Azara García de los Salmones: «Fue una victoria más psicológica que física»

-Ha comenzado la temporada con fuerza.

-Después de todo lo que ha pasado en 2020, llegar a una cita internacional como la Transgrancanaria y ganar es la mejor forma de arrancar.

-Es una prueba en la que suele conseguir buenos resultados.

-En 2017 fue mi primera carrera larga, de más de 100 kilómetros y gané en aquella edición. Además, siempre que vuelvo, tengo buenos resultados. El año pasado quedé tercera en la ultra. En otras ocasiones corrí modalidad Advanced (64 kilómetros), como en 2018, y también concluí en el tercer puesto. Es una carrera que siempre me trae buenos resultados. Me gusta mucho y me da buenas sensaciones. En las islas la gente vive mucho el trail y, además de tratarnos muy bien, a base de ir he hecho muchos amigos. Me siento como en casa.

-¿Cuál era el guion?

-Siempre tengo la costumbre de salir y correr a un ritmo muy alto desde el principio, pero en ultra distancia eso es inviable. Los 60 primeros kilómetros que los haces de noche, sí pueden correrse rápido. El problema es que si eliges esa opción después llega la subida al Roque Nublo y empiezas a perder fondo. Si llegas allí en malas condiciones pierdes la carrera. Este año quería salir de menos a más y controlar la prueba. Si te desgastas en la parte nocturna, lo pagas.

-Pues salió bien ¿no?

-Ha sido más una victoria psicológica que física porque tuve problemas desde el inicio de carrera. No sabemos muy bien el motivo, pero en una de las primeras bajadas me dieron calambres en los dos cuádriceps. Salí con una estrategia de correr de menos a más y en esos momentos no entendía esa situación. Al principio llegué a pensar que no iba a terminar la carrera debido al dolor y a la incapacidad de correr como quería hacerlo.

-A pesar de eso, lideró la carrera durante la fase más decisiva.

-Con todo lo que nos ha costado llegar hasta aquí no quería parar. No es solo mi trabajo, sino el de los profesionales que me rodean. Estando ya en carrera con las rivales, tenía muy claro el planteamiento. No quería ser la que diera la cara sino controlar a las contrincantes. Es cierto que se me fue al principio la catalana Claudia Tremps -concluyó segunda por detrás de la cántabra-, pero en todo momento estaba con referencias sobre ella que me daban una idea global de la prueba. Después, a partir del kilómetro 60 o 70, me encontré fuerte y solo tenía el problema del dolor que no me dejaba correr todo lo que yo quería.

-¿El objetivo siempre fue ganar?

-Estaba totalmente planificado. Esta prueba abría el circuito mundial de las Spartan Trail, así que era uno de los objetivos de esta temporada. Desde noviembre sabíamos que era nuestra primera meta importante de este año y llevábamos desde diciembre trabajando en ello.

-¿Qué más tiene previsto para el resto de la temporada?

-Estaré dentro del circuito mundial de la Spartan Trail. El mes que viene iré a Patagonia Run Trail -9 y 10 de abril-, en Argentina. Será mi debut en las 100 millas y después, ya del 24 al 27 junio, iremos a la Lavaredo Ultra Trail que se celebra en la localidad italiana de Cortina d'Ampezzo. Esa es la tercera prueba de ultra de este circuito y tras ella volveré a correr en España, ya que participaré en el Ultra Pirineu que se une este año a este circuito mundial. Estas tres citas, más la que acabo de correr, son mis objetivos principales de 2021.

-¿Y competiciones con la selección española?

-Estamos esperando a que la Federación Española saque los criterios de selección para los Mundiales de ultra que se celebrarán en noviembre en Tailandia y optar a ir con la selección. Será el primer Campeonato del Mundo unificado bajo el paraguas de la Federación Internacional de Atletismo y contará con dos pruebas de Trail Running, de 40 y 80 kilómetros, las dos habituales de carrera vertical y el clásico de diez o doce kilómetros.

-¿Cómo se mentalizó para estar parada en 2020 y buscar nuevas metas?

-La incertidumbre fue dura para todos porque afecta tanto a corredores como a patrocinadores, pero para mí no ha sido difícil seguir trabajando y preparándome. Me lo planteé como cuando entro en una lesión. Tengo que trabajar diferente, pero tengo que hacerlo igual de duro de todas formas. Sabemos que esto es algo que acabará pasando y quería seguir entrenando y preparándome para que, cuando llegase el momento de ir a las pruebas, hacerlo lo mejor posible. Correr es mi vida, así que no me falta motivación en ningún momento.