desde la misma estación.
Al lugar de los hechos llegaron agentes del Greim, Seprona y patrulla rural, todos del puesto de la Guardia Civil de Potes. También se movilizó a guardas de la zona, efectivos del Seprona de Cabezón de la Sal y a la patrulla rural de Pesués.
Fue el Greim quien se desplazó a pie hacía las zonas por debajo de la pared del anfiteatro de Fuente Dé, por el camino hacia la canal de la Jenduda y El Hachero, así como a los tornos de Liordes, y comprobaron que ninguno de los desprendimientos había afectado a personas.
Además, las patrullas se desplazaron a la zona de la estación superior del teleférico de Fuente Dé, y a la pista de acceso al puerto de Pandetrave, para ver si se había producido algún desprendimiento más, ya que la densa niebla que cubría la zona no dejaba ver los Picos.
Luis, ganadero de la localidad de Pido, que tenía sus ovejas pastando en las praderías debajo del anfiteatro de Fuente Dé, y buen conocedor de la zona, pudo ver la caída de las rocas y confirmó que el desprendimiento «se produjo por vez primera alrededor de las 08.30 horas y, posteriormente, hubo otro en la misma zona, denominada El Argallón». «Es un lugar donde se pueden producir este tipo de desprendimientos, que se encuentra entre la subida a los Tornos de Liordes y la canal de la Jenduda, por donde pasa el camino y posterior senda de acceso a pie al interior del macizo», explica.
Los visitantes del teleférico, que contemplaron todo el operativo, se consolaron al conocer que nadie había salido herido. «Ha sido una suerte que haya niebla y que nadie haya subido a andar».
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