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Aiko el grupo han tocado por infinidad de sitios, han acumulado una pequeña legión de fans, que se han enamorado de sus canciones punkis, en ... las que hablan de los problemas a los que Tere, Bárbara, Lara y Jaime se enfrentan en su día a día, y acaban de publicar su segundo trabajo, 'Me están apuntando con un arma', que presentarán durante los próximos meses.
-La primera canciónde su nuevo disco, 'Niños furbito y niñas lo que sea', es toda una declaración de intenciones.
-El título es una frase que decía un profesor de Educación física de Bárbara, que no hacía ningún caso a las chicas que tenía en clase porque no jugaban al fútbol, que era lo único que a él le importaba. Un día nos dimos cuenta de que todas las componentes de la banda habíamos tenido experiencias similares en el instituto y quisimos sacar a relucir el tema. Creemos que la música no deja de ser una especie de altavoz con el que podemos denunciar situaciones que nos pasan en nuestro día a día, que no entendemos que nos sucedan y con las que otras chicas se pueden sentir identificadas.
-¿Usan sus temas como una forma de soltar todo lo que llevan dentro?
-No nos consideramos un grupo activista ni político, sino que simplemente cantamos sobre situaciones que vivimos en nuestro día a día y que nos molestan. En este álbum denunciamos cosas que nos han ocurrido en nuestras vidas y que nos indignan. Tenemos mucha ira guardada (ríen).
-Ver a tres chicas tocando juntas sobre un escenario ¿aún llama la atención?
-El terreno de los grupos de música, hasta ahora, siempre ha pertenecido a los chicos, pero, por suerte, esto es algo que está cambiando. Todas las chicas que han decidido tener bandas como la nuestra han sido atacadas en muchos momentos y se han comido mil comentarios ridiculizándolas por diferentes motivos.
–Podemos mencionar como ejemplo a las Hinds, que fueron un poco como las pioneras de toda la ola de grupos femeninos que han ido naciendo en los últimos años.
–Son un grupo de chicas a las que les han dicho de todo, cuando, a su vez, había mil grupos de chicos que tocaban realmente mal, hacían el ridículo y nadie les decía nada, algo que era pura misoginia. El de las Hinds es el ejemplo más claro de crueldad y misoginia que ha habido en la música española. Abrieron el camino para muchas de nosotras, pero también se comieron mucha mierda.
-Aiko el grupo, ¿se han comido situaciones de ese tipo?
-Es la hostia cuando, de repente, terminas un concierto, viene un técnico y te dice: «¡Buah! ¡Qué sorpresa! No me esperaba para nada que dierais esa caña». Te lo dicen como si fuera un halago, pero, en realidad, es como que en su cabeza no cabe que unas chicas puedan meter caña o sonar bien. ¿Por qué no podemos meter caña? No sé si esperan que lo vayamos a hacer mal o que no sepamos tocar nuestros instrumentos, pero, por desgracia, nos encontramos con muchas situaciones así, que nos tenemos que comer patatas.
-Ustedes mismas están abriendo camino y siendo un referente para muchas chicas.
-Poco a poco, los grupos de chicas van reclamando su lugar y van llegando a la gente. Estamos luchando para que la música sea un lugar seguro para las chicas, para que estas no tengan que aguantar conversaciones como qué bien tocáis y que simplemente se trate a todos los músicos por igual, como lo que son, como personas. Por desgracia, muchas veces, aunque un proyecto sea una mierda, no se le da el mismo trato dependiendo de si sus miembros son chicos o chicas.
-Destacan más proyectos, pero los carteles de los festivales siguen teniendo una falta acuciante de mujeres.
-Muchos festivales, actualmente, están haciendo un esfuerzo por incluir a mujeres en sus carteles, pero porque tienen miedo de que les tiren de las orejas en las redes sociales o les hagan un escrache. Lo de no incluir a mujeres en los carteles de los eventos tiene mucha relación con el hecho de que mucha gente, en su día a día, no escucha grupos femeninos. ¿Cómo es posible que, entre todas tus canciones favoritas, haya mil tíos y solamente dos tías? Eso es algo que muchas personas deberían preguntarse.
-De momento, parece que Aiko el grupo están consiguiendo llegar cada vez a más gente. ¿A qué aspiran?
-No tenemos límites: el límite es el cielo.
–En una entrevista publicada en este medio, a principios de 2021, comentaban: «Para el poco tiempo que llevamos como banda, todo ha sido una locura».
–Lo peor es que hace dos años aún no sabíamos lo que se nos iba a venir encima: nos han pasado mil cosas que nos han dejado en estado de 'shock', como el hecho de ser seleccionadas en la iniciativa pública GPS,―Girando por salas―, que nos ha permitido ir a sitios a los que nos hubiera sido muy difícil ir en buenas condiciones si no hubiéramos tenido ninguna ayuda. Aún no nos creemos todo lo que nos ha pasado últimamente: hemos pisado México por primera vez, hemos anunciado una gira por salas que pasará por sitios como Oviedo y Zaragoza y hasta hemos tenido que hacer un Excel de ingresos y gastos.
–Este verano, estuvieron tocando en el festival Torrelavega Soundcity. ¿Les podremos ver próximamente de nuevo en nuestra comunidad?
–Ya hemos tocado varias veces en Cantabria y, de hecho, cuando montamos el grupo, estuvimos tocando en la sala Niágara. Tenemos muchísimas ganas de presentar nuestro nuevo trabajo en alguna sala de la región.
–Una de sus nuevas canciones se titula 'Peñacastillo' y en ella cantan lo siguiente: «El otro día me acordé de cuando me dejaste abandonada en la rotonda de Peñacastillo. ¡Cuánto me enfadé, pegándole patadas a tu coche! Arrancaste y te fuiste con la puerta abierta».
–Fue una historia que realmente le sucedió a una de nosotras y con la que había que hacer una canción: cuando montamos el grupo, teníamos claro que íbamos a acabar escribiendo un tema sobre esa historia, porque fue un momento muy fuerte.
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