2019: el año que vivimos Rosalíamente

No sabemos lo que durará su reinado, pero sí que Rosalía y su 'El Mal Querer' son ya historia de la música española. Su coronación, que se anunciaba desde aquel «trá trá» de mediados de 2018, ha quedado consolidada y de qué manera en este 2019. Porque es imposible que no hayas oído hablar de Rosalía en este año. Redes sociales, noticias, moda, polémicas, premios… ha sido el año que vivimos Rosalíamente. El énesimo motivo: su apoteósico cierre de gira en Barcelona y Madrid, del que DMÚSICA ha sido testigo.

45.000 personas en tres noches. Entradas agotadas meses antes y en apenas horas. Y una duda por resolver muy extendida entre la prensa especializada. ¿Ofrecería la estrella un concierto de estrella? Es decir, ¿superior al show estándar que ha mostrado en los festivales?

La emoción con la que tecleo este artículo me dice que «así, sí». En unos concisos pero muy acertados 80 minutos, Rosalía dio la talla en el Wizink Center. Setlist de 23 canciones calcado a los dos conciertos de Barcelona, control absoluto de la escena (se emocionaba hasta cuando tocaba emocionarse) y sucesión de canciones sin apenas parlamentos intermedios.

¿Una máquina de lanzar temas sin corazón ni variantes? Para nada. Un concierto de Rosalía te hace pasar del glamour de 'Barefoot in the park' (el tema de James Blake) a la rumba catalana de Millionària. Del inquietante trap de 'A Palé' a la dulce tristeza de 'Bagdad'. En todos los terrenos brilló la barcelonesa.

Se llevan la medalla de oro, por la combinación de interpretación y escenografía, dos canciones que no son de las más reconocidas: 'Lo presiento', y la favorita de Rosalía, 'De aquí no sales'. También la maravillosa 'Catalina' cantada a capela, aunque vaya mi odio eterno a esa gente que aprovecha cualquier silencio para hacerse notar gritando «guapa». Odio para ellos y amor para ese genio llamado Pablo Díaz-Reixa 'El Guincho'. Rosalía le dedicó 'Catalina' a su compañero de fatigas en el escenario y en el estudio. Allí preparan ya el que será uno de los discos más esperados de 2020.

Siete letras forman el nombre de la nueva reina de la música española. ROSALÍA. Siete letras. Como Camarón, como Morente, como Shakira, como Beyoncé. Son comparaciones descomunales, excesivas para no pocos críticos, pero que inspiran antes que amedrentar a esta joven de 26 años tan ambiciosa como excepcionalmente talentosa y trabajadora.

¿Camarón y Morente? Sí. Porque, al igual que ella, ambos llevaron el flamenco a territorio inexplorado con 'La leyenda del tiempo' y 'Omega'. Y, al que ella, recibieron no pocos ataques furibundos por parte de los guardianes de la ortodoxia flamenca. ¿Shakira y Beyoncé? Sí, porque al igual que ellas, Rosalía aspira al trono global de la música. Más aún ahora que cuenta con el apoyo de Sony a nivel mundial. Repasemos algunas de sus poderes para optar a ello.

… han pasado casi 10 minutos desde que escribí la frase anterior… y no sé por dónde empezar a desgranar lo conseguido por Rosalía en 2019. Es más, no paro de apuntar nuevos hitos. Mantengamos todo lo posible el foco en su música.

'El Mal Querer', su trabajo final de carrera en la Escuela Superior de Música de Catalunya, ya es una obra de culto. Pitchfork, Stereogum, Spin… las siempre inaccesibles revistas especializadas estadounidenses lo han situado entre los más destacados álbumes de la década, con 'Malamente' entre las mejores canciones.

La proeza de Rosalía es aún mayor si tenemos en cuenta el habitual egocentrismo yanqui en estas listas y el hecho de cantar todo el álbum en español. En España también ha triunfado entre la prensa especializada, al ganar por segunda vez consecutiva el Premio Ruido que ya alcanzara con 'Los Ángeles'.

Otra barrera «Made in USA» superada es la de los Grammy. A los tres latinos que ganó en noviembre se suman dos nominaciones quizá incluso más meritorias para los Grammy originales. Se entregan en Los Ángeles el 26 de enero y Rosalía ha logrado una histórica candidatura a 'Mejor Nueva Artista' (su rival más dura es su amiga Billie Eilish)

También fuera de lo común ha sido su presencia destacada en los más grandes festivales internacionales, como Lollapalooza, Coachella o Glastonbury. Y en España, cabeza de cartel en los tres más prestigiosos: Primavera Sound, Bilbao BBK Live y Mad Cool Festival. Pa'que quede, que ella misma diría.

Con los dos álbumes, ha alcanzado un respeto máximo. Con los singles, una máxima popularidad. Colaboraciones muy bien elegidas para abrir mercado en el mundo latinoamericano.

'Con altura', junto al piloto paisa J Balvin, ha volado por encima de los ¡1.000 millones de visualizaciones en Youtube! Es el segundo vídeo musical más visto del mundo en este 2019. El primero es de otro reguetonero, por cierto. El puertorriqueño Daddy Yankee y su 'Con calma'. También triunfante el 'YO X TI TÚ X MÍ' con Ozuna, que cantaron juntos anoche en Madrid como gran sorpresa y quizá momento cumbre de la noche.

Pero, siendo importantes todas esas cifras de streaming, premios y festivales, el mayor hito de todos es su incidencia en la cultura popular. Rosalía no para de crear ese universo propio de uñas, camiones, chándals, oros… Eso es lo que define a las verdaderas estrellas pop.

«Es una hortera», te dirá no poca gente. Ahora es cuando pienso en lo discretos que han lucido siempre iconos pop como Prince, Lady Gaga o Madonna. Rosalía es la punta de lanza de una generación española de músicos que por parte masculina lideran Yung Beef y el ex de Rosalía: C. Tangana. Buen momento para recordar que el criticado Antón Álvarez escribió junto a ella (y así figura en los créditos) la mayoría de las letras de 'El Mal Querer'.

Partiendo de los insuperables vídeos de 'Malamente' y 'Pienso en tu mirá', cada nueva pieza de Rosalía ha sido un impacto instantáneo: 'Aute Cuture', 'Millonaria', 'A Palé'… Rosalía lo inunda todo. La moda, los bailes, el hablar, los stories, las bromas, las referencias de los jóvenes…

Desde su ya inmortal «trá trá» a otras muchas expresiones:

«Madre mía, Rosalía, bájale».

«Pienso en tu mirá».

«Me da miedo cuando sales».

«Se me para el cora' sólo con mirarte».

«Pa' que quede»

... o la más reivindicativa y feminista «A ningún hombre consiento que dicte mi sentencia». Esta frase lució en decenas de pancartas en el histórico 8 de marzo pasado. Rosalía, como es común en las estrellas globales, esquiva los posicionamientos políticos explícitos. Salvo ese 11 de noviembre de 2019 en el que abrió su cuenta de Twitter, que aún maneja personalmente igual que su Instagram, y tecleó dos solitarias y elocuentes palabras: «Fuck vox». Y, como casi siempre que Rosalía mueve un dedo (uña incluida), se armó la marimorena.

Se armará seguro en 2020 cuando salga su tercer disco. Obsesa del trabajo, y amante del estudio, lo ha estado grabando entre Barcelona y Los Ángeles, pero poco más se sabe del mismo. ¿Hacia cuál de los dos torrentes se inclinará? ¿Hacia lo urbano? ¿Hacia el flamenco? ¿Hacia un nuevo cauce? Suceda lo que suceda a partir de ese tercer álbum, ahí queda este 2019 en el que Rosalía se ha convertido en icono.

Todo el éxito de su figura, entre la selecto y lo masivo, se puede resumir en esta pregunta que te lanzo como postre: ¿quién es capaz de lograr que digan «Trátrá», con idéntico entusiasmo, uno de esos serios y sesudos críticos musicales y un niño de dos años como mi hijo Manuel?

Pues… La Rosalía.