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Poder disfrutar de un deporte de aventura, hacerlo en familia y, además, sin necesidad de experiencia previa. Esos son algunos de los principales atractivos de las vías ferratas, que se han convertido en los últimos tiempos en una de las actividades al aire libre más demandadas para amantes de este tipo de deportes Tanto es así que en España ya hay más de 230 vías.
Los recorridos, que pueden ser verticales u horizontales, están equipados con material como clavos, grapas, presas, puentes tibetanos o tirolinas que facilitan su travesía. Además, la hacen plenamente inclusiva, ya que muchas de ellas son aptas también para niños. Y en este deporte de aventura, como otros muchos, Cantabria también tiene algo que decir: admirar, pasear y escalar sus paisajes es posible sin salir de la región.
La apuesta por este tipo de actividades ha convertido a la comunidad en una región referente que alberga en la actualidad trece vías ferratas diseminadas, principalmente, en la comarca de Liébana y en Asón-Agüero. Se unen los Valles Pasiegos, donde existe una importante inversión tanto pública como privada para convertir las vías ferratas en otro atractivo de la comarca.
La única vía ferrata K6 en Cantabria, en la comarca de Liébana
Situada en Vega de Liébana, la de Socastillo es una vía ferrata de categoría K3, una dificultad media-alta. En su recorrido destaca su puente de acceso y retorno, uno de los de mayor interés por su construcción con tablones de madera y que cruza a unos 80 metros de altitud el arroyo de la viña. Fue construida en 2017 y es una de las imprescindibles de Cantabria.
La vía ferrata de La Hermida se divide en tres tramos y sigue un antiguo camino de pastores por la cara norte de la Peña Agero. Es de categoría K3, con una dificultad media-alta, con una longitud total de 5,5 kilómetros. A pesar de su nivel, es apta para quienes se inician en la práctica y también para llevar niños. Fue construida en 2010.
La de El Milar es una vía ferrata que se construyó en 2014 y es la más corta, con 200 metros de recorrido que discurre por encima del río Deva, en el desfiladero de La Hermida. Su categoría es de K3.
Peñarruscos es la vía ferrata peculiar de Cantabria ya que es la única con categoría K6, las más difíciles de atravesar y solo apta para quienes cuentan con experiencia. Se construyó en 2018 y cuenta con un recorrido de un kilómetro y un tiempo estimado de una hora de camino.
Esta vía ferrata es una de las mejores de Cantabria, con una categoría K3. Fue construida en 2012 y cuenta con un recorrido de un kilómetro. Entre los atractivos de la de Camaleño se encuentra el puente tibetano. Es una vía apta para personas que se están iniciando y también para ir con los más pequeños, ya que se tarda aproximadamente 25 minutos en recorrerlo.
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La importancia de la comarca de Asón-Agüero y el futuro de los Valles Pasiegos
Callejomadero es una vía ferrata de categoría K5 y una de las más recientes, ya que fue construida en 2021. Cuenta con un recorrido total de 2,5 kilómetros y un tiempo estimado para completarla de dos horas. Debido a su complejidad y también a la forma de acceso a la vía, mediante rapel, no es recomendable para recién iniciados ni tampoco para niños.
Esta vía ferrata, situada en Ramales de la Victoria, tiene una categoría K4 y recorre el barranco del río Calera, con una longitud total de 1,4 kilómetros. Fue construida en 2019.
La vía ferrata de El Torreón sale de la localidad de Liérganes, y es una de las más fáciles de la zona, con una categoría K2, por lo que está recomendada para quienes se inician en este deporte. Además, dispone de una opción más complicada, con una tirolina habilitada, para aquellas personas más experimentadas. Fue construida en 2018.
La vía ferrata de Socueva está situada en la localidad de Arredondo. Es la más difícil, detrás de la de Peñarruscos, con una categoría K5. Por ello, está recomendada solo para personas con experiencia en este deporte. Tiene un recorrido total de 1,8 kilómetros. Fue construida en el año 2013
El Risco es la segunda vía ferrata situada en la comarca del Asón-Agüera y tiene una dificultad media, con una categoría K3. Fue construida en 2013 y a pesar de su categoría, no está recomendada para recién iniciados ni para niños.
Sin salir de la comarca de Asón-Agüera, una de las más destacadas en España por su gran cantidad de vías ferratas, encontramos la de El Cáliz, en el municipio de Ramales de la Victoria. Cuenta con un recorrido de 2 kilómetros y una dificultad media, con una categoría K3, y está recomendada para gente que quiera iniciarse y también para niños. Fue construida en 2011.
Esta vía ferrata situada en el municipio de Soba tiene una categoría K4. La Concha fue construida en el año 2014, aunque al poco tiempo tuvo que clausurarse para realizar mejoras en algunas partes, como en la tirolina. Se reabrió en 2021. Destaca por ser bastante corta, con un recorrido de medio kilómetro.
En la Comarca de Vega de Pas encontramos la vía ferrata más reciente, la de Pandillo, en la zona de Aguasal y es la primera de las tres vías ferratas que están proyectadas en la zona. Destaca por su facilidad y por ser un recorrido muy corto, de 195 metros.
La vía ferrata de Villaescusa de Ebro, en el municipio de Valderredible, es la más reciente. Ha sido inaugurada en julio de este año y es la primera de la zona. Su categoría es de K3, y tiene un recorrido aproximado de 3 kilómetros
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Rocío Mendoza | Madrid, Lidia Carvajal y Álex Sánchez
Álvaro Machín | Santander
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