Ha sido durante años la primera viola en formaciones del prestigio de la Orquesta Filarmónica de Berlín o la Filarmónica de Cámara Alemana de Bremen. También ha formado parte de otras como la Real Orquesta Filarmónica de Flandes y la Sinfónica de Bamberg.
-¿Cómo valora el Encuentro de Música y Academia?
-Santander es un lugar muy bonito, realmente impactante. El mar, las montañas... No he conocido muchos sitios tan bonitos. En el Encuentro hay estudiantes con mucha calidad y colegas y profesores increíbles, así que está siendo una experiencia muy grata.
-¿Cuál es su proyección a nivel formativo?
-Es uno de los mejores planteamientos para apoyar a las nuevas generaciones de músicos. Nos permite compartir nuestro conocimiento y experiencia con quienes necesitan una oportunidad para desarrollarse profesionalmente, conseguir un trabajo y construir una vida como músicos. Esta iniciativa es una oportunidad muy buena porque nos permite transmitir a los alumnos información importante para su futuro.
-¿Cómo enfoca sus clases?
-En general les estoy hablando honestamente sobre mi vida, les estoy enseñando muchas cosas sobre la viola, mi instrumento, e intentando prepararles para la vida real, para que no vivan únicamente en sus sueños.
-¿En qué sentido?
-La vida no es solo algo bonito, también puede ser difícil. Trabajar con otras personas puede resultar complicado porque hay mucha competitividad. Trato de transmitirles que pese a ello puede salir victoriosos si son honestos y trabajan duro, y de enseñarles lo importante que es ser personas sanas, limpias, honestas. Según mi experiencia, si esos son tus objetivos al final del día eres más fuerte. Les estoy contando la verdad sobre lo que se van a encontrar en este mundo, pero también transmitiéndoles que si mantienen una actitud sólida, modesta y trabajadora podrán salir adelante.
«La música reafirma la importancia del contacto con el otro, de no aislarnos en nosotros mismos»
-Su enseñanza trasciende la música para enfocarse a la vida en general...
-Sí, además de enseñarles música empleo mucha filosofía para explicarles por qué es importante ser una persona con buenos principios y cómo eso influye en el sonido y en la propia música. Al final, la música es el arte de ayudar a la humanidad. Por eso trato de ayudarles a ser buenas personas, que es lo fundamental, y en segundo lugar a ser buenos músicos.
-¿Cómo puede la música contribuir a mejorar el mundo?
-Nos recuerda lo importante que es vivir con caridad, respetando, amando y sirviendo a los demás, estando ahí para ellos. La música reafirma la importancia de mantener el contacto con el otro, y de no vivir aislados en nosotros mismos. Cuando vivimos aislados realmente no sabemos nada, estamos sumidos en la oscuridad y es ahí donde nacen el odio y el desprecio. La música se basa en reconectar y mantener ese contacto para fortalecer nuestra conexión mutua. Esa es la primera regla de la música. Después también está la belleza, por supuesto. La belleza es hacer feliz a la gente, y la gente feliz no es agresiva. La gente feliz puede amarse a sí misma y a los demás.
-¿Cómo valora el talento de los jóvenes participantes?
-Tienen un talento enorme y son la cima, absolutamente. Son músicos y estudiantes con un nivel muy alto. También tienen un perfil muy intelectual, muy flexible, no solo talento. Quieren aprender y pueden absorber mucho de este encuentro. Es un equipo muy bueno. Creo que hay que felicitar a la organización por la excelente selección que ha realizado.
-¿Qué le aportan a usted como músico y como docente?
-Como profesor siempre aprendo mucho del propio acto de enseñar, porque cada alumno es un universo en sí mismo, todos aportan nuevas perspectivas. Mi objetivo es encontrar la llave para acceder a cada una de ellas y ayudarles a desarrollarlas. Siempre me aportan una increíble perspectiva de la música, así que al enseñarles aprendo y me desarrollo constantemente.
«Los estudiantes tienen un talento enorme, hay que felicitar a la organización»
-¿Qué tipo de música enseña a sus alumnos en Santander?
-Parto de un planteamiento universal que va más allá de los géneros. Aunque el objetivo es la música de cámara planteo la música como un eje social, humanístico, que parte quién queremos ser en el mundo y de quién quieres ser como músico. ¿Quieren expresarse ellos mismos o conseguir hacer del mundo un lugar mejor? Creo que la respuesta correcta es la de construir un mundo mejor. Con trabajo y dedicación la expresión personal va a llegar igualmente, pero si es tu objetivo fundamental te va a limitar en otros muchos aspectos.
-¿Qué retos implica desarrollar una carrera como músico profesional, en su caso con la viola?
-La viola ofrece muchas posibilidades de color y de conexión, y lo hace en muchos sentidos. En la música de cámara, por ejemplo, conecta las voces agudas y graves; está entre el chello y el violín y ejerce de puente entre ambos instrumentos para generar unidad. Es en primer lugar una voz intermedia, y generalmente un instrumento de orquesta más que solista, aunque también puede ejercer como tal.
-¿Qué retos debe afrontar la música clásica de cara al futuro?
-Creo que la música clásica no tiene que ser algo cerrado a otros tipos de música como el rock o el pop, estilos que escucha la mayoría de la gente. Al contrario, tiene que escuchar y tratar de entender por qué esos géneros son tan atractivos. Su éxito radica en que las personas que las escuchan sienten que esas músicas quieren aportarles algo y hacerles felices. Eso es precisamente lo que tiene que conseguir la música clásica.
Sigue a DMúsica en:
Facebook y Twitter
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.