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El folk doloroso de Dylan Leblanc recala hoy en Santander con su último disco, 'Coyote'

De la mano de Los Huesos de Portobello, siempre atentos a acercar a Cantabria sonoridades y sensibilidades que se alejan del radar comercial, Leblanc abrirá con su banda la primera edición del Golden Horse Autum Festival hoy jueves. (Escenario Santander, 21.00 horas).

'Coyote' es su quinto disco, tras 'Pauper films', 'Cast the same old shadow', 'Cautionary tale' y 'Renegade', entre 2010 y 2019. Siempre con tintes de folk, rock y country dentro de la oscuridad compositiva que le acompaña desde sus primeros tiempos.

Como la propia especie, Leblanc se identifica con la naturaleza insaciable y un tanto carroñera del animal al que se encontró frente a frente cuando estaba subiendo una montaña en Austin. «Nos quedamos mirándonos el uno al otro y pensaba: eres tú o yo -relata- y en ese caso, iba a lanzarle por la montaña; no iba a caer yo». Fue, recuerda «un intenso momento hombre-animal que no voy a olvidar nunca; él intentaba sobrevivir y yo también».

'Coyote' es el primer disco autoproducido de Leblanc, presumiendo además de contar con lo que él llama músicos de sesión asesinos, como el batería Fred Eltringham, que tocó con Ringo Starr o Sheryl Crow; el pianista Jim 'Moose' Brown, que acompañó a Bob Seger, o el bajista Seth Kaufman, habitual de Lana del Rey. También participa su padre, James Leblanc que trabajó como músico de sesión en los estudios Fame, donde Dylan se curtió como músico, dando origen a su primera banda, Jimmy Sad Eyes Blue, cuando era apenas un adolescente.

'Coyote' es a la vez un relato autobiográfico y construido en torno al concepto del coyote y un hombre que huye. En parte de su propio pasado turbulento, con capítulos de drogas, cárcel, oportunidades perdidas y vueltas a empezar. El espíritu outlaw trasladado a la música y la vida.

En el disco encontramos composiciones como 'No promise broken', la honesta historia de amor de dos personas que proceden del mismo oscuro pasado o 'The outside', en la que un presidiario pasa sus últimos momentos en libertad antes de volver a la celda.En la treintena, pero con la pátina de una vida mucho más gastada, Leblanc con pareja y una hija a la que adora, está «más cerca que nunca» de ser el tipo que siempre quiso ser.

Mientras tanto, ha contado con la voz de Emilou Harris, que grabó con él 'If the creek do not rise' y ha abierto los conciertos de bandas como Calexico o Lucinda Williams.