¿Será hoy el último concierto?

Esta tarde, más de 60 espacios nacionales se suman en una iniciativa novedosa, obligada por las circunstancias, para, a partir de las 20.00 horas, ofrecer conciertos en streaming. Diferentes visiones, en distintos lugares actuando a la vez como una sola voz y una única reclamación común.

«La desaparición de salas es ya una triste realidad causada por la pandemia, pero sobre todo por la falta de acción y voluntad política de la administración que en este momento no es lo suficientemente consciente de que, como uno de los sectores más afectados por la crisis donde la mayoría de los espacios no han podido abrir sus puertas todavía, necesitamos una atención proporcional a nuestro grado de afectación si no queremos encontrarnos con un empobrecimiento y la desertificación cultural de nuestro territorio que por desgracia puede ser irreversible», explica la organización en el manifiesto publicado para esta acción.

El grado de incidencia de la pandemia en la actividad de este sector, en comparación con otros, es de los más elevados, «algo que se contradice con la falta de capacidad para interlocutar con las administraciones y con la casi inexistente ayuda que recibe para tratar de paliar estos efectos», insisten.

Si bien la cultura ha demostrado ser uno de los ámbitos más seguros para el desarrollo de actividades durante la pandemia, no se ha facilitado desde las administraciones la realización de las mismas. Cierres totales, limitaciones de aforo, reducción de horario...una larga suma de restricciones que impiden la realización de su labor habitual y que ha llevado ya a algunas salas míticas a bajar la persiana.

La de hoy es otra acción más, sumada a las que se han venido realizando en las últimas semanas, que incluyen desde una movilización masiva en 25 ciudades a vestir de rojo simbólicamente docenas de edificios y que han valido un Premio Ondas a la plataforma Alerta Roja, que aglutina a los diversos colectivos implicados.

La de hoy será otra ocasión para reivindicar el valor de la cultura y el peso específico de la música, tan demandada por una sociedad que trata de sobreponerse a los estragos del covid-19.