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En 2019, Mónica Naranjo presentó un programa sobre sexo en televisión, en el que llegó a aparecer vestida como una dominatrix. Este viernes, en el penúltimo día del festival Magdalena en Vivo, volvió a ponerse un traje ajustado y pudimos ver que sus conciertos están ... cargados de erotismo y sensualidad y que es capaz de hacer lo que quiere con el público. Fue capaz de cautivarnos a todos.
Fangoria y las Nancys Rubias siempre van de la mano y se encargaron de abrir la jornada, con dos 'shows' cargados de vitalidad, lentejuelas y canciones de esas que todo el mundo conoce.
Alaska y Nacho Canut, Fangoria, abrieron su concierto tocando 'Fiesta en el infierno' y, durante hora y media, montaron una fiesta por todo lo alto, llena de música electrónica, trajes ajustados, vítores y aplausos. La suya fue una noche cargada de canciones que han traspasado generaciones: parece imposible que no haya gente que no se ponga a bailar cuando suenan temas como 'Espectacular', 'Bailando' y 'Dramas y comedias'.
Alaska, la cara visible de la formación, ya no canta como antes, pero eso no importa: Fangoria saben cómo hacer que el público se divierta. Anoche, pudimos ver que llevan un espectáculo muy cuidado, con músicos y bailarines, cambios de trajes, una puesta en escena muy trabajada y llamativos visuales que proyectan sobre el escenario. Eso sí, el orden y la selección de las canciones podía haber sido mejor, ya que, por ejemplo, tocaron una versión en castellano de 'Heroes' de David Bowie, casi al final del 'show', que no recibió más que unos tímidos aplausos por parte del público.
Fangoria cerraron su fiesta por todo lo alto, con 'No sé qué me das', 'A quién le importa' y 'Rumore', un tema que Alaska interpretó junto a Mario Vaquerizo, su pareja, que es el líder de las Nancys Rubias.
Alaska viste como una estrella y está considerada como una de las grandes divas de la música española, por la cantidad de 'hits' que ha acumulado a lo largo de su carrera, tanto con Fangoria, como con sus anteriores proyectos. Mónica Naranjo es otra diva: no tiene la misma cantidad de 'hits' que Alaska, pero tiene una de las voces más espectaculares de nuestro país, lo mismo se vuelve rockera que toca una balada acompañada solamente de un pianista y es elegante hasta para hacer peinetas con la mano. Nunca había estado en un concierto suyo y salí fascinado con lo que me encontré.
Lo de Mónica Naranjo fue una clase de carisma, control vocal y elegancia: es capaz de ponerse a cantar sin la ayuda de ningún instrumento y, aun así, conseguir que el público se quede boquiabierto. Este viernes sólo se le pudo poner un pero: abandonó el escenario en varias ocasiones dejando solos a los músicos y bailarines, posiblemente para que su voz descansara y para cambiarse de traje, pero haciendo que el ritmo del 'show' se resintiera.
Lo cierto es que la cantante fue alternando momentos sosegados con canciones con las que la gente entró en un estado de júbilo, como 'Desátame', 'Entender el amor' y 'Sobreviviré'. Terminó la noche por todo lo alto, poniendo a bailar a La Campa con una versión en castellano de 'Diva', de Dana International, la primera y única persona transgénero que ha sido capaz de alzarse con la victoria en el festival de Eurovisión. Hablamos de una canción que, en 1998, llegó al primer puesto de las listas de éxitos de nuestro país y que cuenta con una letra que homenajea a algunas de las mujeres poderosas de la historia, como Cleopatra.
En definitiva, Mónica Naranjo, una diva, terminó su concierto ensalzando la música de otra diva que, a su vez, había homenajeado a algunas mujeres históricas.
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