Secciones
Servicios
Destacamos
«Aquí estamos Los Chichos para lo que haga falta» fue el saludo clásico de la banda, a la que le gusta respetar las tradiciones. Pero sin reñir con la modernidad, porque el 'show' arrancó con una entradilla en inglés, de esas de «Ladies and ... gentlemen».
Así que 'Sea como sea' empezaron, con un escenario superpoblado y un sonido potente y limpio; lo que tiene mucho, mucho mérito, porque en la 'Ballena' la acústica tiende al eco y la distorsión.
Pero esta vez la música sonaba realmente bien, para deleite de un par de millares de 'chicheros' dispuestos a reencontrarse con un pasado que la mayoría, por lógica de calendario, conocían solo de oídas. Y es que entre la media de edad del público y la de los Chichos fundadores mediaría casi medio siglo.
«Santander, estáis un poco apagados… –comentó Emilio padre, en traje de luto riguroso–, ¡pues os vamos a despertar nosotros!». Y se pusieron a ello, desgranando uno tras otro clásicos sin comparación: 'Son ilusiones', 'Amor de compraventa', 'Ni más ni menos. Aseguran que en su repertorio tienen canciones de escuchar y canciones de bailar; lo que pasa es que es muy difícil diferenciarlas, porque el público las baila todas.
Ante tanta camiseta del Racing, desde las tablas preguntaron por el fútbol, aunque se les desvió un poco el tiro: «¿Ha ganado el Sporting?». Pero la noche iba de nostalgia y de celebración, y lo mismo se aplaudió su «¡Viva Santander y Bilbao y España entera!» que se les vitoreó cuando sacaron el trofeo del premio Ondas. «Este lo hemos recibido nosotros… pero por todos vosotros», dijo lleno de orgullo Emilio 'Júnior', la voz cantante del grupo desde los noventa, tras la retirada de un Jero para el que pidieron –de nuevo, la tradición manda– «el aplauso más grande de la noche.
«Nosotros siempre nos hemos visto como clásicos atemporales», dijo la última pata del trío, un Julio serio y elegante, para dar paso con 'Amor pecador' a un bloque de baladas dramáticas y sentimentales. Y que la banda se luciera con interludios de piano y algún solo virtuoso. Claro que el momento de esa 'familia', como presentaron a los músicos, llegaría cuando el trío se retiró al backstage y las coristas toman la primera línea, para cantar 'Otro camino' acompañadas de caja y guitarra flamenca. Luego la banda, sin Chichos, cantó 'Mami' y 'Yo quiero a Mai'.
Entre la media docena de cantantes y coristas todo queda en casa: son hermanos, tíos, primas, sobrinas; si se lo propusieran, podrían presidir por derecho propio la Asociación de la Empresa Familiar.
Ya con la 'familia' al completo, siguieron con «canciones tristes»; cuando anuncian 'El Vaquilla', se forma una nube de móviles sobre las cabezas para inmortalizar el momento. Nadie quiere perdérselo, y la pantalla parece 'Informe semanal', con imágenes de la visita que en 1985 el grupo le hizo en el penal de Ocaña, y escenas del clásico del cine quinqui.
Luego vuelven a su escenografía original, más viajera: maletas gigantes tapando los bafles y la proyección de un R-12 con la baca a reventar–.
No falta la gracia ni en las dedicatorias: 'La cachimba' va para aquellos «que se fuman la hierba medio pisada», y en 'Vente conmigo gitana' Emilio senior, después de explicar el atajo gitano al matrimonio –que pasa por la era, explicó–, se anima a ensayar unos pasos flamencos, giro incluido. Y Julio se quita la chaqueta y hace un pase torero. Con su traje clásico, tiene una elegancia que no se puede aguantar.
Las despedidas, está claro, no son lo suyo, porque dijeron adiós con 'Bailarás con alegría', pero se volvieron a despedir con 'La historia de Juan Castillo'. Y ellos mismos arrancaron la petición de bises al grito de «¡Esos Chichos, esos Chichos, eh!».
Y por si alguien dudaba qué es ser 'chichero', Junior se encargó de explicarlo: «¿Y si os digo: libre, libre, quiero ser…?». Y se desata el delirio. «¡Pues eso es ser 'chichero'!». Pues eso; ni más, ni menos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.