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La Consejería de Cultura ha anunciado su apoyo económico a los festivales folk de Comillas, Cabuérniga y Coo de Buelna, como confirmaron los organizadores de estas citas musicales, quienes, no obstante, mantienen en pie su asamblea de hoy para analizar la situación y buscar ... apoyos más duraderos tras el «recorte generalizado» de ayudas por parte de las Administraciones que han denunciado.
Según explicaron, Folkomillas recibirá 12.000 euros que abonará Cantur; Cabuérniga Folk, 6.000, a cargo de la Sociedad Regional de Cultura y Deporte, y El Joyu, 3.000 euros, directamente de la Consejería, sin descartar que las subvenciones se amplíen a otros. Habitualmente, estas ayudas se canalizan a través de contratos de patrocinio, que básicamente consisten en que los organizadores de los festivales incluyan los logos que se les indiquen desde el Gobierno regional en la cartelería, la página web, las redes sociales, el escenario, etc.
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Milianu Rodríguez, de la Asociación Cultural L'Escanillu, organizadora de Folkomillas, explicó que Cantur colaboró en la edición del año pasado con 8.200 euros, «que nos han pagado hace menos de un mes». «La Sociedad Regional de Cultura había prometido que nos iba a dar 12.000; luego, 8.000, después 6.000 y, al final, nada, cuando ya estaba todo cerrado. Dijeron que no se había cumplido con los requisitos, pero no nos habían mandado los contratos de patrocinio: buscaron una excusa para no darlo».
Las aportaciones de Cultura y del Ayuntamiento –«que desde el inicio siempre nos ha apoyado»–, suponen la mitad del presupuesto del festival de Comillas. La otra mitad se consigue «con las paradas medievales, las cuñas publicitarias y el bar». «Cantabria tenía un montón de festivales y poco a poco han ido desapareciendo, a pesar de que nos rompemos los cuernos para seguir adelante. Sin esas ayudas mínimas, a morir, que es lo que les ha pasado a muchos».
Pese a este alivio puntual para los más afortunados, los organizadores de festivales folk mantienen la convocatoria de reunión, que se celebrará esta tarde en Torrelavega, para tratar de asegurar su viabilidad al menos durante esta legislatura y no enfrentarse a tanta incertidumbre cada año. «Nosotros seguimos adelante con nuestra intención de entrevistarnos con la consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández, para garantizar que van a seguir apoyando a los festivales folk», dijo Nico Toral, responsable del Cabuérniga Folk. «Aunque se haya reaccionado con nosotros, lo que queremos es que se ayude a todos».
«Cultura no se ha dirigido directamente a nosotros, y ha sido la alcaldesa –Rosa Fernández, del PP– quien nos ha comunicado este jueves que nos darán 6.000 euros. Con ese dinero, y los 6.000 euros del Ayuntamiento, que siempre ha mostrado interés por el festival, ya podemos empezar a contratar grupos». Toral, no obstante, mostró su extrañeza por el hecho de que la ayuda proceda de la Sociedad Regional de Cultura, el mismo organismo que les había comunicado anteriormente que no iba a dársela este año.
Por su parte, la alcaldesa de Cabuérniga aseguró haberse sorprendido por las críticas de los responsables del festival por la falta de ayudas, «porque ni a la consejera de Cultura ni a mí se ha dirigido nadie: ha sido al revés, nosotros hemos ido a buscar a los organizadores del festival de música».
«La Sociedad Regional de Cultura –con el nuevo Gobierno– se encontró un agujero de casi trece millones. A lo que se dijo no tajantemente fue a los 18.000 euros que venía dando en años anteriores», aclaró Rosa Fernández.
Aunque el Ayuntamiento tenía consignados ya en su presupuesto 6.000 euros para cubrir los gastos de escenario y sonido del festival, no había noticia del apoyo económico del Gobierno. «Yo, personalmente, no quería que el festival se perdiese».
Tras realizar una serie de gestiones, se puso en contacto con la Asociación Cultural La Castañera, impulsora del festival, que solicitó su apoyo. «Llamé a las puertas de Cultura, que es donde hay que ir, y esta mañana (por ayer) me han confirmado que nos vana dar 6.000 euros para hacer el festival. Era mucho más fácil que todo esto, y me ha fastidiado que nadie llamara a la Consejería para preguntar por qué no quería ayudar: no se puede cargar contra la consejera porque no es adivina, si no, en vez de ser Eva Guillermina Fernández sería Aramís Fuster», concluyó Rosa Fernández.
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